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En los cinco años de relación habían
llegado a conocerse, pero poco. Estabilizadas sus dolencias, él muy mejorado de
su cardiopatía, y ella pudendo caminar con soltura, la relación estaba basada
en la ternura y la complicidad. El confinamiento les obligó a estar juntos
todas las horas de día, y las bromas de él, o su insistencia en llamar la atención,
pasaron a ser más difíciles de tolerar. La necesidad de soledad de ella, o la
ausencia de momentos de relax, como caminar o ir a la piscina se hicieron inalcanzables.
Y así, en el aire enrarecido, cualquier cosa podía ser una chispa para una
explosión. Ésta podía haber sido pequeña y de fácil control, pero él primero, por
ese orgullo viril tan latino, y luego ella, por estar cansada, decidieron dejar
que la explosión hiciera halo.
Él debía marcharse, pero el
virus condicionó un mes y medio de convivencia tensa. Él en sus dos habitaciones,
ninguna soleada, y ella dejando el comedor y la cocina libres para la comodidad
de él, quien no quería cruzarse con ella. Suerte que uno de los aseos era sólo
para él, pensaban ambos.
Pudieron alquilar un piso
donde él anhelaba. Tocando al mar, con las dos habitaciones que necesitaba,
luminoso y amplio. Los meses fueron pasando. Él no podía aceptar haber sido invitado a
irse, pero cuando se le cuestionó por qué pedía más dinero del pactado, el
rencor fue creciendo hasta suponer que ella le había ayudado y cuidado sólo para
dejarle tirado después. El coronavirus se había transformado
en una confabulación. En la excusa del tsumani perfecto planeado por ella, para
humillarle, y ya nada podría hacerle entender que esa paranoia estaba fuera de
lugar. Tal vez llegaría el instante en el que viera, con claridad meridiana, que
su amor fue correspondido. Pero tarde.
Esperaba un punto de giro, hacia una feliz resolución, que no llegó.
ResponderEliminarEstas circunstancias no son propicias.
Bien contado.
Un abrazo.
Seguro que en muchas relacione ha habido un punto de giro, de inflexión, pero elegí esta otra manera, la de dejar cerrada una puerta que podía haberse dejado entornada.:-)
EliminarUn abrazo
Es tan real que se pueden palpar los sentimientos de tus personajes a través de tu relato. Esta genial 😘😘
ResponderEliminarLes imaginé de edad más que mediana, atrapados en las trampas de la convivencia, pero seguramente ha habido parejas jóvenes que se reforzaron, o que rompieron, más que parejas maduras, creo.
EliminarUn abrazo, y por una semana bonita
Un relato que ha ocurrido en el mundo real, la convivencia continua hace estragos.
ResponderEliminarUn buen relato.
Besos
Hasta las vacaciones, con la obligación de convivir, hace estragos, en parejas ya tocadas, claro.
EliminarUn abrazo
Completamente de acuerdo con Carmela. La convivencia hace estragos y la hiperconvivencia, pues peor.
ResponderEliminarDuro como la vida misma y que seguro, con esto del virus, muchos podrían suscribir
Besos y abrazos, amiga
Creo que ha puesto punto final a historias que pendían de hilos, esos que los ratos de trabajar fuera, o de tener aficiones, sujetaban.
EliminarCada persona necesita un espacio, físico, pero sobre todo mental. Un abrazo, amigo.
La convivencia no es fácil y este coronavirus la ha puesto a prueba en muchos hogares. Muy real, Albada.
ResponderEliminarMil besitos y feliz semana ♥
Muy real, aunque no sé si la situación económica permitirá muchos divorcios, lo que podrá ser aún más devastador. Ojalá me equivoque.
EliminarUn abrazo, y por un día bonito.
del amor al odio no hay más que un paso, sobre todo cuando hay malentendidos que no se han hablado... y la pandemia tampoco facilita las cosas.
ResponderEliminarabrazos!
