Siguiendo una iniciativa de jueves de Blog de Inma
Escuchado en un bar, regentado ahora por chinos, pero que se sigue llamando El Gaucho. Los argentinos, para mí, tienen el don de la
palabra, son magos del verbo Tener amigos argentinos, o uruguayos, te lleva a
sobresaltos del espíritu por esa forma grandilocuente que tienen de expresarse. Son son fantásticos. Gente de fútbol, bifes, tango, y mate.
Una.- Sí, soy argentina, aunque llevo 15 años fuera y se me
haya ido el acento.
Otra.- Con razón pedías mate amargo, el otro día.
Una.- Aunque claro, no tienen. Es como me gusta. Amargo. Llevo años tomándolo sola,
bueno, sola no, con la compañía de un buen libro. A los españoles no les gusta,
lo encuentran amargo.
Otra.- Yo le agrego un poquito de azúcar antes de poner la
bombilla. Así el primero no es tan amargo y el último, sí. Y también lo tomo
sola. No se te fue el acento del todo, querida, por ahí, se te escapa algo.
Una.- Tienes razón, no puedo con el "os" prefiero
el "les"
Otra. Bueno, quince
años más y te vas a acostumbrar, jaja. Te has de integrar. Por trabajo ¿vio?. La vida, que es así
Una.- Este es el tercer país donde vivo, pero adquirir otras
nacionalidades no te quita el
sentimiento de pertenencia de la primera. No me
avergüenza tener doble nacionalidad, me encanta seguir siendo argentina.
Otra.- Un medio amigo dice que ya renunció a ser argentino. Me
pareció superfuerte su impostura, y digo impostura porque tenía un marcado acento, ¿viste?. Me dijo que no le gustan muchas cosas del país y que por ello renunció a su nacionalidad. Como ejemplo dice que detesta
el fútbol, odia el tango por ser lamento del cornudo y que es vegetariano. No sé qué tendrá que ver
Una. -Eso digo yo, qué tendrá que ver…
Apuré el café, dejando a las damas sentadas ante un té, que
seguramente les duraría un buen rato. ¿Acaso existe el mate dulce?, me pregunto. Conocidos uruguayos, quienes no se separan del termo, para prepararse mates en cualquier lugar, no hacen más que reírse de mí y de
mis caras ante eso de "hacer una mate". En primer lugar es que eso de compartir la bombilla me da repelús. En segundo
lugar, es que no puedo con lo amargo, y es que cero que, por mucho que me lo juren, no me acabaría de gustar, ni en mil años.
Yo llegué a cogerle gustó y tuve una temporada (meses) en que tomaba mucho. Hasta que me cansé de depender del termo, lavar la bombilla... me descubrí demasiado vaga para el mate. Eso sí, lo endulzaba
ResponderEliminarSonrío con tu texto, ese diálogo de expatriadas con el que en cierto modo me identifico.
Un abrazo
Eran mujeres que llevaban tiempo acá, sin duda. Echaban de menos las costumbres y el idioma, rico y agudo donde los haya. Lo del bombillo ese, que tengo en casa, porque mi primera suegra era de Puerto Madrin, es que requiere mucha higiene, así que no, yo no me haría adicta, por vagancia seguro que no.
EliminarUn abrazo y sonríe, todos somos apátridas a veces
Es curioso lo del mate, muy buen texto, me parecía estar escuchando ese tono tabn peculiar que me gusta tanto. Pero el mate, no, el mate no me gusta.
ResponderEliminarCariños
Casualmente estoy casada ahora con un argentino, y en la alacena hay mate, Canarias, o algo así se llama la hierba envasada, y no hace más que coger polvo. Me hizo sonreír la conversación de las mujeres, porque odia el tango, y cree que el fútbol es cosa de mafias, pero no renuncia a ser argentino :-)
EliminarUn abrazo y feliz jueves
Yo con los argentinos no tengo término medio. Los encuentro encantadores o inaguantables.
ResponderEliminarNo he tomado nunca mate. Habrá que probarlo.
Un abrazo.
