Boika, el adolescente, sintió el golpe en su
cabeza. La pistola TASER habría caído de
alguna avioneta sobre la jungla, si bien él no la había escuchado. Un regalo del cielo, se dijo, eso es señal que
los dioses están de acuerdo en que supera la prueba y sea el más valiente de la
tribu.
Con el aparato en la mano, empezó a examinarlo, sin entender si servía para algo. Contento por el regalo, lo enseñó a su familia, quien no sabía su función, por muchas vueltas que daban al cacharro negro con forma de pequeño tirachinas. Consultaron con el jefe, quien tampoco había visto nada igual, como años atrás pasara en una tribu africana respecto a una botella de Coca-Cola. A Boika le pedían prestado el aparato para diversas actividades sin importancia, y llegó el día de su paso a la adultez, que no superó. Era cazar en solitario un primate, para alimentar a la tribu.
Ese día, enfadado, tiró hacia arriba
el regalo negro reluciente. Y ahí quedó, aposentado en una rama alta. Un mono
aullador buscada comida y vio algo negro. Por curiosidad, se lo llevó a la nariz,
y nada, no olía a nada. Luego lo chupó. Nada, no sabía nada. Comenzó a
apretar luego por todos lados, hasta dar con la posición correcta para producir la
descarga. Chamuscado y bien cocinado por dentro, cayó cuan largo era sobre
Boika, quien se había quedado apoyado en el tronco de ese árbol, meditando.
Contento regresó a la aldea.
Aunque tarde, había superado la
prueba y ya era un adulto. Algún día descubriría el uso del regalo de los
dioses, si tenía suficiente curiosidad, y acabaría por ser el jefe de la tribu.
Palabras 282
Un regalo llovido del cielo. Quizá los dioses querían que pasara la prueba con dignidad. SEa como sea, al final le sucedió algo parecido a Isaac Newton, pero en lugar de una manzana fue un mono achicharrado. Otra diferencia entre ambos es que a Boika le sirvió para acabar convirtiéndose en jefe de la tribu y a Newton para pasar a la historia, je,je.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues sí, algo parecido, le cayó la comida del cielo, y cocinada :-)
EliminarUn abrazo, Josep Mª
Expedientado el escolta de un alto jefe, político de la zona en viaje de control, por haber perdido en pleno vuelo un sofisticada arma, regalo de los influyentes proveedores de armas que le mantenían en el cargo, fue destinado a la vigilancia de la caza furtiva de primates protegidos según criterios negacionistas muy en boga por aquellos días. La desaparición de un primate adulto en su jornada de trabajo, le conllevo un permiso conllevó un destino in aeternum en una isla perdida, donde podría jugar al fútbol todo el día con las calaveras de sus antecesores vecinos.
ResponderEliminarPor un decir.
Un beso.
jajaja, me parece genial tu continuación. Yo imaginé que la taser caía de una aeroplano de narcos :)), y que le caía un castigo del quince al despistado.
EliminarUn beso, Alfred
Ole tú; un regalo mortal caído del cielo. En un lugar recóndito en donde la tecnología sobra.
ResponderEliminarComo escribe Alfred, el tráfico de armas es un tema demasiado actual.
Bravo por tu originalidad.
Un abrazo.
Entre armas y drogas, el tráfico aéreo anda ocupado. Por desgracia, sin entender que hay tribus recónditas que no necesitan, ni quieren nada de esa supuesta supremacía del hombre blanco :-)
EliminarUn abrazo
Es que no siempre las carga el diablo. Aunque no sería eso lo que pensase el mono aullador.
ResponderEliminarBesos.
El mono es curioso por naturaleza, así que probará lo que tenga a mano. incluyendo armas de cualquier naturaleza. Me sobran las armas, por cierto.
EliminarUn abrazo, y feliz día
Sin duda, un curioso relato sobre la curiosidad, Albada ;) ¡Usar indirectamente una táser para matar a un mono!
ResponderEliminarUn besazo
Para suicidare, si uno lo piensa :-), pero salió así, para bien del muchacho.
EliminarUn abrazo
Cuestión de azar.
ResponderEliminar:)
Un abrazo.
Es caprichoso el azar, y qué verdad. Un abrazo
EliminarLas armas dicen que las carga el diablo pero en esta ocasión fue un reagalo de quien no se sabe ..Un abrazo y mi felicitación muakisssss.
ResponderEliminarLas carga el diablo, eso sin duda, en los Borbones, sin ir más lejos :-)
EliminarGracias. Un bonito día te deseo
Albada, tú terminas en Masterchef y barres con la audiencia.
ResponderEliminarBuen relato. Un abrazo.
jaja. Mono a la parrilla con guarnición de hojas de parra :-)
EliminarUn abrazo, Ángel
A eso se le llama un regalo caído del cielo. O un regalo de Dioses..
ResponderEliminarCurioso relato, siempre curioseando..
Un abrazo y buen fin de semana, yo me voy hasta el lunes.
Pues disfruta de tus salidas de finde, que la curiosidad te acompañe, que siempre es mejor compañía que arma alguna.
