Buenos días. He
llegado ayer por la mañana a este camping con bungalows, piscina y vistas al
mar. Mi esposa anda trajinando, hablando
en voz alta, con sus cosas, para convencerme de acercarnos a la playa, con la
excusa de comprar en un supermercado. A mí la playa ni fú ni fá. Ella ha hecho la
reserva, se ha encargado de todo, y ahora quiero que disfrute, conmigo, de ese Dolce
far niente. Que bien ganado lo tenemos. Ahí estoy, mirando el horizonte, descansando, antes de emprender la
compra, sin echar de menos a los nietos.
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Han pasado catorce
días, y mañana nos vamos. Hemos descansado bastante. Llovió un día, más bien
diluvió, y echó a perder el libro que mi esposa trajo para leer y que quedó en
la terraza. Nos picaron los mosquitos, uno, al que llaman “tigre”, le dejó el
tobillo hecho un balón de fútbol. A mí la picadura en el cuello me dejó sin
poder moverlo unos días. Tuvimos que ir a urgencias por ella, pero luego hemos
dormido bien y sin mosquitos, con las ventanas cerradas. Un calor horrible, con
ese bochorno de la costa, pero el aire acondicionado funcionaba de maravilla. Me he
resfriado, por dormir con poca ropa, pero me
tomo un jarabe para la tos y paracetamol, y ya casi no tengo que llevar el
pañuelo todo el día en el bolsillo. La nariz roja me durará un poquito aún. Lo vecinos, franceses, cenaban a las siete,
pero no se dormían pronto, no. Los cuatro niños no paraban de hacer ruido, de
día y de noche. Su perro no consiguió adaptarse tampoco, así que sus ladridos se han escuchado a todas horas. Los
tapones para los oídos han funcionado a medias.
Mi ebook se ha roto, me senté
encima, con toda la potencia que llevaba para sentarme repantigado, pero encontré una novela en francés, que medio entiendo. Me picó una medusa, el único día que
logramos ir a la playa, pero nada de importancia. No diré en qué parte, eso no. La insolación de mi esposa no
tuvo mayores consecuencias, pobrecita mía, se fue a hacer un camino de ronda,
por el litoral, con un sol de conciencia, y la tuve que ir a buscar a otro
pueblo, donde me esperaba derrengada y roja como un langostino a la plancha.
Bendito aire libre, serenidad del mar, pajaritos en los árboles, y tranquilidad
soñada. El dolce far niente no ha sido tan niente, ni tan
dulce, pero regreso a Barcelona con las pilas cargadas. Ahora estaré más
entrenado para los ruidos infantiles de mis nietos, y de su perro. Otro año nos apuntamos a un safari fotográfico, tal vez.
vaya con las vacaciones pero lo bueno es disfrutar lo mas perfecto es lo imperfecto. Un saludos
ResponderEliminarLas hay que son con avatares varios, quizás no tantos como los de esta pareja :-)
EliminarUn abrazo
Mejor si lo hubieran dormido durante 14 días...
ResponderEliminarBesos.
Ya te digo...
EliminarUn beso
son los pagos de " entrar en lugares de calidad de vida" ya que las grandes ciudades sufrimos de tener cerca museos, teatros, auditorios , metro, museos y El Corte Inglés.
ResponderEliminarjaja, en la ciudad hay otros peligros, quizás más divertidos :-)
EliminarUn abrazo
Tuvieron la suerte de que no se estropeara ni el aire acondicionado ni el frigorífico en sábado, cosa que suele ocurrir con frecuencia en vacaciones.
ResponderEliminarBesos.
Pues es verdad, siempre ocurre en sábado. A mí sin embargo sí me ha pasado, nevera ya vieja dijo que se jubilaba y aire acondicionado perdía gas y no enfriaba.
EliminarUn abrazo
Divertido y concluyente. Las vacaciones como tortura o mejor quédate asomado al balcón de tu casa ordinaria.
ResponderEliminarPues va a ser que sí, con lo civilizada y tranquila que es la visión desde los balcones ¿no?
EliminarUn abrazo.
Pues menos mal que lo pueden contar... (Sonrío)
ResponderEliminarUn abrazo y feliz domingo.
Bueno, peor podía haber sudo, eso es verdad :-)
EliminarUn abrazo
lo de la picadura me recuerda a cuando en los tebeos de mortadelo y filemón les pica un bicho venenoso, y se les pone el pie que necesitan una barca en vez de un zapato. :D
ResponderEliminarme parece que este buen hombre y su mujer, necesitan unas vacaciones para recuperarse de las vacaciones. ;)
abrazos!
Han de descansar de esas vacaciones, estoy segura -), y sí, esos pies enormes tras picadas de mosquito o araña eran de órdago
EliminarUn abrazo, Chema
ajajjajaja, vamos que el hombre tiene más paciencia que un santo.Es cierto que muchas de las veces las vacaciones son más estresantes que la propia rutina diaria. En fin el que no se consuela es porque no quiere. Me gustó un montón.
