Tenía ganas de hacerlo. Llevaba años postergando las vacaciones idóneas. Ahora los niños eran mayores y Laura se bastaba para cuidarlos este verano. Cuando las botas llevaban cincuenta kilómetros en sus suelas, se planteó qué hacía allí él solo, pero ya no había vuelta atrás. Santiago de Compostela le esperaba, ahora sí o sí debía llegar.
Julián llevaba todo el curso entero esperando. Una eternidad jalonada por juegos de la play, por deberes mil veces absurdos, por una madre persiguiéndole antes de cada examen y un padre casi ausente. Nada, ni la fractura inoportuna, le impedirían disfrutar del verano con su primo Aitor. Era seguramente el único amigo real que le quedaba
Había diseñado la aventura ideal. Con su marido y sus dos hijas irían a Cantabria en verano. Pablo secundó la idea. Era previsible. Llegó Julio y las niñas andaban locas por ir a unas colonias musicales, pero consiguió su objetivo. Pero para qué se dijo tiempo después. Pablo se encariñó demasiado con la chica del super del camping, y miraba con cara de embobado a la inglesa de la caravana de al lado. Las niñas estuvieron todo el mes en la piscina o en playa con esas vecinas tan amiguitas nuevas con las que se avinieron tan rápido, tal vez por ser de la misma edad. Ella no entendía ni jota de inglés, así que vio excluida de las conversaciones adultas y no se sentía cómoda con las nenas. El padre de las crías sí estuvo de lo más abierto y expansivo con Pablo, a diferencia de la madre, que había llevado cinco libros para leer, que parecían obligarla a una maratón de lectura, así que ella acabó por esperar la tarde para irse al bar a ver una telenovela que nunca había empezado a seguir. Otro año que planee él las jodidas vacaciones, se dijo.
Hay vacaciones de todo tipo, como la que dejas en tus líneas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sin duda. las vacaciones muchas veces se programan con tanta antelación que los imprevistos luego se las comen :-)
EliminarUn abrazo
No en vano dicen que tras el verano es cuando más divorcios se producen... Besotes!!!
ResponderEliminarConvivir las veinticuatro horas de cada día por más de quince días puede ser agobiante, porque no hay lugar donde disimular los malos momentos de cada uno.
EliminarUn beso y feliz finde
Diseña una aventura ideal, pero para ella. No solo les mangonea las vacaciones, sino que además quiere que se muevan como marionetas a su antojo. Se le estuvo bien.
ResponderEliminarUn abrazo.
La mujer del camping tenía un diseño a su medida, con expectativas que se crea ella misma, seguro. La realidad es que las niñas no querían ir, y el marido casi seguro que tampoco.
EliminarUn abrazo
Las vacaciones arrancan las caretas y dejan la farsa al descubierto.
ResponderEliminarDa miedo lo que se ve.
Besos.
Sin duda la mujer del camping ha sido una tirana de tomo y lomo. No le viene mal un baño de realidad :-
EliminarUn beso
Que bonitas son las vacaciones familiares.
ResponderEliminarUn beso.
Sobre todo teniendo a la familia lejos, pero pueden sufrirlo los pies. El camino de santiago es un ejemplo :-)
EliminarUN beso
Hola guapa , sabes me gustan mucho las vacaciones y más sí son tan variadas como estas , bonitas fotos .
ResponderEliminarTe deseo una feliz mañana besos de flor.
La verdad es que las vacaciones siempre son bienvenidas. Pueden generar cierta desazón, pero qué bien que van.
EliminarGracias. Un abrazote y feliz finde