Dios me perdone, pero muchos son inaguantables. Eso si, los que no lo son, llegan a ser encantadores y con un salero y vocabulario que te encandilas
EliminarNo, yo tampoco he tomado mate, asumiendo que, como le café, crea adicción. Un abrazo
No lo he tomado nunca, aunque se que es toda una cultura que no todos los argentinos mantienen. Un diálogo estupendo, de dos personas que estan fuera de su casa. Abrazos
ResponderEliminarEra una bar, regentado por chinos, claro, quienes aprenden a hacer tortilla de patatas en un plis plas. Yo les entiendo. No quieren dejar el acento, y no lo dejan, sobre todo porque mantienen relación con compatriotas y van a sus casa por Navidad :-)
EliminarUn abrazo grande
Es cierto que los acentos marcan mucho la conversación sobre todo los Argentinos , su manera de expresarte es linda y su voz nos encandilan pero creo que a ell@s les pasa lo mismo con nosotros ..Referente al Mate debo decirte que nunca lo probé y el tango es bonito verlo bailar pero personalmente me entristece y no me gusta sentirme así las letras siempre son deprimentes de amores fallidos ohhh no seguiré kajaja .
ResponderEliminarUn abrazo enorme y feliz día.
Se les nota, seguro, como a un sevillano en cataluña. Y eso es bonito, me parece bien. Los lamentos del tango nada tiene que ver luego con ese baile tan vistoso que saben aprovechar para lucimiento, merecido, sin duda.
EliminarUn abrazo y por un jueves con sol y boleros, o tangos, en el dial de la radio
Un interesante diálogo, jeje.
ResponderEliminarSeguro que a mí no me gustaría el mate, pues me desagrada mucho todo lo amargo. Y lo de compartir la bombilla, pues como no sé lo que es..., jajaja.
UN abrazo.
Son costumbres, que tienen su por qué, y Dios me libre de juzgar, porque hay algunas nuestras que revuelven el estómago, pero a mí no me busques tomando mate, porque seguro que no me encontrarías :-)
EliminarUn abrazo
Con tu permiso te recuerdo mi opinión respecto el mate :)
ResponderEliminarhttps://alfredcomermaprat.blogspot.com/2014/12/mate.html
Perdona la intromisión.
Un beso.
Me encantó cuando lo escribiste. Ahora, como bien sabes, sé de argentinos más que un ratón colorao :-). Con una pareja de ellos en casa, tuvieron la gentileza de curar el cuenco, porque así como te lo regalan no sirve. El agua no puede hervir, lo sepas, cuando la introduces, lentamente, eso sí, y hay toda un ritual que aquí no me cabe, para hacer un buen té, amén de la hierba. Una liturgia, amigo, es una liturgia. Pero claro, el café turco tiene la suya, así que mira, con hierba en la alacena, y dos cacharros enteros por usar, si quiere te vienes un dia a casa y mi marido te prepara, pero ni él ni yo tomamos. Liturgias aparte, son costumbres y hay que respetar. Anécdota real por cierto, de unos uruguayos, adictos de verdad a transportar los utensilios. En la entrada de Can Braça no podían entender que se les pidiera dejar el termo, cargado con agua caliente de verdad. No son latas, decían, podemos entrar los termos.
EliminarPor supuesto, un golpe con eso sería peligrosos y nos les dejaron, pero les guardaban los termos hasta que los reclamaban a la salida del partido. Un beso y por un café bien charlado cuando se tercie. Hoy, por ejemplo :-)
Será un placer...lo del café...el mate mejor lo dejamos estar ;)
EliminarMe gusta la manera de hablar de los argentinos, porque son adictos a la palabra. Y saben utilizarlas rebuscando en los diccionarios y dándole a la dicción las requeridas tonalidades.
ResponderEliminarDel mate, no puedo hablar: nunca lo tomé.
Besos.
Hay mucho verborreico, pero no buscan en diccionarios, es que allí aún tiene un vocabulario extenso, que hemos perdido aquí. Tiene sinónimos, por ejemplo, que hace tiempo no usamos, y eso sí, sus acento final, tomá, vení etc, es curioso
EliminarUn abrazo
Referente al mate sí te puedo hablar. Es una experiencia única e irrepetible. Tienes que haber nacido ahí.
EliminarUn saludo.
Es interesante fijarse en estos detalles. Se puede aprender mucho de ellos.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz día.
