Siguiendo la propuesta de Tintero de oro
La noticia nos ha llenado de gozo y esperanza. A mi marido y a mí cuanto menos, ambos con defectos en la médula ósea, en teoría irreversibles, como tantos millones de supervivientes.
“Tras el holocausto nuclear de
2027, por primera vez, ha nacido un niño absolutamente normal”, proclamaba la
portada de un diario digital de USA. Yo me he comprado un detector de radiación
nuevo, para supervisar la disminución de nuestra contaminación, si bien las
aguas mantendrán un nivel de radón alto, según todos los estudios. Nuestra
huida a los Pirineos oscenses nos ha permitido ignorar, si ello es posible por
completo, los efectos en las personas que nos rodeaban.
Somos siete
mujeres y cinco hombres. Tres de nosotras estábamos en una misión de reconocimiento
a este planeta azul y pequeño. Pocos, sí, pero estamos
decididos a dar una oportunidad a esta especie tan extraña, autodestructiva y
necia. Nuestros dirigentes, ante la inminente destrucción a la que se abocaba
la especie, nos dejaron aquí tras un ultimátum. No. No aceptamos ser
rescatados. Ahora estamos abandonadas a nuestra suerte. Nuestra imagen y
composición es idéntica, y nuestros cromosomas son altamente similares a los
humanos tras haber pasado por una manipulación siendo embriones.
No sé cómo, en mi caso se dio una
circunstancia curiosa. Las tres habíamos escuchado hablar de algo que no podíamos
entender. Lo llamaban amor. Igual somos unas ilusas al apostar por la inteligencia
del ser humano. Seguramente, pero al menos, en mi caso, es que soy una optimista
sin remedio.
Palabras 250
Esperemos que esto nunca llegue a suceder. Aunque hubieran supervivientes a una catástrofe nuclear, habría millones de seres inocentes que pagarían por los pecados de sus dirigentes que no repararon en lo que nos traería el futuro.
ResponderEliminarUn abrazo.
El precio sería aterrador y definitivo. Espero que sepamos aprender, pero lo dudo.
EliminarUn abrazo
Que la imaginación que nos ofreces se quede en eso, un ejercicio de suposiciones. Abrazos
ResponderEliminarBueno, no quiero pensar que pasará. Pero como ejercicio estaba esa posibilidad, creo.
EliminarUn abrazo, Ester
Un personaje llegado del exterior sideral, digamos, no vería solamente los aspectos conflictivos de los humanos. Se asombraría -naturalmente, si conociera un poco el proceso histórico- de cómo de casi nada ha llegado a levantar culturas en el sentido más amplio y constructivo del término. Entre hacerse bípeda una pre-especie nuestra hasta hoy, independientemente de las manifestaciones de amor-odio, acogimiento-expulsión, protección-represión, etc., cada vez valoro más el tesoro que es en sí una especie capaz de evolucionar más allá de los órdenes de otras naturalezas. Ignoro si alguna vez se superarán los grandes dilemas que enfrentan a unos humanos con otros -las guerras, las carencias, los dominios aplastantes, etc.- pero desde luego si hay hecatombe nuclear, aunque sobrevivan algunos, es probable que todo se haya ido al garete. ¿Se empezaría a andar una nueva historia? Por supuesto, prefiero cualquier ficción como las tuyas a que la realidad más destructiva se imponga. Ah, y un dato que estos días se revela, incluso sin acción nuclear. La guerra en Ucrania está suponiendo limitaciones para exportaciones de materias con las que luego se manufacturan alimentos. De momento, es el Tercer Mundo el perjudicado. Eso sí que es ahora mismo un desastre para zonas del planeta. Y ninguna ficción. Pero ya se sabe, somos occidentales y vivimos de tocarnos el ombligo.
ResponderEliminarDisculpa mi digresión, pero cuando se tocan temas dolorosos me indigno (conmigo mismo en principio)
Con el agua y los alimentos los países pobres tienen siempre las de perder. Y no aprendemos, no sabemos sacar conclusiones de las experiencai previas, porque el ser humano es necio, pero sin paliativos. Desde fuera del planeta seremos, imagino, pobres idiotas, con una mente que no sabe aprovechar su propio talento para buscar el bien común y preservar el planeta, único hábitat que tenemos.