La comunicación es primordial, siempre que dos quieran sentarse a hablar, si uno empieza con lista de agravios, el otro seguramente hará lo mismo, y así no se puede dialogar. La pandemia ha dejado presos a quienes ya tenían necesidad de volar.
EliminarUn abrazo
Está demostrado que la convivencia es el mal del amor, creo que es lo que mina esa pasión, no en todos evidentemente pero sí la mayoría de las parejas, por eso el respeto al espacio libre de ambos es tan importante mantenerlo siempre .
ResponderEliminarUn texto muy real .
Un fuerte abrazo y feliz semana.
Exacto, el espacio común debe permitir los espacios personales de cada quien. Y sí, si cada uno vive en su casa, las relaciones duran décadas, seguro.
EliminarUn abrazo
El virus o la situación de la pandemia, solo puede ser el detonante de algo que se gestaban antes, seguro ha pasado así en muchos hogares.
ResponderEliminarUn beso dulce y dulce semana.
Creo que ha afianzado a algunas parejas, pero es verdad que si estaban tocadas, las ha hundido, como el juego de los barcos.
EliminarUn abrazo
Un relato que es de la
ResponderEliminarvida real y a ocasionado
problemas en algunos casos,
me pareció muy bueno lo que
dices amiga Albada.
Besitos dulces
Siby
Es que hay países con meses de confinamiento, más o menos estricto, y eso no hay pareja tambaleante que lo aguante. Un mes puede que se aguanten, pero tanto tiempo es una bomba de relojería.
EliminarUn abrazo, y por una semana perfecta para ti
Un relato como de la vida real amiga Albada. Con esto del covid ha habido varios divorcios y separaciones a causa de la convivencia continua... Saludos y abrazo.
ResponderEliminarY los que habrá, si bien se firmarán menos divorcios, porque las economías han quedado muy maltrechas. Ojalá no lleve a más dolor en esa parejas presas.
EliminarUn abrazo, Sandra
Sentimientos y luchas en una situación que pudo ser real.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es que el confinamiento ha sido real, y veremos si no vuelve, espero que no, Rafael.
EliminarUn abrazo, y feliz día
De repente este 2020 ha puesto todo patas arriba. Por mi calle cada vez hay más carteles de "sel alquila" colgados de los balcones... Quiero pensar que la gente está buscando casa con terraza, y no en cosas más tristes...
ResponderEliminarBesos desconfinados
Es que está siendo un año muy duro, y el tema económico durará mucho, así que no se si se buscan pisos con terraza, que seguro que sí hay, o son pisos derivados de otros asuntos.
EliminarUn abrazo
Pues hay finales que son los correctos y los hay que pueden tirarse hacia atrás, sin embargo, hay frases, expresiones, o modos, que en mi opinión, no deben dejarse pasar, y es hay palabras que, como piedras, una vez tirados, no vuelven a atrás. El peligro de las palabras :-)
ResponderEliminarUn abrazo
Nada mejor que "darle su sitio" a la persona que amas y medir muy bien la intensidad, el tono y el sentido de las palabras a usar.
ResponderEliminarVuelvo y sigues igual de brillante.
Besos.
Ese medir no siempre se hace, y ahí está la clave de los desencuentros, creo.
EliminarQue´bien que vuelvas, Juan L. Un abrazo, y que hayas disfrutado mucho y bien.
Las situaciones un poco (o un mucho) límite, sacan a flote lo que estaba latente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Creo que esos temas latentes, no resueltos, son los que afloran en las crisis, sena del tipo que sean.
EliminarUn abrazo.
maravilloso tu texto
ResponderEliminarque mas puedo ponerte bella mujer hoy ....
un abrazo en silencio
Pues muchas gracias. Ese silencio lo tomo como de buena lectura ;.)
EliminarUn abrazo, Mucha.
Estoy segura de que es una de las vivencias que más han ocurrido en esta pandemia. A veces no es verdad que el roce hace el cariño.