Detalles dn el habla, y en la riqueza de vocablos son para reflexionar. El acento, bueno, cada uno tiene el suyo. y el mate pues a quien le guste, una infusión con su liturgia, pero hay que aceptar la variedad de tradiciones
EliminarUn abrazo y feliz tarde
Jajajajaja... me encantó leer el texto y los comentarios. Soy italiana, pero criada en Argentina y todos tienen un poco de razón. Me gustó conocer lo que se piensa de nosotros y como mi sangre es bien tana (como se nos dice aquí) puedo ser más objetiva.
ResponderEliminarEn general el que es más verborrágico, con ciertos aires de superioridad y que se las sabe todas, es el porteño (el nacido en Buenos Aires). La gente del interior del país es más cálida y sencilla.
No me gusta el mate y menos en grupos grandes, donde cada vez que cambia de persona, a la bombilla, en un gesto simbólico de higiene (inexistente) le pasan un trapo. Tampoco me gusta el tango, salvo el que no tiene letra y sí verlo bailar. Menos todavía el fútbol, porque el fanatismo ha desencadenado hechos vergonzosos.
Es un país muy acogedor, lleno de riquezas y si no fuera por los malos gobiernos que hemos tenido desde hace 70 años, seríamos entre los primeros de Latinoamérica.
Un beso muy grande, Albada.
Los porteños, claro, qué diferentes a los cordobeses, por supuesto, hasta en el humor :-). A mí me parece bien el habla, no la verborrea venga de donde venga, porque es muy rico. Comparado con los españoles, nos dan sopas con ondas, expresión muy española, en uso de vocablos y el acento es musical. Es un país que da miedo ahora, pensando en la falta de seguridad y los actos delictivos, en la burocracia abrumadora y tercermundista en un país que fue Europa. Yo no iré. Porque hay tantas riquezas, de paisaje y de materias primas, de esa Patagonia genial e indescriptible, que para compensar, Dios puso allí a los argentinos :-). Dice el chiste. Pero vaya, mi cuñada y amigos vienen a menudo.
EliminarUn abrazo y feliz tarde
tengo una amiga que nació en uruguay pero lleva muchos años viviendo en españa, así que sabe usar el español en las dos variantes, la europea y la rioplatense. ella dice en broma que es bilingüe.
ResponderEliminarel 'ustedes' en vez de 'vosotros' se usa en toda américa latina, en canarias e incluso en algunas partes de andalucía. el 'vosotros' realmente es minoritario, si lo piensas.
abrazos!
Tenés un buen conocimiento, mirá, es como dices. Somos de los pocos que tutean, en segunda persona del plural incluso, pero viste, es una forma degenerada de un español antiguo, estoy segura. :-) Hay guachos en todas partes, por supuesto. Hay quienes hablan andaluz y en Galicia el español de salamanca, pero llamarse bilingües no se´yo si es correcto :-)
EliminarUn abrazo y feliz jueves, en cualquier idioma y localismo
Siempre me ha parecido curioso ese vicio del mate en los argentinos y uruguayos, pueden estar en cualquier lado y van pegados al mate. Y en cuanto al acento y costumbres, lo primero muchas veces se pierde en el extranjero pero no se pueden perder las raíces.
ResponderEliminarUn beso dulce.
Es una costumbre curiosa, es verdad. Respetable pero curiosa. Pierden el acento, pero les cuesta, lo qu eno me parece mal, la verdad
EliminarUn abrazo, Dulce
Qué buen diálogo. Cierto que el idioma argentino tiene un no sé qué que cautiva… Y en cuanto al mate, fíjate que igual me gustaba. Los cafés y los tés los tomo sin azúcar; otra cosa sería lo picante…
ResponderEliminarAmeno y buen relato, mi querida amiga.
Bsoss, y feliz tarde 😘
Es muy musical, a mi parecer, pero sobre todo, muy rico. Claro, si lo amargo no molesta, el mate puede ser una infusión más que llevadera. :-)
EliminarMuchas gracias, Ginebra. Un fuerte abrazo y feliz viernes
Tengo mate en casa, y lo tomo alguna vez, pero donde se ponga el café, no hay mate que valga. Albada, este post es genial y creativo, me encanta la variación de vocablos.
