Tomado de Google |
La tele entonaba un anuncio de colonia, un pelín tardío, por cierto. La lluvia, machacona, hacía cosquillas a los cristales. Las
alcachofas estaban viejas y el cuchillo no cortaba, pero Eva quería hacer una tortilla de alcachofas, para Luis. quien había insistido en celebrar el aniversario en casa. Levantó la cuarta copa de vino y confirmó que
el cuchillo cortaba tan poco como recordaba. Sin saber cómo, su dedo notó un
tajo y la puerta se abría, pocos
instantes después, más temprano de lo habitual. Empezó a esconder las pruebas del delito: la
botella a la alacena, y el papel de cocina, empapado en sangre, a la basura.
Se apretó la herida con un trozo de cinta aislante ante la imposibilidad de
encontrar a tiempo esparadrapo y gasas. Sin poder disimular la alegría
alquímica y ficticia del vino, recibió a Luis con un abrazo ceñido. Dentro de sus brazos se dejó
acunar cual almohada cálida. Les alteró el humo de la sartén, que a falta de
alcachofas para freír estaba hirviendo en solitario.
“Hoy vamos a comer albóndigas de lata, y con albahaca del balcón improvisamos una cena íntima “dijo, todavía nerviosa, tras apagar el fuego de la cocina. De pronto, Luis comenzó a silbar una canción, estandarte de su relación, y se tomaron de la mano para bailar por la cocina. Se alternaron en recordar los detalles de los primeros alunizajes en la alameda del viejo verano, cuando el viaje de fin de curso de Luis le llevara a ese pueblo segoviano. Comieron con apetito la pizza que les llevaron.
Poco a poco fueron yendo, sin dejar de bailar, hacia la alcoba. Los cacharros quedaron amontonados en el fregadero, mientras degustaban un postre más dulce que el de la mejor cena de cualquier afamado chef, y el repiqueteo de la luvia seguía con su enconada melodía. Habían sobrevivido a otro aniversario de boda.
Los aniversarios se suceden y a veces cuesta encontrarles el punto de originalidad.
ResponderEliminarBello post.
Un beso y buen finde.
En mi caso son pocos, pero seguro que siempre hay una sorpresa, un adagio de colores, un paraguas plegado arrumbado en una barandilla, porque ha dejado llover y no goteras en el corazón.
EliminarGracias, Alfred, será un precioso, lluvioso y frío fin de emano, a apoco que la vida nos lo permita
Los "postres" suelen ser los mejores alimentos para loa aniversarios y las reconciliaciones.
ResponderEliminarBesos.
Sí, opino igual. Suelen ser dulces, o frescos, y pienso en natillas o fruta. Los inmateriales también sientas bien
EliminarUn abrazo y feliz domingo
lo importante es que haya cariño, aunque la preparación de la cena no saliera según el guión. sólo espero que el corte se curara bien a pesar de no disponer de los instrumentos adecuados para atajar esas situaciones.
ResponderEliminarpor cierto, desde pequeño me gustan los paraguas de arcoiris.
besos!
Son paraguas que simbolizan el sol, aun bajo la lluvia,, por eso tienen tanto encanto. Las cenas o comidas dependen más de la voluntad del cocinero que de los ingredientes, es verdad
EliminarUn abrazo y por un domingo fresco pero amable
Qué maravilloso relato, demuestra cómo habiendo amor sobra todo lo demás. Me ha encantado, aquí tienes una nueva seguidora, nos leemos :)
ResponderEliminarEs cierto, con amor todo alimento parece manjar, pasado el mínimo de supervivencia, claro.
EliminarUn abrazo y por un domingo de buenos alimentos
Les auguro un espléndido futuro.
ResponderEliminarBesos.
Yo también. cada estoy segura de que e futuro les pinta bien a esta pareja
EliminarUn beso, y feliz día
Ojalá no se pierda esa chispa que muchas veces se va apagando con los años.
ResponderEliminarYa llevo muchos aniversarios gracias a Dios o a quien sea.
Un abrazo.
Los amores se marchitan, casi siempre, por falta de riego, por dar por sentado la seguridad de saberse acompañado, por dejadez en definitiva
EliminarMe alegro que lleves muchos años celebrando buenos aniversarios de lunas con miel
Con esa escena final la cena era lo de menos, mejor celebrar que olvidar una fecha así.
ResponderEliminarUn beso dulce y dulce fin de semana.
Celebrar esas lunas de miel es muy fácil, de hecho yo optaría por hacerlo siempre que sea posible, sin esperar fechas emblemáticas. El amor se teje día a día, se conquista sábana a sábana, se ratifica beso a beso
EliminarUn abrazo, Dulce, y por un finde de alimentos intangibles que deje el cielo del paladar ahíto de nubes blancas
Con unos cuantos vasitos de vino y siempre que haya un postre sabroso, se pueden pasar un buen número de aniversarios... jajaja...
