- Estamos perdiendo un tiempo precioso, no soy yo quien le
necesita, le dije al psiquiatra.
- No se preocupe, que tenemos toda la noche, acabo de entrar
de guardia y hasta las ocho no acabo, así que tranquilito y por favor me repite,
desde el principio, la historia de Paquita...
- Vinuesa, Paquita Vinuesa, una niña de diez años que tiene a
sus padres cortados a trozos y en su congelador y que parece que no le importa a
nadie. Se los va comiendo poco a poco, grité desolado e impotente.
Sí, ya lo sé. Estaba muy
enfadado, por la pachorra de la maldita burocracia. Sé que me puse violento y
que agarré por las solapas al médico, quien llamó a seguridad. Sé que frente a
esos dos armarios me puse de los nervios, porque querían sujetarme y yo no
soporto que me aguanten por los brazos.
Al final me dieron una
medicación, y pude convencerles de que estaba bien, que ya no imaginaba haber
visto cuerpos troceado en ninguna nevera y que había soñado, de manera muy
vívida, con una alumna de cuarto, llamada Paquita y que es muy especial.
Me colé tras ella, con la
copia de una llave que había bajo el felpudo. La vi sacar de la nevera una
pieza de carne. que me pareció de una
pierna de hombre, Luego puso aceite en un recipiente de aluminio, asentó la
pieza, y lo metió al horno. La vi entrar en el lavabo, escuché la ducha y me
agazapé tras la puerta, con el cuchillo en la mano.
Cuando la hube hecho pedazos manejables, llené con ellos el congelador. En el colegio fui yo quien justifiqué la ausencia de la nena durante la semana siguiente. El resto ya se lo imaginarán. Seguí mi vida normal, no iba a confesar así de pronto ser el asesino de una niña, pero me aficioné a cenar un estofado de carne muy tierna. La vecina de esa familia debió de sospechar algo. Me la imagino mirando por la mirilla, todo el día, y atar cabos.
- - No, señor comisario. No tengo remordimiento
alguno, le había dicho a otro policía. Era un ser depravado
y maléfico, añadí.
- - Bueno, pero por qué la despedazó, me
preguntaron todos. Y es que tras el policía fue un psiquiatra quien me interrogó.
-
- Porque no merecía morir sin sufrimiento. Dije, y lo sigo pensando.
Por
supuesto, al ser descubierto no negué ser el autor del crimen, y ahora llevo dos años ya en el pabellón
de crónicos y vivo tranquilo. Algunas noches Paquita viene a verme y
charlamos, de todo un poco, pero sobre todo, de las melodías que se escuchan
al masticar la carne humana. Siempre le
digo que la suya es la mejor, porque es la más tierna, y suena a arpa, pero ella
insiste en que la de su madre era casi dulce, y que cuando la comía, los violines
se escuchaban divinos, como de ultratumba, me dice, sonriendo. Ser su profesor ha sido muy duro. Eso sí, los dos tenemos sinestesia, pero dudo que vuelva atraerme la docencia
Mi
abogado se puso tan pesado, que a punto estuve de planear su muerte, pero a
sabiendas de que no sería tan fácil como con Paquita, dejé de luchar por
demostrar que no estoy loco. Ahora calibro la textura de quienes me atienden.
Hay una enfermera de noche, bajita y de poco más de veinte años que debe saber
a gloria. La chica está de muerte.
Hannibal Lecter ha creado escuela.
ResponderEliminarEste no le va a la zaga...
Besos.
Era una peli impactante. El canibalismo es lo último del ser humano, pero es que la nena salió muy retorcida :-)
EliminarUn beso
Los sabores y texturas que nos perdemos. Visto con una ligera aprehensión social la cosa no debe de estar tan mal.
ResponderEliminarUn beso.
Dicen que los tigres que comen carne humana se aficionan, pero no quiero saberlo :-)
EliminarUn beso y feliz martes
Ayy qué imaginación! IMpecable relato que deja helada la sangre! Muy bueno!
ResponderEliminarUn abrazo!
Gracias. Hay niñas extrañas, pero pro supuesto, a estos extremos no llegan, creo.
EliminarUn abrazo
Y con que calma se come carne humana en tu relato, que imaginación que manera de construir un crimen y planear otro y yo solita aquí en tu blog, menos mal que no estoy tiernecita. Abrazucos
ResponderEliminarjaja, el lobo de Caperucita tal vez se precipitó comiéndose a la abuela :-)
EliminarUn abrazo, Ester. Lindo martes
Desde luego es para volver loco al mejor psiquiatra ..me encanto amiga que bueno ..y sobre todo como el individuo relata la textura de la carne y encima le viene a visitar Paquita toma ya ... Bravo amiga te quedo pero que muy muy bien ..Un fuerte abrazo y feliz mes de Julio.
ResponderEliminarHay pacientes tan herméticos, en un universo tan lejano, que son desafíos para la ciencia, no me cabe duda. El mundo infantil puede ser muy cruel :-)
EliminarUn abrazo y por un mes precioso
vaya, con casos así, a los psiquiatras no les vale sólo con recetar pastillas y dar consejos de cuñado sabiondo...
ResponderEliminaren la novela 'los renglones torcidos de dios', muchos aprendimos que los paranoicos se imaginan cosas irreales en su mente, pero son capaces de razonar correctamente en todo lo que no se refiera a su paranoia. la mente humana es fascinante.
abrazos!
