Te regreso el sacrificio.
Te rescato de las dudas.
Te desempeño las culpas.
Te redimo de artificios.
Desovillando tu voz de hombre.
Desorientando a los relojes.
Escuchando a imperativos…
de normas, de besos, de orden.
Aclimatando los latidos…
que engendraste con tu nombre.
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