ResponderEliminarBuena y feliz tarde.
El exceso de roce igual hace que se repelan, como imanes del mismo polo :-)
EliminarHay muchísimos casos parecidos a mi texto. Un abrazo
Estoy segura que en muchos hogares se ha dado el caso, no sabemos convivir cuando se trata de ello.
ResponderEliminarAbrazos y feliz semana.
Convivir nunca es fácil, incluso con uno mismo hay veces en los que no se está bien. Claro, dos no es igual que uno más uno, como dice Sabina.
EliminarUn abrazo, y por una semana bonita para ti.
Mi confinamiento han sido mis días de soledad.Conozco a un amigo que un día me hablo con un contexto del que tu te refieres y lo comprendo.
ResponderEliminarUn abrazo
Ese amigo sabrá entender el texto, seguro, porque me temo que han sido muchas las parejas que han ido al garete.
EliminarUn abrazo, amigo.
Un final a la altura del contexto. No podía ser de otra manera creo... a mi me pareció que la relación estaba condenada.
ResponderEliminarUn relatazo, como siempre!
Un beso grande.
Consideré otros finales, pero al no atajar el primer momento de la explosión, me pareció que no habái vuelta atrás. La paranoia podía haberse dado o no, pero el final era el mismo ya.
EliminarMuchas gracias, Luna. Un abrazo
Es triste, y posiblemente se hayan dado bastantes casos así.
ResponderEliminarBesos, buen relato.
Seguramente más de lo que pensamos. No sé si se reflejará en los juzgados en forma de divorcios, pero seguro ha habido muchos roces por la convivencia intensiva.
EliminarUn abrazo
Cuando un país cierra sus fronteras es que algo no va bién. Cuando llegas a una ciudad que no es la tuya, sientes el agobio de aislarte en un principio por no conocer a nadie...Sin embargo, cuando te meten en tu casa confinado o en la cárcel, en un hospital o que nadie te mire a la cara, nuestra mente responde a un aislamiento que resulta ser agobiador. Me temo que además de que una ciudad es fría de por sí, el coronavirus aunmenta ese aislamiento donde la gente se desespera. Me temo también que de seguir este camino volveremos a estar en casa y que este temor será a lo que de seguido suceda...El aislamiento es una palabra del desierto, de la nada; de algo que no te deja respirar mientras el temor se sube a tu cabeza y te dan ganas de gritar...
ResponderEliminarEn las ciudades el confinamiento ha sido más difícil de llevar, por el espacio, las vistas, los silencios frente al rumor perenne de los motores...Puestos a estar encerrados, qué mejor que el campo, es verdad.
EliminarUn abrazo, amigo
En este confinamiento ha quedado claro que las relaciones interpersonales son muy frágiles. Mis hijos son dos niños que se quieren y conviven bien, se separan 5 horas al dia mientras están en la escuela. Desde marzo están en el mismo sitio las 24 horas del día. Se han vuelto hoscos el uno con el otro. Pelean todo el tiempo, y en general no se soportan. Quiero pensar que es la pandemia. Saludos
ResponderEliminarHablas de niños que se quieren. Pues imagínate en parejas que ya tengan roces, los encontronazos pueden ser de órdago. Esta crisis de covid nos está demostrando muchas coas. Los insolidarios, por ejemplo. Ahora los negacionistas, por ejemplo. Aquí, Miguel Bosé, cuya madre murió por el virus, negando que exista. Es de locos.
EliminarUn abrazo, y por bonito día
Una perfecta descripción de lo que ha sucedido en algunos casos dado la nueva forma de vivir que ésta pandemia nos obliga a tener y nos ha hecho descubrir otros aspectos de las personas con las que convivimos. El final del relato estuvo buenísimo!!
ResponderEliminarSaluditos...
