Emprendo la jornada con el registro de tu voz aún resonado desde la
calle, entre el sedán y las margaritas que adornan el zaguán.
Tu voz se transforma, y me transforma cuando
modulas con ella el único sonido que mi corazón corrobora como cierto. No
inventado, ni impostado. Ese que con tu “ciao amor”, justo antes de salir por
la verja y justo después de enviarme un beso con tu mano danzarina, acomodan mis
ojos a la luz que asoma entre las casas y el sauce que nuestro vecino adorna.
Te veo entonces, con la mano a la altura del
pecho, dejando ir un beso más tras tu sonrisa. Y ese beso revolotea en el aire
mientras las luces de las farolas se apagan, y pone el punto y seguido de mi
día.
El margen del reloj, acomodado a mi voz que
tararea, me permite hacer los gestos cotidianos para echarme al mundo.
Acompasados, los minutos se acoplan al cajón de
la ropa interior , llevando a mis dedos los fragmentos de tus manos por la
orografía de mi piel.
Con el sujetador acoto mis colinas, que aún
rescatan el olor de tu colonia, y con las medias recorro los caminos recorridos
por ti, sabiendo que mi epidermis anda cautiva de tus manos de chelista.
Con el foulard a su albedrío, cierro la puerta,
y ya cercana la hora de enfrentarme al tráfico y los vaivenes del trabajo,
sonrío al salir de la cochera.
El día lo daremos por acabado, cuando entre
ensaladas y colores de alegres vegetales, llegue la hora de preparar la cena y
nos dejemos caer en la tentación de caer en ella.
Sin pecado y sin medida.
Un día completito, al menos de metáforas.
ResponderEliminarAbrazos
Yo creo que cualquier día puede ser un buen día. Pero que hay pretenderlo. En mi humilde opinión.
EliminarEché mano de una escena de peli yanquee. Y salió este texto. Cosa que pasan :-)
Un abrazo.
Ese beso se siente con tus letras, es un beso está lleno de luz como tus letras, y sin pecado.
ResponderEliminarMi beso.
No pretendo texto muy evocador, pero sin duda, jugar a dibujar un beso en el aire, o un día en equilibrio..ha resultado muy gratificante para mí.
EliminarUn abrazo y gracias por tu lectura.
Hay rutinas que no resultan monótonas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hay rutinas que debieran ser de obligado cumplimiento. Ya sabemos que no siempre es así, pero hay rutinas que han de querer que perduren.
EliminarUn abrazo.
Sin pecado y sin medida... que bien suena eso.
ResponderEliminarBesos.
No me atreví a poner los punto suspensivos ante " sin medida", por dar más evocación de la que ya se había colado de contrabando por entre las frases. Pero sonaba, a confesionario..., totalmente. En efecto.
EliminarGracias por tu lectura. Un abrazo.
Nadie como tú para hacer lo cotidiano poético y mágico, un universo lleno de olores, colores, sabores y sensaciones que merece ser devorado minuto a minuto. ¡Bravo!
ResponderEliminarVoy encontrando mi estilo de narrración, donde casi me resulta imposible huir de los aromas, o los colores. Me resulta más difícil esquivar mis tendencias, que dejarme llevar por tentación de dejarme caer en ella, y simplemente escribir, tal como mi corazón me dicta.
Eliminar¡¡¡Que seré muy simple!!!, Un arrocillo con leche con aroma a canela sobre fondo azul y ya me siento como los ángeles.
Un abrazo. Sin medida. Sin reloj. Sin azoramiento alguno, porque va cargado de un sincero afecto y gran respeto a tu estilo.
Aventura e Historia. Me has recordado a Semprún en la Montaña Blanca. Abro comillas. "Aventura, palabra equívoca que califica tanto los caprichos pasajeros, las chifladuras repentinas y los momentillos de felicidad sensual como las auténticas historias, aquellas en las que hay imágenes, palabras, memoria, sueños, sufrimientos, fantasía y ángel." "Una historia está hecha de huellas, cicatrices, gestos, palabras clave, risas locas, ternura, violencia, ritual, quizá también de rutina. Una historia: el presente que dura, que no acaba nunca de forjar recuerdos, de fabricar proyectos." Te superas cada día, mi querida amiga. Solo desearte que siga la Aventura y la Historia. Un abrazo y un besazo terriblemente aventureros, tanto que se han perdido entre la niebla. Pero seguro que los rescatas.
ResponderEliminarCoincido con Semprún, enorme pérdida, en el entramado que hay entre historia y aventura.La urdimbre entre proyectos, presente y posterior recuerdo.
EliminarLa aventura tiene el sabor a expectativa, y ese punto me aprisiona. Acabas viviendo lo que va llegando. Acabas recordando lo vivido, tamizado por un filtro, y en realidad casi todo está en la mente.
Gracias. Hallé el abrazo aventurero al pie de un árbol centenario que olía a amistad. Con o sin niebla, estaba allá.
Con tu permiso, lo dejo ahí para que lo encuentres tú también.
Sinfonía de tactos y aromas de un día de amor y de espera. Un texto muy sentido, muy bello y con la tersura de los buenos relatos a los que últimamente nos tienes acostumbrados. Un abrazo
ResponderEliminarUna lectura muy atenta. Tersura y ternura para acompañar los pasos del día a día .
EliminarRespirar la sensación de puerto seguro de afectos. Me pongo a hacer fotos, cómo no, de sensaciones amables y menos amables. Con la ilusión de espera entre brazos amigos y corazones en flor.
Un fuerte abrazo.