ResponderEliminarMuy bonito relato, Albada.
Besos.
La cocinera improvisada tenía más vino en el cuerpo del que seguramente había calculado, sin embargo creo que, luego, ese puntito puso sal a la comida y miel a los postres :-)
EliminarUn abrazo y gracias Mirella, por tu lectura
Sobreviven muy bien a los aniversarios. Mientras lo hagan así, el futuro pinta bien.
ResponderEliminarY me encanta cómo lo has contado
Un abrazo grande
Parece que sí. La pareja parece que llevan décadas juntos, y que de momento mantiene fresca la mirada de los primeros compases de la sinfonía del amor.
EliminarUn abrazo grande, Alis, y feliz domingo
Bonito aniversario, con buen postre final...me encantan los aniversarios estupendos...
ResponderEliminarBesos.
Es bonito cumplir años, de pareja sobre todo, porque es una apuesta a un futuro que sólo se construye de año en año. Me alegra te haya gustado
EliminarUn abrazo y feliz domingo
Me gusta mucho el relato.
ResponderEliminarQue el amor perdure.
Besos 🌹
Muchas gracias. El relato es ficción, pero creo que los aniversarios de boda han de ser, hasta el final, tiernos y acabados en postres dulces.
EliminarBesos, Karin y por una tarde amable y enriquecedora
Con mucha frecuencia los mejores recuerdos con consecuencia de la improvisación y los peores de las cosas preparadas concienzudamente para que salgan bien.
ResponderEliminarUn abrazo.
Estoy de acuerdo. Lo muy planificado puede dejar mucha menos huella que lo improvisado, siempre que no acabar en tragedia, que aquí no era el caso :-).
EliminarUn abrazo, Macondo
Muy bueno, Albada. Sobrevivir a otro aniversario. Esa frase me ha llamado la atención.
ResponderEliminarFeliz inicio de semana.
Besosss
La convivencia tiene un precio, por eso ir pasando los años, es un gozo, en el mejor de los casos, y una lección de supervivencia, en todos los casos. Creo.
EliminarUn abrazo y por un lunes bonito
Pizza y buen postre, ¿qué más se puede pedir? :)
ResponderEliminarUna cena romántica donde las haya, ¿verdad?. :-)
EliminarUn abrazo y feliz lunes
Qué mejor forma de celebrar un aniversario de boda que haciendo el amor. Y que no decaiga, jeje.
ResponderEliminarToda la narración me ha resultado deliciosa, y el detalle de los alunizajes en la alameda me ha encantado.
Un abrazo.
Todas las maneras de celebrar son buenas, pero mejor si acaban bien, como dices. Me alegra te gustase el término alunizaje. Me parece muy adecuado.
EliminarUn abrazo y feliz tarde de lunes
Siempre es buena la ocasión para beber unas copas de vino.
ResponderEliminarPensaba, que manía la nuestra de contar los años...no?
Un abrazo, muy visual tu relato. Me encantó.
Bueno, aquí la chef en ciernes quizás se excedía. La manía de contar años en el fondo es una tontería, sin duda.
EliminarUn abrazo y por una tarde bonita para ti, Dana
Imagino que sí, sobre todo si la cocina, esa mujer no tenía especiall apego. :-)
ResponderEliminarUn abrazo, Julio David y feliz martes
Que maravillosas y tiernas escenas. Que manera tan perspicaz de esconder el incidente, para no alterar la celebración del aniversario. Te quedo genial, me gusto ese baile por la cocina!
ResponderEliminarAbrazo
Celebrar depende más de la actitud que de los medios, y ese baile me parecía, tras el chasco de la tortilla.
EliminarMe alegro te haya gustado. Feliz tarde
No hay mas que una vida, por eso hay que celebrarla, digo yo "mientras abro la boca y se me abre el diapasón".
ResponderEliminarSaludos entre risas de celebración por esta entradilla.
jaja, es una entradilla sin pretensiones, cómo no, pero que me imaginé y así tal cual, la puse.
EliminarUn abrazo desde este lado del mar.
Bueno el vino tiene riesgos, solo quedó en un susto y animó el postre.
ResponderEliminarBesos
Me encanta escuchar llover cuando mi casa está en silencio, sobre todo los días de ocio. Imagino que con compañía bién avenida, escuchar la lluvia se volvería mas romántica si cabe con una lluvia de besos...
ResponderEliminarMe ha gustado su relato.
Las lluvias de besos se hacen difíciles de olvidar, las de notas musicales acaban siendo inolvidables también.
EliminarUn abrazo, Buscador
Celebrar las bodas es celebrar la vida. Que linda historia, tiene mucho de real, me ha encantado.
ResponderEliminarmariarosa