EliminarUn abrazo Llorenç
Hola Albada , que buena potra tubo el pobre personaje , no sabes lo que e disfrutando
ResponderEliminarleyéndolo , te doy mi más sincera enhorabuena , te deseo una feliz mañana besos de flor.
Tuvo la suerte de cara, una vez en al vida pasa algo así, y al muchacho le sucedió :-)
EliminarUn abrazo, y gracias
En mi blog , tienes la respuesta a tu comentario
Eliminarespero que no te enfades , y te lo tomes a chufla , ya que me a hecho gracia
lo que me has dicho , ajjajajajaja besos de flor.
Estupendo;-)
EliminarUn abrazo grande
Final feliz y afortunado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Feliz salvo para el mono, eso sí :-). Un abrazo
EliminarLo mejor de esta curiosidad es que aprendemos contigo, Albada a manejar un poco más los relatos. Realmente también nos dejas letras caídas como maná del cielo por tu originalidad. Felicidades por ello!!!
ResponderEliminarAbrazos y que pases un feliz día.
Muchas gracias. Me gusta eso de acabar los relatos de manera un tanto sorpresiva. Aquí, curiosamente, todo sale bien, si excluimos al mono :-)
EliminarUn abrazo y feliz jueves, Joaquín
Divertido. En otro tiempo lo desconocido que llegaba por azar podía inducir a confusión y, por lo tanto, a algún tipo de adoración malsana. Lo malo del personaje del relato es que superó la prueba por pura chiripa y nunca sabrá por qué la iniciación al estado adulto puede ser algo más que un ritual. Salud y abajo las malditas Taser. Prefiero las laser y las nanotecnología que entran en el cuerpo humano para hacer el bien.
ResponderEliminarSe priva de pasar la prueba por sí mismo, con lo que es un atrampa, digamos, pero, a su manera, creció, experimentando con una cosa que no conocía.
EliminarUn abrazo
Ufff paradójico regalo del cielo! Será que desde arriba tendrán planeado que el ser humano esté siempre dispuesto a matar?? Nos hace pensar tu versión tan particular de los obsequios divinos 😁
ResponderEliminarLos regalos divinos pueden llevar mucho peligro. Los diez mandamientos son la prueba :-)
EliminarUn abrazo
Un regalo caído del cielo que sin saber para que servía ese cacharro pasó la prueba sin experiencia alguna.
ResponderEliminarUn abrazo
La carambola de la suerte, y poco más, porque en un bosque tan denso milagro que le diera en la cabeza
EliminarUn abrazo, y feliz día
Me recordó a una película donde un nativo encontraba una botella vacía y vivía toda una travesía por llevarla. Eso demuestra que la curiosidad es distinta según a quién sorprenda. También la inocencia juega a favor de ella. Muy buen relato.
ResponderEliminarUn beso dulce y dulce fin de semana.
Los dioses están locos, creo que se llamaba, y lo he recogido porque pensé en esa peli, precisamente. En el mono y los niños, la curiosidad tiene esa vertiente de inocencia, de juego, de aprender.
EliminarUn abrazo, y gracias
En este caso, la curiosidad mató al mono. Pobrecito :(
ResponderEliminarBss.
Cachis, le imaginé curioseando y luego convertido en plato del día, y es triste, mucho.
EliminarUn abrazo
Hola Abada, en esta ocasión -la curiosidad no mató al gato-, sino al mono.
ResponderEliminarBuen relato, he pasado un buen ratito con él.
Besos.
Me alegra que te haya hecho sonreír, me divierte escribir :-). Un abrazo
EliminarOi Alba, parabéns pela excelente matéria. Todos nós somos um poucos curiosos.
ResponderEliminarGracasi a ti. Sí, son curiosos y divertidos. Un abrazo
EliminarOh qué maravilla el giro final! POr favor! Albada eres la reina del relato!
ResponderEliminarQué belleza, qué ingenio.
Toda mi admiración!
Un abrazo.
jaja, no te pases. Un relato bien simplón, Luna. Muchas gracias.
EliminarUn abrazo, y por un jueves estupendo
jajaja, que bueno. como has enlazado los acontecimientos. me había ya olvidado de lo de la caza del primate. que bien enlazado. y que buena la referencia a la peli aquella, de la botella de cocacola
ResponderEliminarestas disparando tu vena humoristica
Besosssss amiga
Esa peli la tuve en mente todo el rato. Era mi as en la manga :-) Muchas gracias
EliminarUn abrazo grande, amigo
Te veo feliz últimamente
ResponderEliminaral máximo con tus entradas
Me hace feliz de verte asi
Good night
Son rachas, porque todo tema se puede ver desde un punto de humor, aunque a veces las musas no están por la labor. Un abrazo
EliminarCada día caen cosas más raras del cielo.
ResponderEliminarDivertido relato.
Un abrazo.
La basura espacial ya veremos si no produce cosas como las de mi texto :-). Un abrazo, y bonito viernes para ti
EliminarGenial relato amiga. Es bueno ser curioso aveces, esta vez el curioso fue el mono... Saludos y abrazo Albada.