ResponderEliminarUn abrazo de domingo !!
Pueden ser muy estresantes, seguro, pero esta pareja necesitará recuperarse de este descanso :-)
EliminarUn abrazo, y feliz tarde
Je, je...¡Menudas vacaciones! Desde luego para eso es mejor quedarse en casa, pero por lo menos cambiaron de aires. El que no se conforma es porque no quiere.
ResponderEliminarUn abrazo, Albada
Eso si, de vistas y de aires sí que cambiaron, quien no se consuela es porque no quiere, como bien dices :-)
EliminarUn abrazo
Gracias.Un abrazo
ResponderEliminarDios mío, que tortura...
ResponderEliminarPara no olvidarlas en mucho tiempo.
Intentando escapar a veces somos presos.
Un placer leerte
Beso
Es que uno huye de la monotonía, pero hay variaciones que nos dejan agotados :-)
EliminarUn abrazo, y muchas gracias.
Cuando creas que nada se puede poner peor, cuidado, si puede y seguramente lo hará. No dejo de pensar en la alegría que sintieron al regresar a casa después de unas merecidas vacaciones. Me hiciste la mañana Albada.
ResponderEliminarBesos.
Seguro que al llegar a casa dijeron, mejor que nunca "Hogar dulce hogar" :-)
EliminarY sí, cuando uno cree que nada puede empeorar..empeora. Un abrazo
Yo podría contarte montones vacaciones parecidas, durmiendo con tapones de silicona y llena de picaduras de mosquitos. Deseando volver a casa que ese sí que es il dolce far niente.
ResponderEliminarMuy bueno. Un abrazo.
Es que ocurren cosas, diarreas, picaduras, rozaduras, averías :-), pero hay que seguir queriendo irse para "no hacer nada" :-)
EliminarUn abrazo
Unas vacaciones de lo más normalillas ;)
ResponderEliminarUn beso.
Muy normales, si uno lo piensa :-).
EliminarUn beso
Al menos no se le ve molesto, ha aceptado bien esas vacaciones tan sufridas. Actitud no falta.
ResponderEliminarUn beso dulce.
No, el tipo se lo tomó todo de lo más pausadamente :-)
EliminarUn abrazo, Dulce
Jajajajaja Qué bueno! Salvando las distancias me ha recordado las vacaciones con mis mellizos cuando eran pequeños. Imposible que no pisáramos un centro de salud con uno de ellos o con los dos. De hecho, cuando preparaba destino, siempre miraba si cerca del hotel teníamos algún consultorio médico. Una vez... nada más llegar y después de volver de la playa... uno se resbala en la bañera y se abre la barbilla... puntos y varias visitas al médico. Otra vez... el otro se me llena de granos de arriba a bajo. Alergia al sol, la arena y qué se yo. Otras veces fue la garganta... otra el oído... antibióticos a gogó. Y así hasta que se hicieron un poco más mayores. Vamos, que no había forma de hacer unas vacaciones sin pasar por el centro médico. Jeje
ResponderEliminarLo dicho... muy bueno tu relato.
jaja, es que hay vacaciones o viajes que parecen realmente un viaje a Itaca :-), con niños sobre todo, porque vaya odiseas :-)
EliminarUn abrazo
No he podido evitar soltar una gran carcajada porque me ha llevado a algún verano así... volvemos para otras vacaciones y estas de relax total. Me ha encantado, Albada.
ResponderEliminarMil besitos con cariño para ti y feliz semana ♥
Volvemos derrengados, con el billetero vacío, y la paciencia agotada :-), sin embargo, por las vacaciones. :-)
EliminarUn abrazo
¡¡Vaya aventura¡¡
ResponderEliminarBesos.
Una odisea, seguro, y las hay, ya lo ves, a porrillo :-)
EliminarUn abrazo
ESo pasa. SE va uno a la costa buscando descanso, y como en el relato en descanso deja de ser ocio dulce, y se convierte en una pesadilla. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarSon pesadillas, casi siempre, pequeñas, pero si se encadenan, es que uno regresa harto de tantas vacaciones.
EliminarUn abrazo, Carlos
El pobre!!!
ResponderEliminarTe iba leyendo y mi nivel de estr{es aumentaba conforme se le complicaban las vacaciones al pobre!
Muy buen relato!
Un beso.
jaja, qué bueno, ir leyendo mientras se estresa uno con la lectura. Muchas gracias :-)
EliminarUn abrazo y feliz día
Jolín, qué vacaciones tan accidentadas. Será un relax volver. XD
ResponderEliminarEntrar en su casa será el momento de verdad de sentirse de vacaciones, seguro :-)
EliminarUn abrazo
Qué bueno, plash, plash, me apunto el repantigado y derrengada, qué foma más irónica de contar el malfario que le ha tocado vivir al pobre en vacaciones porque un picotazo de una medusa, sea donde sea... ya es para estar bien jodido. Bueno, bueno compañera Alba, que ingenioso. Gracias. ¡¡¡Feliz semana!!!
