Cuando tronó con fuerza nuevamente, se sintió vulnerable y atemorizada.. En esos momentos, en taquicardia aún, y sonando Allevi por todos los rincones de la casa, había descendido al lado oculto de sí misma, y por un instinto atávico, sus talones la impulsaron a ascender hacia la luz del comedor. Con los matices de luz de otro rayo, el blanco y el negro se transformaban en infinitos gradientes de color, dejando atrás la resaca de negrura y desazón.
Propulsada por la sabia voluntad de sus instintos innatos, llegó exactamente donde, objetivamente, sólo quedaba un recuerdo. A ese tiempo de espera en stand by, en que los calendarios formalizan sus coartadas de no agresión.
Mientras las gotas repiqueteaban alegres en las ventanas, hizo el acopio habitual de linternas y velas, por si se cortaba el suministro eléctrico. Tomó un trago de rooibos a la naranja y ordenó de nuevo los papeles en el canto de la mesa. Luis quedaba lejos ahora
Cuando se sentó ante el ordenador, para retomar el capítulo sexto de la novela de intriga en el que un hombre desaparecía a manos de una loca, estaba dándose cuenta de que en su texto había usado su propia historia de desamor.. El aroma a canela flotaba, casi tangible, por todas las estancias. La reflexión la dejaría sin poder dormir a la hora acostumbrada. Y como cada noche de insomnio, recordaría bailar, con la misma música del italiano abrazada a Luis, pero ya sin nostalgia
Sin poder evitar la tentación, dió un último vistazo al congelador del sótano y luego , más tranquila, se fue a dormir, y no tuvo pesadillas
Sin poder evitar la tentación, dió un último vistazo al congelador del sótano y luego , más tranquila, se fue a dormir, y no tuvo pesadillas
No miro yo en ese congelador ni que me paguen...
ResponderEliminarAy la loca...
Besos.
Ay esa loca que escribe novela negra. Qué peligro
EliminarUn beso
Esa página de su vida con Luis parece pasada con éxito; como cuando has dejado dejas de fumar y te echarías un cigarro, pero ya no sufres por no hacerlo.
ResponderEliminarUn abrazo y buen fin de semana.
Releyéndolo, observo que no había llegado hasta el fondo, no dándole al congelador el protagonismo que requiere.
EliminarEs que la tormentas traen recuerdos, alguno cruentos, con congelador incluido :-)
EliminarUn abrazo y feliz viernes
Lo malo es que el congelador no funciona con velas, esperemos que no haya apagón.Abrazos
ResponderEliminarComo haya apagón ya tenemos un problema, pero gordo, sea como sea la novela
EliminarUn abrazo y tarde bonito
Ese Allevi que se me antoja minimalista acompaña muy bien tu mini relato. Y como en este hay un pulso entre una tranquilidad que quiere rozar y una inquietud que aprieta, ¿pero ahoga? Ay los desamores, cuánto drama en vano suscitan, cuando detrás siempre espera otra vida.
ResponderEliminarEl rifirrafe de emociones, que me parece que Allevi en este tema aborda. La inquietud deja pasar ratos de calma, pero volverá la inquietud, y mucha, sobre todo si la luz se va por muchas horas
Eliminarla palabra 'gradiente' se usaba en física. venía a ser la variación a lo largo de las tres direcciones del espacio de un campo gravitatorio o eléctrico.
ResponderEliminarlas historias más auténticas son las que hemos vivido en mayor o menor medida.
abrazos!
Es un concepto, el gradiente, que se parece a esos estados de mezcla de calma e inquietud. Esta escritora no sé si dormirá tan plácidamente como dice en el texto el narrador
EliminarUn abrazo
Una historia donde hay secretos en esa cabecita, y donde un congelador es parte de la trama ..ella no está tranquila por ello sus pesadillas ..tiene todos los ingredientes para que la novela sea un éxito ..si la protagonista es capaz de separar realidad de ficción .
ResponderEliminarUn buen relato amiga .Fuerte abrazo y feliz viernes.
El relato de esa tarde escribiendo, en la tormenta, yo creo que será un punto y aparte.
EliminarUn abrazo y feliz tarde
Mejor no indagar mucho en el contenido del congelador e incluso añadiría que mejor no se vaya la luz, no sea que cierto olor desbarate el curso de su novela intrigante.
ResponderEliminarUn beso y feliz finde.
El olor puede ser una pista importante, así que estará rezando porque no se vaya la luz mucho rato
EliminarUn beso, Alfred
La que se puede liar si un relámpago funde los fusibles.
ResponderEliminarBesos y que el sol luzca en el fin de semana.