ResponderEliminarEn ambos es muy innata. Sin curiosidad el hombre seguiría en cuevas, seguro.
EliminarUn abrazo
Qué buen giro, estupendo relato... la curiosidad le regaló su adultez, así pasa menudo, por cierto... ¡redondo!
ResponderEliminarBuen finde, abrazo
Muchas gracias. Es un atributo de mucha gente. Un abrazo
EliminarGenial relato. Muy original.
ResponderEliminarA veces el azar es así. Surge algo como caído del cielo.
Un beso grande
Enhorabuena
A veces es así, una carambola de sucesos. Un abrazo, y muchas gracias.
EliminarOye, pues con las vacunas algo parecido.
ResponderEliminarVamos probando.
Espero que no salgamos chamustrombosicados.
Besos.
Y si se acierta...pues bingo :-).
EliminarUn beso
Pues el regalito podría cambiar la vida tranquila de la tribu...es muy original y me encanta. Besos. Gracias por sumarte.
ResponderEliminarTal cual, y quién sabe si un día descubre el uso y lo usa para mal :-)
EliminarUn abrazo grande
esta vez no era una botella de cristal de cocacola, pero has hilado una original y bonita historia, Un abrazo
ResponderEliminarMe basé en esa peli, de hecho :-). Muchas gracias.
EliminarUn abrazo, y feliz sábado
Me parece muy original la idea de tu relato... Esa curiosidad como motor de vida en la humanidad... Ahora la curiosidad de cómo seguirá usando la taser.
ResponderEliminarBss
Sin ella segaríamos en tiempos remotos, es la curiosidad realimenta lo que ha hecho avanzar a la humanidad.
EliminarPues quién sabe, igual acaba sabiendo usar la taser :-). Un abrazo, Sylvia
Nadie conoce la verdadera intención de los Dioses y sus designios.
ResponderEliminarDivertido y ágil tu relato.
Un placer leerte
Beso
Ni que los dioses lleven disfraz de avioneta, es verdad :-)
EliminarMuchas gracias. Un abrazo, y a por un bonito domingo
Una historia sin parangón. Me parece exquisita. Me atrevería a decir que es una historia de lo mas novedoso y eso que no sé por dónde andan los tiempos en cuanto a historias. Podía ganar un premio!
ResponderEliminarLa foto también es curiosa. Me gusta.
La felicito!
Buen finde.
Abrazo
Qué alegría que te haya parecido tan buen relato, vaya inyección de ánimos. Gracias.
EliminarPor un bonito domingo, con curiosidad. Un abrazo
Bien planteado. Por suerte, fue un arma más bien defensiva que destructiva.
ResponderEliminarUN abrazo.
Muy destructiva no era, pero para el mono fue como un obús.
EliminarUn abrazo
Muy bueno! Parece que la curiosidad del mono, en este caso, benefició al joven.
ResponderEliminarMuy bien llevada la historia. Me ha encantado.
Besicos.
Sí, pasó la prueba de adultez, un poco con trampas :-)
EliminarGracias. Un abrazo grande
Todo se resumen en curiosidad y casualidad.
ResponderEliminarMi saludo va.
Pues sí, aquí fue la combinación perfecta, menos para el mono.
EliminarUn abrazo, amigo
No cabe duda de la originalidad de tu relato, aunque hagas referencia al tema del refresco. Lo has llevado de muy buena manera, como es tu norma, y lo he leído de un tirón.
ResponderEliminarLas cosas fuera de su sitio y con la mentalidad o capacidad de cada uno, es un mundo. Por suerte, no hubo desgracias personales. A lo mejor, es que el humano no es tan curioso por instinto como otro animal.
Un beso enorme.
En la infancia la curiosidad está intacta, luego ya, hacia la adolescencia, vamos con más cuidado a la hora de usar la curiosidad :-)
EliminarMuchas gracias. Un abrazo enorme
Hola. Aquí dejando rápido un saludo, que tengas buen inicio de semana.
ResponderEliminarPues igualmente. Un abrazo
EliminarMuy bueno,lleno de humor y con un final imprevisible. Me ha gustado.
ResponderEliminarAl final aquella basura que no olía, no sabía a nada y no servía para nada,acabó dando el paso al niño a la prueba superada de su adultez,con mono
chamuscado y comida incluida.
Abrazos Albada.
Un poco de humor es que nunca estorba, salvo para el mono, que pagó cara su curiosidad.
EliminarUn abrazo, y buena semana
Al pobre monín no le fue bien con el invento de los dioses.
ResponderEliminarAbrazote utópico.-
Le fue muy mal, probrecito.
EliminarUn abrazo, sin utopías. :-)
Un relato perfecto en la construcción y en su trama que pasa por varias etapas hasta dejar la última en suspenso que queda en el aire a espensas de la curiosidad.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Muchas gracias. Me divertí escribiendo. Un abrazo
EliminarEres genial muchas veces
ResponderEliminarabrazos
Gracias. Un abrazo
Eliminar