ResponderEliminarPues muchas gracias, y piensa que las cositas que les pasan son todas banales, salvo la medusa, depende dónde fuera la picadura :-)
EliminarUn abrazo
Interesante crónica entre ficción y realidad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es ficción, con datos de "pasados" sí experimentados :-)
EliminarUn abrazo
Realmente a cuantas personas nos ha pasado algo similar en algún momento? me parece que a la mayoría. Voy con una sonrisa de oreja a oreja porque más que ficción es una pura realidad. De hecho las medusas no perdonan a nadie... y es que aguas calientes o por vientos determinados a veces nos invaden y sin darnos cuenta, picotazo que te creó y cuando sales del agua... Que dolor por favor !!!
ResponderEliminarBrillante trabajo, Albada.
Abrazos con cariño y buenas noches amiga.
Son anécdotas más que posibles. Eso seguro. Aquí, como divertimento, al pobre tipo le pasa de todo un poco, pero son cositas que ocurren.
EliminarPor el "Hogar dulce hogar". Un abrazo
Eso de que lo mejor de las vacaciones es la satisfacción de volver a casa, es cierto con bastante más frecuencia de la que se reconoce.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y es que llegas a casa y respiras, y sí, descansas, por mucho que la escapada, viaje o lo que sea te haya ido bien :-)
EliminarUn abrazo
Ouch. Pobres.
ResponderEliminarSí, vaya vacaciones:-)
EliminarUn abrazo
En las vacaciones pueden suceder muchas cosas pero lo importante es pasar esos días lo mejor posible. Bonito relato amiga. Saludos y abrazo.
ResponderEliminarSí, pasa de todo, pero hay que saber torear las dificultades. Eso sí, al llegar a casa uno se siente estupendamente.
EliminarUn abrazo
Me encantó ese remate del safari... con la suerte que tienen! ja... saludos
ResponderEliminarYo pensé que mejor ir a algo más temerario, a ver si tienen suerte :-)
EliminarUn abrazo
Pues sí, después de tirarme cuatro meses en mi trocito de mar, donde todavía estoy, el volver a casa es también reconfortante, aunque este año la vuelta es más dolorosa y triste. Divertido relato Albada.
ResponderEliminarUn abrazo amiga
Volver a casa puede ser el remanso de paz, si bien si estabas al lado del mar..mejor lugar no se me ocurre :-)
EliminarUn abrazo
Las vacaciones no siempre son plácidas al 100%. Volver a casa puede resultar casi más reconfortante, ja,ja,ja.
ResponderEliminarCuánto me he reído con las peripecias de esa pareja, que bien podríamos ser uno de nosostros, je,je.
Un abrazo.
Quise dar comicidad a ese dolce far niente que imaginamos y no resulta :-), me alegro que te haya hecho sonreír :-)
EliminarUn abrazo
A veces de vacaciones ocurren cosas que las echan un poco a perder, pero habrá que quedarse con lo bueno y aprender de lo otro :)
ResponderEliminarDe todo se saca algo bueno, por eso hay que ir con la mente abierta, pase lo que pase :-)
EliminarUn abrazo
Vamos a quedarnos con todo lo bueno, por que yo me estoy matando por tener unas vacaciones de estar cuarentena que ya se convirtió en todo un año de encierro ... tener la oportunidad y poder salir corriendo sola jajaja... no lo veo posible.
ResponderEliminarjaja. Es que hay países que han hecho de la cuarentena una cuarentaeterna. Y no sé si así consiguen algo más que detener el país.
EliminarQue acabe pronto. Un abrazo
jajaja que bien lo has contado, Albada, me he ido imaginando cada desdicha contada con tan buen humor....casi que agradezco mis vacaciones de este año en casita jajajaja
ResponderEliminarUn beso
El tipo se lo tomaba todo con más paciencia que el santo Job :-)
EliminarUn abrazo
Descansa es tan agradable... por eso nadie muere por ello.
ResponderEliminarSaludos y más saludos.
De descansar no se muere nadie, eso seguro, tal vez se enferma de aburrimiento :-)
EliminarUn abrazo, amigo
Boa noite que lugar bacana para descansar.
ResponderEliminarSí, a descansar, sin problemas. :-)
EliminarUn abrazo
jajajajaja vacaciones idílicaaaaaaas (deseando volver, a que sí? 😂 Besos.
ResponderEliminarSiiii, a su casa :-)
EliminarUn abrazo
Jajajaja, si lo pensamos bien, unas vacaciones así son lo mejor para volver con ganas al trabajo. ¡Bendita rutina!
ResponderEliminarMuy bueno el relato, Albada
Un abrazo grande
Se vuelve con ganas de trabajar, pero vamos, ya te digo :-). Frente a depende qué avatares de vacaciones, por el trabajo, seguro :-)
EliminarUn abrazo
Vaya vacaciones. Seguro que exageras bastante.
ResponderEliminarEs ficción pura, la verdad, pero podría haber sido.
EliminarUn abrazo