Pat
En todas las horas durante días y días, sale de paseo la realidad interna de cada quien, los modos reales, la valoración del otro afinada...en fin, todo lo que la convivencia normal permite ocultar. Recuerdo cuando dicen a una esposa: su marido es un asesino, y ésta dice...imposible, no mataría ni a una mosca, y es que final quienes somos en realidad lo filtramos, menos cuando se hace evidente, por un accidente cualquiera, como este virus.
EliminarUn abrazo
la convivencia nunca ha sido algo sencillo, más para personas que ya tienen cierta independencia fuera de la casa, el trabajo, los amigos... y cuando todo eso, de alguna forma, se congela, solo queda el otro... y empiezas a reconocer o desconocer... y ahí hay un pequeño bache.
ResponderEliminarEsta pandemia nos ha confinado, nos ha reconocido a nosotros mismos y hemos descubierto mejor al otro, y para esas otras mujeres y niños, la mayoría que les ha tocado estar con quien les hace daño, ha tenido que ser un calvario a cámara lenta.
Un beso, Albada.
Así es. Las primeras semanas no podía quitarme de la cabeza a esas mujeres maltratadas, qué infierno habrán vivido. Y niños dentro de las casas viendo las dinámicas familiares. En comparación este texto es almibarado.
EliminarUn abrazo grande
Boa tarde esperamos que esse tempo passe logo. Espero que possamos tirar aprendizado de tudo isso.
ResponderEliminarIremos saliendo, seguro, pero ha sido, y es, una crisis que va más allá de la salud.
EliminarUn abrazo
Cachis... siempre llegamos tarde los hombres.
ResponderEliminarGeneralizar es muy pobre, pero me temo que, salvo muchas excepciones, un poco tardíos sí que sois:-)
EliminarUn beso, Toro. Bona nit
Es difícil convivir, y cuando somos mayores e independientes, más aún. Muy buen relato.
ResponderEliminarmariarosa
Pues sí con la edad se madura, pero luego se acentúan los defectos. Creo que las cualidades también :-)
EliminarUn abrazo
la pandemia solo apresuró lo inevitable... tarde o temprano sería así... saludos
ResponderEliminarSon conflictos latentes los que salen a la luz, seguramente no había salvación para esa pareja.
EliminarUn abrazo
Tarde.
ResponderEliminarEncajar en el momento oportuno es todo un milagro.
Un abrazo!
Es encaje de bolillos. Es verdad. El momento oportuno y las formas son esenciales.
EliminarUn abrazo
Por estos tiempos de confinamiento, se han deteriorado las relaciones de muchas parejas, y por nimias cosas o presunciones. TU relato, aprecia esta realidad. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarEs que la convivencia a full time es muy pesada. Puede que aprendamos a respetar mejor y más los espacios, creo que sí.
EliminarUn abrazo, y feliz tarde
Pues así es, este confinamiento ha sacado a la superficie historias no resueltas.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz tarde.
Desde luego, la pandemia ha puesto a prueba a muchas parejas. Intuyo que el número de separaciones y divorcios aumentarán finalizada ésta.
ResponderEliminarUn abrazo grande
Sí, esta pandemia está siendo devastadora. Para todo, para la parejas seguro que también.
EliminarUn abrazo
Creo que la cocina es un hobby que puede dar muchas satisfacciones.
ResponderEliminarUn saludo
Duró, real, terrible.
ResponderEliminarMuy bien escrito.
Te felicito
Un beso
Pues me alegra que te haya gustado. Seguro que ha habido un montón de divorcios o ahí te quedas . Un abrazo
EliminarHay amores que matan el amor.
ResponderEliminarBesos apretados.
Hay amores que sobreviven mejor sin convivencias :-). Un abrazo
EliminarUna historia muy real. Qué difícil la convivencia y más durante un confinamiento donde las grietas se convierten en socavones.
ResponderEliminarMuy bien ejecutado. Felicidades, Alba.
Es difícil siempre. El cobfin9ha puesto punto y final a historias que ya estaban mal. Muchas gracias.
EliminarUn abrazo.