Imagen de Aguirrefotox, nacimiento de arena de La Pineda
Salí a la calle, tras la
cena familiar de nochebuena. No quise apurar los minutos, ni dejar que las
añoranzas se subieran a mis hombros. Esa zona estaba engalanada por árboles con
cintas de luces, diminutas, que convertían la plaza que cobija al nacimiento
marino, en un escenario irreal. Esas
figuras son efímeras. Están hechas con arena, pero este año, entre pulpos y un
Jesús submarinista, parecía una pista de sueños por arrancar a andar. Tropecé
con una acera, no por exceso de copas, y sonreí, como un borracho. Un artificio
de luz y de ilusiones visuales me hizo sentir una sirena varada ante unas
breves llamas danzarinas vegetales a mi
alcance.
Cerré el puño sobre una de
las luces, sintiendo el pálido calor que atravesaba la carne de mi palma de la
mano. Luego, al abrir los dedos, la luz, progresivamente blanca y azulada, se
fue apagando sobre la mano abierta. Esa corta e intensa vida de cada punto de luz,
me produjo la sensación de estar en un hábitat marino ajeno, donde árboles y yo
éramos los únicos habitantes de la noche. Sin dejar de ser consciente de la
realidad, me dejé llevar por el embrujo de esa sensación a medida. Llegué a
sentir que las baldosas respiraban burbujas de luz, ascendentes, pequeñas y
plateadas, como el de un fondo de acuario a mi escala. Imaginé la vívida experiencia de ser anfibia, sin aletas ni branquias, y noté la sal en el
dorso de mis manos, y el olor a salitre en el aire. La iluminación estará
programada, seguro, y cuando, de forma súbita, todas las luces de la noche navideña se
apagaron, barrunté la sensación de ingravidez y me sentí desnuda pero gozosa, ante la ausencia de esos luminosos latidos de
un prodigio que mi mente fabricó, hasta llegar a cubrir mi piel de un polvo
plateado que brillaba, como las escamas de un pez.
Me he despertado con salitre
en mi piel, que la ducha arreglará en un periquete, pero, sin poder afirmarlo,
creo que soñé con vivir bajo el mar.
En la noche pude recordar un post de hace años, que he recuperado y adaptado, y que titulé, en su momento, como luces de mar
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jueves, 26 de diciembre de 2019
Lucecillas en mi mar.
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Buenos días!! dos textos preciosos, dos sentires mágicos. esos ¿sueños? nos dejan ademas de salitre en la piel alas en en el pensamiento. Un abrazuco
ResponderEliminarImaginar estar en una pecera, pero no encerrado, claro, ha de ser una maravilla siempre. Los sueños sueños son, pero entretanto, qué sensaciones, ¿verdad?.
EliminarUn abrazo y feliz día, Ester
Vivir bajo el mar...
ResponderEliminarQué paz debe haber ahí...
Buena adaptación.
Besos.
Y silencio, Toro, y silencio, con sensaciones de luz, la del sol en el medio acuático. Un apasada, seguro.
EliminarUn beso, marino, claro :-).
las tierras de israel y palestina tienen salida al mar, por lo que no sería raro que jesús se hubiera zambullido en algún momento en las aguas. aparte de caminar sobre ellas.
ResponderEliminarabrazos!
Sin duda pudo pasar que en esa época, algunos personajes históricos y/o religiosos pudieran bañarse en sus aguas, pero me quedo con este mar pequeño, cuna de la civilización y sus vivencias actuales, que tienen luces y enormes sombras.
EliminarUn abrazo y feliz noche
Un bonito Belén donde como bien dice Chema todod tiene su lógica por algo tan bien se dice que el hombre viene del mar ...algo de verdad habrá ..Un post refrescante por todo hasta por su forma de contarlo .
ResponderEliminarAbrazos amiga y feliz jueves llenos de emociones .
La temática de este año es curiosa, pero menos que la que recuerdo, galáctica y que era chocante a más no `poder. Aquí los animales clásicos, haciendo submarinismo eran imaginativos.
EliminarMe alegra que hayas sentido refrescante este post, porque las burbujas del cava son, parcialmente, ese paraíso marino que atrapamos en la copa. ;.)., Un abrazo
Esa sensación ingrávida y de silencio... Y de envoltura... Precioso tu post, Albada.
ResponderEliminarMil besitos y feliz día ❤️
No he hecho submarinismo. Y estoy segura que disfrutaría una barbaridad, porque lo poco que he nadado en inmersión, ese silencio abrumador y precioso me encanta, así como ver cómo se mueven las algas.
EliminarUna abrazo grande y noche feliz.
Intensas sensaciones tras una cena típica. A veces, en estos días de navidad y año nuevo se filtran todo tipo de recuerdos, sensaciones, emociones y sentimientos.
ResponderEliminarUn abrazo grande
Sensaciones sobre todo. En mi caso no hay nochebuena igual a otra, y así ha de ser. Todas ellas evocan recuerdos infantiles pèro desde la adultez, cada año conlleva nuevas experiencias de mi gente.