Ya te digo, un problemón, porque el congelador guarda esa prueba de la desaparición, eterna en este caso, y sin luz, pues ya me dirás qué panorama
EliminarPor un finde de soleadas playas en la mirada. Un abrazo
El encanto de las palabras mecidas con el audio de esa música tan bella se ha roto abruptamente al llegar al último párrafo. De pronto, la melodía ha dejado de sonar en mi mente, jeje. Muy buen relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
Estaba todo muy tranquilo, hasta que recordó ese congelador con su carga de muerte. En esta vida, los desamores no deben acabar jamás en delito de sangre
EliminarUn abrazo y feliz tarde, preludio de un finde genial
Buenísimo. Y es que, si ya no hay nostalgia, solo queda la “frialdad” como la de aquel congelador… Y eso… es una buena (o mala) señal de lo "supuestamente" ocurrido.
ResponderEliminarFantástico, querida amiga. Y qué buena la música acompañando la historia. Un placer…
Abrazo grande, y muy feliz finde 💙
Y qué frialdad, la buena mujer, qué genio se gastan algunas
EliminarUn abrazo y por una tarde bonita
Leer y sonreír a medida que se avanza.
ResponderEliminarUn abrazo.
jaja, me alegra mucho que te haya hecho sonreir. Yo también lo hacía
EliminarUn abrazo y por un finde lleno de humor y guiños a la novela negra
¡Caramba con el congelador! Resulta que ahí es donde se encuentra todo el meollo de la historia. Muy buen relato, Albada. Te felicito.
ResponderEliminarBesos
Al final es donde está la trama real del relato. Lo previo es la escritora en la tormenta, con miedo a que quedarse sin electricidad, y recordando una melodía, es verdad.
EliminarBesos, Rita. Por un finde con sol a raudales, por las ventanas de tu casa y de tu corazón
Redios!!! Que final más inquitante dejas vislumbar... Miedo me da!
ResponderEliminarBss.
Lo que se intuye es lo correcto. Tanto miedo e porque le olor de un congelador sin electricidad no delate un misterio de una desaparición. Me alegro te gustase
EliminarUn abrazo y por un viernes sin miedos, sin secretos tórridos y con mucha luz
Me quede así O___O jajaja... mira que sentí miedo al final, yo con el congelador paso.
ResponderEliminarSaludos y abrazos :)
Yo pasaría de ese electrodoméstico, seguro. Porque hay que ser muy mala gente para escribir de un asesinato que tú mismo has cometido :-)
EliminarUn abrazo y feliz tarde
Un novela negra con todos los ingredientes: tormenta, velas, el aroma afrodisíaco de la canela, música de piano clásica escrita en una noche turbulenta.
ResponderEliminarBuena entrada.
Me alegra te haya gustado. En pocas palabras no cabe todo lo que uno quiere poner, pero espero haber conseguido exponer a una escritora ante la tormenta, de las nubes y de su pasado.
EliminarGracias. Un abrazo y feliz tarde
¡Jo!! Ese congelador...
ResponderEliminarUna historia intrigante e inquietante.
Feliz fin de semana.
Besoss
Un posible caso de violencia No machista. Hay quien acepta bien que el amor se acaba, otros que no aceptan y pocos, hombres y mujeres, que acaban matando al que un avez amazon, cosa que no consigo entender
EliminarUn abrazo y feliz noche
Excelente! suspense,intriga e ironía!
ResponderEliminarFelicidades!
Me encanta a ironía y el humor. Un defecto como otro cualquiera ;-)
EliminarGracias, lunaroja. Un abrazo y por un finde de músicas que nos remuevan los sentidos, y no los congeladores.
Ah, pues me ha gustado mucho este relato, un tanto irónico, pero muy bueno. Felicidades. Gracias por compartir este magnifico suspense.
ResponderEliminarTe dejo un besito y mi estima, se muy, muy feliz.
Me alegra te haya gustado. Un pelín de ironía y de novela negra.
EliminarGracias, Marina. Por un finde con la alegría de la primavera prendida en la lectura, o mejor, en tu mirada
Me ha encantado, atrapado... los ingredientes perfectos para captar todos mis sentidos. Muy buena historia y con un final... chapeau!!!
ResponderEliminarMil besitos que te lleguen, bonita y feliz finde ♥
Me alegra te gustara. Las tormentas traen muchos miedos, muchos recuerdos, y temor a que se vaya la luz. En este caso con razón :-)
EliminarUn abrazo y feliz finde, con sol en todas las miradas
Cuando hay insomnios es que el cerebro está muy activo y sin duda algo perturbaba a la protagonista de tu relato, muy intrigante por cierto, da para pensar mucho lo que puede haber en ese congelador. La música de piano siempre me ha encantado.
ResponderEliminarUn beso dulce y dulce fin de semana.
Los insomnios son señales intangibles de preocupación. Parece que la mujer no tolera la partida de Luis y "solucionó" el tem de manera más que cruenta, así que tendría pesadillas durante tiempo, pero esa noche de tormenta no las tuvo ya
EliminarUn abrazo y por un finde de soles y buenos textos, Dulce
Dijo alguna vez Jane Austen que puede que no tengamos corazón, pero tenemos ojos, y éstos nos bastan para atormentarnos. ¿No es eso también una ironía?