ResponderEliminarAquí en mi ciudad tenemos muchos, algunos ya ni se nombran, solo en los pueblos y en las personas ya mayores, otros como "acho" están en el día a día en boca sobre todo de los jóvenes.
Feliz día Albada.
Un beso
Yo acabaré por probar, imagino, pero el café, y e té a veces, me resultan cómodos, sobre todo, amén de deliciosos. Sí, en los pueblos se conservan más vocablos, algunos muy locales, pero se mantienen más en general.
EliminarUn abrazo y por un viernes con riqueza lingüística y cualquier infusión que compartir con una buena charla
No lo he probado, soy de café, pero siempre es mejor cambiar impresiones y tomarlo en compañía. Un diálogo muy ameno.
ResponderEliminarMe hace gracia su acento arrastrado.
Abrazos.
Acabaré por probarlo y ya te diré. Al final lo que importa es comunicarse, charlar, cara a acara ante una infusión y dejarse de tanta pantallita, que abusamos de la tecnología. Su acento, idéntico al uruguayo es curioso y característico, como pas con el cubano si te fijas
EliminarUn abrazo y felzi viernes
Las grabaste?
ResponderEliminarJe.
Comisaria Villareja.
Coincido en la riqueza del vocabulario que tienen argentinos y uruguayos.
jaja. No, no era tan interesante la conversación :-)
EliminarTienen imposibilidad de estar incomunicados y charlan, de manera amena de hecho, por los codos. Un beso
Bueno, dicen que para gustos, colores. Deberías haber entrado en la conversación y rebatirles que donde se ponga un buen café, se quite el mate :)
ResponderEliminarYo habría entrado, así tal cual: cotilla total jajajaja
Bss.
Claro todo son gustos. No tuve tentación de meterme en la conversación, pero he escuchado muchas, hoy en día es normal escuchar a todo el mundo, en las que sí me habría metido. No lo hago, pero ganas sí h etenido
EliminarUn abrazo y feliz viernes
Que buena la conversación. Yo tomaba el mate con unos amigos uruguallos, nos llegaron a regalar hasta la bombilla y el cuenco y a la larga todo acabo cogiendo polvo. Pero me encantaba el ritual y se que en Uruguay subian a los autobuses con cuenco, bombilla y termo, y que a veces con las frenadas salia el agua hirviendo y hubo algunas quemadas, total que ahora esta prohibido tomar mate en el autobus. Muy buen relato, besos.
ResponderEliminarNo lo sabía, pero no me extraña, el agua está justo por debajo de la cocción, y accidentes por frenadas ha tenido que haber. Es llevar la límite eso de llevarse el biberón a todas partes, pero es adictivo. Mucho.
EliminarGracias, Inma. Por un viernes con buenas charlas ante una infusión, la que sea
Para saber del mate me di una vuelta por la Ruta de la yerba mate, también me enteré que en Argentina tienen para celebrarlo el día 30 de Noviembre.
ResponderEliminarInteresante conversación, un abrazo
Corrientes u Misiones. Espero disfrutases, que es lo importante. No sabía que tenían un día para celebrar esa yerba verde. Muy curioso. No sé si los italianos habrán diseñado un día del café, por su consumo, pero es que los argentinos son especiales, en su pasión por todo.
EliminarUn abrazo y feliz viernes, con mate bien cebado :-), si puede ser y una buena charla
Nunca he bebido mate, pero amo escuchar las conversaciones de otras mesas.
ResponderEliminarYo suelo huir de escuchar chismes de conversaciones, pero no creas, a veces merecería la pena llevar una grabadora :-)
EliminarUn abrazo y por un viernes bonito
No se a que sabe, pero de tener la oportunidad lo probaría por curiosidad....más no creo que pueda ser posible el que dejará de tomar café...
ResponderEliminarEsto si que fue una intromisión a la conversación ajena....menudo metiche...
Besirelatos...
Estás invitada, pero donde esté un buen café charlado, que se quiten otras hierbas :-). Hombre. meterme del todo no, pero era inevitable seguir el hilo de la conversación
EliminarUn abrazo
No he tomado mate pero sí que los argentinos, algunos, tienen una labia que vamos... es su idiosincrasia, similar a los italianos :-) :-) Tampoco soy de café, así que unas infusiones variadas igual daban para alargar más la charla... igual nos volvíamos indios :)
ResponderEliminarUn placer leerte. Besos.