EliminarUn abrazo grande y por una noche con sueños plateados
Hermoso. Para experimentar esa sensación ya hay hoteles que te permiten dormir en una habitación burbuja. Así poder vivir tu sueño.
ResponderEliminarFelicidades 🥂
Pues vamos a mirar por internet. He visto unos con habitaciones como de iglú transparente, para ver auroras boreales. Bueno, aquí en Tarragona para mirar cielo, pero iré buscando :-)
EliminarUn abrazo y felices fiestas
Debieron de ser unos momentos preciosos...
ResponderEliminarUn abrazo.
Extraños, bellos, y muy íntimos. Gracias.
EliminarUn abrazo
El mundo del silencio, con luz propia para ver, lo poco que los sentidos no aprecian.
ResponderEliminarUn beso.
Es que hay sentidos, cinco, que no llegan a experimentar lo que yo quería describir, pero espero haberme acercado. :-)
EliminarUn beso.
Luces que iluminan y propician la magia de soñar todo un mundo para disfrutar.
ResponderEliminarUn beso dulce.
La verdad es que con pocos elementos, un poco de imaginación y un estar despierto en los sentidos, hay universo precioso para imaginar o sentir.
EliminarUn abrazo, Dulce, y feliz noche
Vivir bajo el mar y cubierta de escamas. Una sirena real que además sueña en un mundo marino pleno de belleza, pero que no puede olvidar el beillo de las estrellas.
ResponderEliminarPrecioso relato.
Besos.
Es un matiz de noche posible, de noche inventada, que bien pudiera ser esbozo de lo que se puede sentir, si uno quiere, claro.
EliminarBajo las estrellas, con, o sin luces de artificio y navidad, podemos idear un universo de sensaciones. Estoy segura. Un abrazo, Juan L.
Precioso texto, me gusta como vas diciendo las cosas y explicando tus sensaciones...
ResponderEliminarEs un placer leerte.
Un abrazo enorme.
Muchas gracias. Voy escribiendo, como que a vuelapluma, en este caso adaptando una tercera persona a una primera, coincidiendo con ver el atardecer en una playa contigua a la de Salou. La temática me pareció tentadora, eso sí.
EliminarUn abrazo grande
Ohh ha sido como sumergirme en el agua,sentir la luz traspasando la superficie, sentirme engullida por el silencio...
ResponderEliminarQué placer tan grande leerte!
Tienes el don de saber narrar con acierto las sensaciones que nosotros hacemos nuestras al leerte!
Un besote.
Bueno, me halagas, pero si en verdad me hubiera encontrado en la noche cerrada en ese lugar, ya verías que era muy fácil :-)
EliminarUn abrazo y feliz día
Qué sueños tan bonitos, gracias por acercarnos a ellos. Abrazos.
ResponderEliminarHe soñado situaciones preciosas, como estar en una lluvia que caía desde ambos lados, además de arriba. Esto no lo he soñado, sino imaginado, pero tal vez se parece mucho.
EliminarUn abrazo y por un día lleno de sensaciones gratas.
Bajo el mar...¡Qué sensaciones se experimentarías si pudiéramos vivir allí!Un beso.
ResponderEliminarYo envidio a los submarinistas, ya ves. Creo que sin vivir bajo el agua, están el medio lo suficiente como para sentirse un pez :-)
EliminarUn abrazo, Rita
Qué bonita creación de sueños y sensaciones. Te has impregnado del olor del mar, de su salitre.
ResponderEliminarUn relato precioso.
Besicos.
Me alegro te haya gustado. Sí, este año el nacimiento, por cierto, con ejecución que diría floja, daba la oportunidad de imaginar.
EliminarUN abrazo
Momentos únicos, mágicos, que perduran en el recuerdo. Bello leerte amiga. Saludos y abrazo a la distancia.
ResponderEliminarSon momentos mágicos, aun siendo imaginados, y así intenté expresar la sensación.
EliminarDesde una orilla de mar, un abrazo grande, Sandra
Instantes que envuelven en un estado real lleno de magia, unos momentos que quedan en la retina de la mirada, los que tenemos el mar cerquita sentimos el influjo que tiene y la inspiración que nos crea. Mis felicitaciones por los dos textos una coincidencia sin duda.
ResponderEliminarBesos!!
Instantes posibles, sobre todo si tienes el mar al alcance y te ponen un nacimiento tan marino. Imaginar es, en parte, estar.
EliminarUn abrazo y feliz día
Siempre es un placer leer tus relatos y compartir sueños tan bonitos. El mar y tu imaginación nos traen entradas preciosas.
ResponderEliminarLuces azules y un abrazo.
Muchas gracias. Me alegro que te haga imaginar, porque es fruto de mi imaginación, si bien los temas marinos siempre son inspiradores, así que mérito, poquito :-).
EliminarUn abrazo y feliz sábado.
Será la magia de la Navidad que hace los sueños realidad. De ahí el salitre en la piel. Preciosa narración.
ResponderEliminarBss.
Estoy segura. La magia hace que el salitre, junto con los reflejos de las lucecitas, hace que cobren vida un escenario, posible.