EliminarOjalá el futuro sea de verdad de rectificación. Un abrazo
Hay un principio biológico que se lama la lucha por la vida. Como no todos los humanos mantienen el mismo estatus y nivel de recursos en todo el mundo se produce el conflicto. Y ello desata infinidad de reacciones. No creo que sea cosa de necedad. Si preguntáramos al personal de todo el planeta qué entiende por bien común pondría cara de póker.
EliminarEs que hemos avanzado poco, porque el ser humano depende de ese bien común. Pero sea necedad de la especie o no, de manera individual todo lo vivo tiende a sobrevivir, adaptándose.
EliminarUn abrazo
Un relato futurista o tal vez ya real nunca se sabe los avances son extraordinarios en cierta materias de genética. Un abrazo y muy feliz semana.
ResponderEliminarBueno, en genética se podrán hacer muchas cosas, espero que sólo se lleven a cabo las buenas, por cierto.
EliminarUn abrazo
Es un bonito paseo en esta lectura de "ciencia ficción", felicidades.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un paseo poco halagüeño, pero quién sabe.
EliminarUn abrazo
Un relato inquietante de ciencia ficción que sin embargo no sentí que estuviera tan lejos de una realidad futura. Ojalá nos despertemos a tiempo para cambiar el camino que va tomando el mundo. Un beso!
ResponderEliminarNo quiero pensar que seamos tan idiotas, pero Eisntein decía que la idiotez humana no conoce límites. Puede que tenga razóin.
EliminarUn abrazo
No me creo que alguien de fuera se pueda creer que somos seres inteligentes.
ResponderEliminar;)
Un beso.
jajaja, a la vista de nuestros "logros" yo tampoco.
EliminarUn beso
Tal parece que el amor sobrevive a cualquier holocausto.
ResponderEliminarUn beso dulce y dulce semana.
Bueno, es que soy una optimista irredenta, no creas :-)
EliminarUn abrazo, Dulce
Atrapa su tinte futurista, y esas tres hermanas insertadas en la tierra, en reconocimiento del planeta. Cierto no estamos solos, y los terrícolas vivimos empeñados en caminar hacia el abismo. Un abrazo. carlos
ResponderEliminarEs que vamso de cabeza al abismo, y seguimos guerreando por tonterías de egos. No les entiendo.
EliminarUn abrazo
De ciencia ficción, pero ¡Ojo!, muchas veces la ficción supera a la realidad, que no sé dé en este caso.
ResponderEliminarUIn fuerte abrazo y feliz semana.
No creo que seamos tan estúpidos, pero claro, el factor humano, es eindividual, es a veces lo que fastidia todo.
EliminarUn abrazo
Los finales esperanzadores son los que aportan luz a toda suposición. Gran relato, Albada.
ResponderEliminarMil besitos para ti y feliz semana ♥
Hay que buscar finales con futuro, aunque no lo tenga claro. Gracias.
EliminarUn abrazo, y feliz martes
Muy interesante y original
ResponderEliminarbsss
Gracias. Un abrazo, y bonito día
EliminarInquietante! Y el final con tu frase de optimismo , se rubrica que no debemos perder la esperanza en que en algún momento las cosas cambien o mejoren... Gran relato!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo con toda mi admiración!
Soy optimista por naturaleza, pero a veces las estadísticas me abruman. Espero que sea ficción sin más.
EliminarUn abrazo grande, Luna
Maripau, desde luego el personaje no puede ser más optimista, con un poco de suerte nos lo contagia.
ResponderEliminarNo será mala noticia que quede gente para entonces.
Un beso.
Si uno se para a pensar, el optimismo no cabe, pero hay que pensar en positivo, por si acaso :-)
EliminarUn abrazo
Ojalá tu relato sea simplemente una distopía futurista. Que no sea profético.
ResponderEliminarComo siempre...Un placer leer tus escritos.
Un beso grande
No lo será, pero podría ser, por desgracia.
EliminarUn abrazo, y muchas gracias, Ana
Un cuento de ciencia ficción muy bueno Maripau, Ray Bradbury aplaudiria tu ingenio.
ResponderEliminarmariarosa
Para que se no acabara la especie me inventé esas visitantes, pero quiéns sabe, igual somos listos al final.
EliminarUn abrazo.
Hola guapa , por un momento creí que ibas a decir , que estaba la protagonista de tu relato , embarazada siendo los nuevos humanos en un mundo muy parecido a la tierra.