Sí, de hecho los italianos son encantadores también, con su musicalidad y esa labia. Suelen tener alguna sustancia que naima, así que té o café o mate, por que no, para despertarse y buenas charlas.
EliminarUn abrazo y por un día bonito
No tengo ni idea qué es el mate ni a qué sabe, no lo he probado nunca, yo lo que tomo es descafeinado porque si tomo café me pongo como una moto de nerviosa.
ResponderEliminarLa dije a MOLI lo de tu enlace que no me llevaba aquí lo ha debido de poner mal.
Un beso enorme y feliz noche, preciosa.
Pues veo que, en efecto, no sale este post, ahora le dego. Un abrazo y por cafés o lo que sea, pero bien charado, que es como todo sabe mejor, con la compañía.
EliminarUn beso, dulce María
Hola Albada,
ResponderEliminarMuy divertido e interesante los diálogos. Tu relato me recuerda a mi querido amigo, Argentino. Su frase favorita es: aguantame un cacho. Él considera que es una aberración agregar azúcar al mate, pero es la única forma que puedo tomarlo cuando se le ocurre invitarme.
Abrazo
Ya me imagino. Aberración total ese azúcar, pero oye,m haces el gesto de acompañarle en el mate, que es mucho decir :-). Hay expresiones muy curiosas, como "mina" para mujer, pero las nuestras les parecen muy despreciativas porque al culo le llaman "cola", pro ejemplo. Gente interesante siempre, los que llegan acá.
EliminarUn abrazo y feliz domingo
Esto decía una mujer en un foro: Su hablar, su expresion, q dulces son , q diferencia tienen de los españoles, ademas los argentinos en general son guapisima/os, y a mi como mujer me gustan mas los argentinitos, ojala me "tocase" en la loteria...
ResponderEliminarMe imagino que hay de todo, porque muchos tiene origen italiano de Italia o español. No sé, depende lo que esa mujer busque, eso sí, mno se aburrirá. :-)
EliminarUn abrazo
Pero, todo el monte no es orégano, también se ha publicado este artículo científico:
ResponderEliminar"La universidad de UCLA ha publicado los resultados del primer estudio de la actividad cerebral que emplea imágenes de resonancia magnética para ver lo que sucede en la cabeza de las personas cuando se escucha a un argentino durante un tiempo prolongado. Según los autores de la investigación, el cerebro sería capaz de soportar 7 horas y 56 minutos sin lesiones severas. A partir de este tiempo, “se cruza el umbral de la paciencia” y las lesiones pueden ser irreversibles.
Para el estudio, se escaneó el cerebro de 18 voluntarios mientras éstos escuchaban a un argentino. En la primera fase de los exámenes, se obligaba a los argentinos a pronunciar frases de Borges como: “Si pudiéramos comprender una sola flor, sabríamos quiénes somos y qué es el mundo, ¿no crees, loco?”. En las siguientes fases se introducían más argentinos en la conversación para oírlos discutir entre ellos.
Para determinar la resistencia del cerebro en condiciones extremas, el jefe de la investigación, Becks Budejovicky, proveyó a los argentinos de guitarras y a algunos se les permitió recitar sus propios poemas. El 90% de los voluntarios, al ver a los argentinos con las guitarras, caían inconscientes antes siquiera de escucharlos.
“Al cabo de dos horas, se pedía a los voluntarios que escucharan a los argentinos de forma concienzuda”, explica Budejovicky. Los investigadores observaron que la parte del cerebro vinculada a escuchar argentinos crecía exponencialmente. “A las ocho horas, había ocupado tantas regiones del cerebro que el órgano apenas servía para nada más y no volvió a recuperarse”, prosigue el científico. “Los sucesos traumáticos desbordan, con frecuencia, la capacidad de respuesta de una persona, que se siente sobrepasada para hacer frente a la situación”, concluye".
jaja, ya son ganas, pero los que salen verborreicos son de verdad un martirio chino. Para todo hay gustos, sin embargo
EliminarUn abrazo