EliminarUn abrazo y porque las luces azules y blancas sigan iluminando la noche, aun cuando las apaguen.
Un texto muy etéreo me ha parecido. Bello.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
Muchas gracias.
Muchas gracias Malque. Estos textos, casi oníricos, pueden ser etéreos y de fácil identificación.
EliminarUn abrazo grande y por un sábado de ensueño y de bellos sueños.
Esa magia queda grabada en nuestra piel, el mar siempre es fruto de inspiración querida Campirela, vivir en el fondo del mar sería maravilloso, me ha encantado este texto, mi felicitación siempre por tu buen hacer.
ResponderEliminar¡FELIZ AÑO NUEVO, AMIGA!
Que este año te traiga todo lo que te haga feliz.
Un abrazo con mis mejores deseos.
La magia del mar se impregna en la piel, es verdad. Poquita cosa basta paar hacer volar la imaginación y sentirse sirena, o pez payaso :-)
EliminarUn abrazo y por una salida de año estupenda. Felzi sábado, Carmen
Muy bonito Albada, me quedo con esa luz dentro de la mano cerrada, te la robo para iluminar el nuevo año. Gracias por el descubrimiento de tu blog. Nos seguimos leyendo. Un abrazo y te deseo doce años de razones para ilusiones y sonrisas.
ResponderEliminarQuédatela, era mágica :-). Seguro nos trae instantes precioso en el año que está por entrar,
EliminarNos leemos, seguro. Un abrazo y feliz salida de año.
En estos días de euforia y de esperanza, no es difícil vivir sensaciones inimaginables en los días en que la rutina nos tiene atrapados. La combinaciçon de luz y sal marina puede tener efectos milagrosos, je,je.
ResponderEliminarUn abrazo y felices fiestas, Albada.
Sin duda, entre el mar, la oscuridad cerca de las olas y los momentos familiares gozosos, no es difícil encontrar experiencias y sensaciones oníricas y luminosas.
EliminarUn abrazo grande, Jospe Mº
Bonito relato lleno de poesía. Me ha e4ncantadfo.
ResponderEliminarEn el blog de josefa hay una entrada nueva que me gustaria que comentaras.
Besos.
La he visto, creo que es vuestro tío el autor y es de una hechura impecable. La buena poesía siempre está viva, y siempre nos hace latir. Gracias por compartir.
EliminarUn abrazo y por unas fiestas en familia, con salud y felicidad.
Es un texto encantador, y el título nuevo me gusta mucho :)
ResponderEliminarUn abrazo, y que tengas muchos ensueños más.
Me alegra que te haya gustado. Es una ensoñación, como bien dices, que bien pudiera ser exacta y fiel a la realidad.
EliminarPor muchos ratos mágicos, de nos saber si estás dormida o despierta. Un abrazo y feliz salida de año
eres unica en tus letras grandiosa y con magia
ResponderEliminarMuchas gracias. Por unos día felices.
EliminarUn abrazo.
Y además, del mar venimos, del océano viene la sagrada vida, lindas letras alucinadas.
ResponderEliminarPaz, risas y armonía en 2020 y siempre
Isaac
DEl mar venimos, por eso su cadencia, su sonido arrullador nos calma, nos centra, nos alimenta. Porque nos ofrece el refugio de un hábitat primigenio, o del claustro materno, quién sabe.
EliminarPorque la Paz, la salud y la alegría no nos dejen en esta salida de año y nos reciba el próximo con abrazos y caricias, de mar también. Un abrazo, Isaac
Lo cotidiano en sí mismo es ya maravilloso. Yo no hago más que leerlo de ti.
ResponderEliminarQue la felicidad cubra tu corazón. que te falten muchos textos por escribir y que la salud te acompañen en cada nuevo impulso para hacerlo con inspiración.
Un abrazo grandioso y gracias por todo lo que tú y yo sabemos.
Lo cotidiano, en estas fechas de adornos, nos hace mágicos a ratos, construyendo escenarios absurdos pero bellos, y esa es la gracia de cada día.
EliminarQue las musas te rodeen, con su aliento, para que el año que pronto entrará por la puerta, llegue cargado de magníficos textos y éxitos . Que la amistad que nos une siga siendo así de plácida y provechosa. Uno grande hoy desde cerca del mar.
Realmente aprender a mirar el mar es el regalo perfecto, el que no se agota ni caduca. Sabio el padre en su viaje la sur. No recuerdo haber leído este texto, pero el fragmento es muy válido. Mirar al cielo es una asignatura también deseable y que diría de obligado cumplimiento, pero cuanto más niños son los ojos, mejor aprenden a mirar.
ResponderEliminarUn abrazo y por el mar, con sus quimeras, sus tesoros, su paz.
Me encanta la sensación de irrealidad o surrealidad que transmite tu texto. Me invita a quedarme en él
ResponderEliminarUn abrazo grande
Quédate en él, Alis, que ese fondo de mar imposible nos acompañe, nos serene, nos cobije en este año nuevo.
EliminarUn abrazo grande