ResponderEliminarBesos de flor.🤗🥰🌺
Bueno, era la intención, que se animaran a procrear. Pero en ese mundo tras ese holocausto final, no sé si valdría la pena :-)
EliminarUn abrazo
Si querida, optimistas sin remedio, eso somos
ResponderEliminarPaz
Isaac
Sí, lo mío es perseverar en creer en el ser humano, pero muchas veces me planteo si nos será un mecanismo de defensa, ya ves.
EliminarUn abrazo
La naturaleza es sabia , y tiene la cualidad de auto construirse, aprende de los errores y siiiiempre queda una semlla por ah´que da la esperanza de vida..... sólo falta agua y tiempo.... y como el tiempo es una ilusión, sólo nos queda esperar.
ResponderEliminarOjalá no seamos tan idiotas, pero capaz de acabar con la especie. Yo opino que la naturaleza, por poca oportunidad que le des, sigue adelante.
EliminarUn abrazo, Gustab
Esperemos que tu noticia nunca llegue a ser verdad , la situación que narras no es la propicia para ser optimista.
ResponderEliminarUn abrazo Mari Pau
Puri
Pues espero que no, pero el ser humano es muy necio.
EliminarUn abrazo
Alienígenas salvándonos de nuestra propia destrucción cuando tendemos a pensar mal de ellos sin darnos cuenta que el ser humano se basta y sobra para darse por saco a sí mismo.
ResponderEliminarGenial. Esperemos que al enamorarse la protagonista no la pifie.
Un abrazo.
Ahí vamos. Es una especie curiosa, desde fuera debemos ser muy raros, la verdad. Incomprensibles de hecho.
EliminarUn abrazo
Es curioso, que los alienígenas normalmente ven lo malo del ser humano.
ResponderEliminarPero claro, la ficción la escribimos humanos, que somos especialistas en autosabotearnos.
Por desgracia lo malo (o regular) pesa siempre más que lo bueno. Pero el presente no nos lo pone demasiado fácil.
Ven lo malo, porque es llamativa su capacidad de autodestrucción, seguramente.
EliminarUn abrazo, y feliz día
Hola, Albada.
ResponderEliminarEl ser humano lo destruye todo a su paso, somos nuestro peor enemigo. Pero también nos mueve algo de lo que debemos sentirnos orgullosos y es que es muy potente el amor, como bien describes al final de la noticia.
Un abrazo.
El potente impulso de proteger a los niños, por ejemplo, sí, el ser humano tiene cualidades, pero muchos defectos, no creas :-)
EliminarUn abrazo
Teníamos un poco abandonado el miedo a las armas nucleares, pero las acciones de Putin nos han vuelto a recordar que hay países que las tienen y las tienen en mayor medida que sentido común. Creo que en todos ha vuelto ese miedo que habíamos olvidado desde el fin de la Guerra Fría. Tu micro refleja ese miedo y por ello está de plena actualidad.
ResponderEliminarUn beso.
Ha reaparecido el miedo a lo nuclear, a las bombas atómicas, y una época dejada atrás. Pero la amenaza sigue, es indudable.
EliminarUn abrazo
Hola Albada. Un micro muy de actualidad tras la reedición de la guerra fría a la que nos están llevando las potencias dominantes en su afán por expandirse mucho más allá de sus fronteras, implicándonos incluso a otros países que ejercemos vergonzosamente de comparsas. Esperemos que ese futuro tan negro no se cumpla. Un abrazo.
ResponderEliminarExacto, estamos como en terreno de nadie, expectantes de qué demonios harán los locos con poder. No, no creo que se cumpla, antes tendremos problemas por el agua, imagino.
EliminarUn abrazo
Bueno, si a ellas se les ha pegado el amor, igual a nosotros se nos pega algo bueno. Porque algo bueno tendran ellos , digo yo, no?
ResponderEliminarBesosss amiga
Claro, jajaja, la tecnología, imagino.
EliminarUn abrazo, amigo
Sería muy triste y, lamentablemente, probable una catástrofe nuclear. Esperemos que nunca suceda porque podría significar la extinción de la humanidad.
ResponderEliminarBuen micro.
Un saludo.
Sería el fin de la especie . Pero aunque parezca irónico, pienso que hay quien sí desea apretar botones de destrucción masiva.
EliminarUn abrazo, y feliz día
Mantener siempre el optimismo, pese a todo. Esa frase final me encanta. Estupendo tu micro, Albada. Un cuento de ciencia ficción para reflexionar.
ResponderEliminarGracias. No creo que seamos tan idiotas, pero tal vez sí.
EliminarUn abrazo, y por el romanticismo.