ResponderEliminarSaludos, querida amiga.
Pues sí es una ironía. Los ojos del corazón, aquí en mirada al congelador.
EliminarUn abrazo y buen finde de lecturas
Desconocido con nombre propio: Guillermo.
ResponderEliminarEl tono ya me había parecido tuyo, querido Guillermo. Un abrazo cruzando raudo el Atlántico
EliminarMejor que la vida no sea fuente de inspiración para según qué estilos de novelas... y viceversa.
ResponderEliminarUn abrazo grande
Cierto. Asesinatos, pasionales como en este caso, no deberían ser la musa de una novela ni la novela negra inspiración para un asesinato
EliminarUn abrazo y gracias por tu lectura, Alis
Las tormentas traen recuerdos, aveces los que menos esperamos acuden a la mente torturándonos hasta no poder dormir....menos mal que la protagonista de este hermoso texto, quedo tranquila y se fue a dormir sin pesadillas... Saludos amiga.
ResponderEliminarSiempre hay recuerdos revoloteando en el inconsciente que cuando se va la luz y hay tormentas, les da por salir al escenario. Recordar y asumir lo que ha hecho, como la escritora, que puede dormir en paz tras haber matado al tipo
EliminarUn abrazo Sandra, y por un finde de soles y bellos recuerdos, para fabricar mejores momentos que poder recordar
Era la intención, poner la atmósfera de la escritora, pero guardar el secreto un poquito
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por leer. Felzi sábado
Que altibajo mas escalofriante...a veces las personas se encuentran en situaciones tan extremas que descienden a sus bajos instintos...lo malo es que a pesar de querer seguir viviendo normalmente, es difícil volver a ascender desde esas profundidades.
ResponderEliminarUn relato muy bien llevado y mejor terminado...todo un thriller..
Besossss..feliz fin de semana
S-i, no siempre se sabe subir tras caer a un fondo que parece inacabable. Aquí la escritora usa la escritura para conjurar sus demonios tal vez. Ese final de congelador es la razón real de este post
EliminarUn abrazo y por un finde de buenos textos y mejores argumentos
Hola Albada,
ResponderEliminar!Que suspenso en el bendito congelador! Tu personaje conoce parámetros factibles para hacer trascender los límites de lo que no se ve, para poder llegar al lector. Magnifico noir, me gusto mucho.
Abrazo y feliz fin de semana
La atmósfera, con aromas y recuerdos de música me parecieron buenos elementos de ubicación. Gracias Yessy.
EliminarUn abrazo y por una tarde de lecturas y sol a raudales
Hay que ver para cuanto da ese congelador, aunque mejor lejos de él...Que buen relato Albada, me encanta tu creatividad.
ResponderEliminarFeliz noche y domingo.
Un beso querida amiga.
Tendrá que ver cómo deja el congelador pasado un tiempo. Porque es una bomba de relojería, pero claro, los textos cortos nos dejan mil cosas por cerrar
EliminarGracias, Carmen. Un abrazo y feliz domingo
En Sevilla se nos va la luz y en agosto el congelador "llora" y nosotros mucho más, jeeeeeeeeee...
ResponderEliminarHe pasado un buen ratito leyendote,
Un beso.
Pues a esta mujer se le va la luz muchos días y se le cae el pelo, porque su pareja anda ahí, congelado :-)
EliminarUn abrazo y feliz tarde
Macabro ritual del que tu protagonista parece haber descubierto cómo abrir la puerta. Se me ocurre que seguirá practicándolo... Un relato super original, por cierto. Un abrazo
ResponderEliminarNo creo que practique más. La novela tal vez la empezó antes, pero seguro que ahora sabe mucho más de posibles remordimientos al principio, y de frialdad luego
EliminarMuchas gracias. Un abrazo y por una tarde con luces y sombras, pero soleada de corazón
Mantienes muy bien el suspenso y da para seguir, la verdad
ResponderEliminarsea dicha.
Yo no pude participar esta vez.
Besos
Pues me alegra que te haya gustado el tono y el ritmo. Yo disfruté escribiendo sobre la escritora asesina :-)
EliminarUn abrazo y por otro jueves, con participación tuya. Feliz tarde
Buenísimo tu relato juevero intrigada hasta el final, me encanta el suspense, y lo has llevado genial la narración, te felicito por ello.
ResponderEliminarUn beso enorme.
Me alegra mucho que disfrutaras, María, porque como sabes, yo disfruto escribiendo. Y si gusta, pues miel sobre hojuelas
EliminarUn abrazo grande, dulce María
Un buen relato, Albada:
ResponderEliminarManejas muy bien la intriga.
Felicitaciones
Abrazos enormes
Ana
Gracias. La intriga es casi imprescindible en historias de muertos en los arcones congeladores de las casa :-)
EliminarUn abrazo