¡Hola, Maripau! Puff, ojalá la próxima década nos deje la parte buena, la llegada de un civilización alienígena con buenas intenciones, y no ese cataclismo nuclear que sin duda significaría el fin de nuestra especie. Una noticia que da luz en la oscuridad, que atisba un futuro en el que la esperanza que nos trae el nacimiento de ese niño quizá logre un nuevo comienzo y una nueva oportunidad para la Humanidad. Si hace diez años nos hubieran dicho que el holocausto nuclear volvería a preocuparnos, sin duda no lo hubiéramos creído. En fin... Estupendo aporte! Un abrazo!
ResponderEliminarCreo que puede que unos extarterrestres podrían enseñarnos a no matarnos. Pero entretanto o ponemos medidas, o vamos a una exterminación de especie, por nuestro envenenamiento general :-)
EliminarUn abrazo, y gracias a ti por tus desvelos
Espero que les vaya muy bien :) y que después de la tormenta viene la calma suele decirse. Después de un cataclismo nuclear nunca se sabe. Enhorabuena por la nota de prensa.
ResponderEliminarOjalá sepamos evitar la autodestrucción, pero somos muy necios ¿eh?
EliminarUn abrazo
Tal como están las cosas una catástrofe nuclear es muy posible, esperemos que no llegue a suceder. Me gusta la nota optimista que rodea la nota. Veremos qué dirá la prensa del futuro. Saludos.
ResponderEliminarNo creo que llegue a ser, pero nunca se sabe, somos idiotas.
EliminarUn abrazo
Hola, Albada Dos. Parece que nuestra especie se empecina en demostrar que no tiene capacidad para la convivencia simbiótica con el resto de especies biológicas con las que está emparentada en mayor o menor medida, Eso quizás sea nuestra perdición o tal vez nuestra obsesión por dilucidar cualquier discrepancia en nuestra especie a bombazo limpio. Buen micro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Somos una especie muy especial. Dotados de unas cualidades excelsas, y de una maldad sin límites. Ojalá aprendamos algún día.
EliminarUn abrazo
Hola, Albada. Un cuento muy sugerente el que nos presentas. Me ha gustado el tono. Esperemos que nadie pulse el botón rojo. Saludos.
ResponderEliminarOjalá no haya locos tan orates, pero la condición humana es así de imprevisible. Y loca.
EliminarUn abarzo
No es un imposible lo que planteas, Albada. Tenemos la espada de Damocles sobre nosotros con la amenaza nuclear. Terrible.
ResponderEliminarEs penoso, pero podría ser. Somos muy necios.
EliminarUn abrazo
Hola, Albada Dos. Vaya giro más inesperado le has dado. Con ese principio no me lo esperaba para nada. Muy buena la idea, y llevada de forma magistral.
ResponderEliminarMe encantó.
Un abrazo!
Gracias, la idea era que algunos especimenes de otro lugar nos qusieran avisar, y no les hicierámos caso.
EliminarUn abrazo, y gracias
Hola, Maripau. Malas noticias para la humanidad en un buen relato distópico. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, pero igual necesitamos un nuevo partir de cero, quién sabe. :-)
EliminarUn abrazo
Al menos parece que triunfa el amor, y eso que las circunstancias no son las más idóneas.
ResponderEliminarUn relato cargado de imaginación y optimismo, como el que manifiesta nuestra protagonista.
Un saludo.
Si triunfa el amor nunca es mala cosa, pero sí, imaginé malos tiempos. Lo normal con el ser humano
EliminarUn abrazo
Un futuro oscuro y desolador nos propones, Albada. La raza humana deberá perecer, y solo se salvará el amor en manos de extraterrestres que ni lo conocen. Ojalá hagan buen uso de él.
ResponderEliminarUn abrazo
Esa es mi hipótesis, tal vez totalmente negativista, pero es que somos una especie muy extraña.
EliminarUn abrazo
Ojalá nunca ocurra esto, aunque tanta arma nuclear en manos de descerebrados, cualquier cosa es posible. El amor sería la solución, pero podrían empezar a aplicarlo desde ya los humanos. Excelente micro! Un fuerte abrazo!
ResponderEliminarEl amro sería la solución antes. Y lo veo improbable, por eso confío, en la ficción, en una ayuda externa para poder partir de cero nuevamente.
EliminarUn abrazo.
Hola, Albada. El reseteo humano igual que el de un ordenador que anda mal parece una solución drástica, pero inevitable si no arreglamos antes las cosas. Saludos.
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