La patología mental es un desafió siempre. Quizás tienen dos mundos, entre la cordura y la razón y la insanía, y somos nosotros quienes dejamos de vivir ese mundo irreal. Ha de ser horrible de hecho. La mente es de verdad fascinante, con qué poder, por Dios.
EliminarUn abrazo y buen martes
Esa mente maquiavélica... Qué gran relato!! Me ha encantado, es genial tu imaginación, aforo los relatos así... la Psique al poder.
ResponderEliminarTe felicito, Preciosa.
Mil besitos con cariño y feliz noche ❤️
Hay niñas horribles. Niños también, pero aquí, llevada al extremo, daba pie paar que alguien, harto, le diera una lección, extrema también. Ficción.
EliminarUn abrazo grande
Siempre con ironía...
ResponderEliminarUn abrazo.
Un pelín de ironía nunca estorba. Truculento pero sin sangre :-)
EliminarUn abrazo, Rafael
Macabro sin duda, pero lo relatas tan bien que hasta suena tierno cuando habla de la enfermera. O seré yo el macabro? :)
ResponderEliminarUn beso dulce y dulce semana Albada.
Gracias. Yo disfruto escribiendo, e imagino que por eso puede leerse sin sufrir. Creo.
EliminarUn abrazo y feliz martes, Dulce
Macabro relato amiga, me dio escalofríos al imaginar.....saludos y abrazo.
ResponderEliminarUn poco tétrico sí salió. Son textos imaginados, con más humor que reflexión sobre el canibalismo, claro.
EliminarUn abrazo y feliz día
Un gran relato, muy impactante ...
ResponderEliminarUn beso.
Muchas gracias, Carmen. Voy a cambiar la imagen, por cierto
EliminarUn beso y buen martes
Si me comen, espero que sea de otro modo. Aunque doy para un asado para familia numerosa, jajajaja.
ResponderEliminarNo dejas de sorprenderme!
Un abrazo grande
Ay sí, estar para comerse es una expresión que decimos a los niños por aquí, a menudo además. Claro, que se nos coman a besos, lametazos tal vez :-)
EliminarBueno, mi pluma es muy errática, y tira para donde quiere :-). Un abrazo grande
Vales lo mismo para un roto que para un descosido. Todo lo tocas y en todo sales mucho más que airosa. Luego hablas de la imaginación de los demás, pero tú no andas precisamente escasa.
ResponderEliminarMagnífico relato.
Feliz día.
Un abrazo.
Lo tuyo es un ingenio son parangón. Con imaginación, que también :-). Gracias, creo que soy temeraria, en todo caso, y un día me estrellaré, es broma.
EliminarDe nuevo gracias, Macondo. Un abrazo y pro un martes genial, nada truculento
¡aaaaajjjjjjjj Aldaba!
ResponderEliminary yo que mientas como mi almuerzo
me dije, vengo aquí a leer que escribieron
mis amigos blogueros.
Puaaaaj
Fuera de este pequeñísmo detalle, el relato está muy bien narrado.
Besos
jaja, Lamento se te indigestase el desayuno, Myriam, pero es que los textos son ficción, pura ficción :-)
EliminarUn abrazo grande, y feliz tarde
¡Madre mía, qué espanto! Este si que es un cuento de terror y lo demás son tonterías.
ResponderEliminarUn beso
Bueno, tú no llegaste a conocer a Paquita Vinuesa, alumna recordada por su maldad absoluta :-). En serio, es un puro teatro.
EliminarUn abrazo y por una tarde tibia y amable
¡Terror puro, Albada! Tu versatilidad es asombrosa.
ResponderEliminarSuculentas descripciones, y por lo visto, el profe no se da por vencido y va en busca de más.
Abrazote.
Tal vez quien prueba repite :-). Truculento, tal vez, pero me he divertido escribiendo, por lo absurdo de la situación. La ficción y sus formas
EliminarUn abrazote y por una tarde bien bonita
Es divertido el relato, pero no es del todo irreal. El canibalismo ha existido, y automáticamente no pensemos, por favor, en África. ¿Sabes que en ciertas épocas de hambruna, en Edad Media, en países centroeuropeos hubo antropofagia? ¿Que los niños desaparecían por los caminos? Suena a cuento, pero...
ResponderEliminarNo, de cuento nada. Ha habido hambrunas que se superaron gracias a la patata, venida de las Americas. La antropofagia creo que es el ultimo tabú. Una vez superado, no sé, podría verse como algo natural. Es un decir, porque yo no me imagino en la situación. Quién sabe.
EliminarUn abrazo y feliz día
Bueno, pues muchas gracias. Hay personitas que son horribles, pero no hay para tanto :-)
ResponderEliminarUn abrazote, Evan
Por desgracia estos relatos son reales, muy buen texto, correctamente compuesto del tema que nos lleva. Pienso que es fácil decir cuando una persona o personas cometen alguna atrocidad así o peor, pobrecitas están locas, la mayoría no lo están y saben perfectamente lo que están haciendo, eso es lo que da miedo de verdad.
ResponderEliminarBesos y feliz día.
Creo que la demencia o lo que tenga esa nena está fuera de mi alcance, pero por supuesto sería inviable. La reacción del profesor era correcta, quería detener a esa nena, pero no le hacen caso. ¿Por qué le pongo en la tesitura de, a su vez, ser un asesino y caníbal?, bueno, es ficción. Si dejo que la burocracia, lenta o no, actuara, el texto quedaba muy cojo, creo :-)
EliminarUn abrazo y feliz tarde, Rosana
¡Lo que provoca la burocracia!
ResponderEliminarAhí voy a parar, esa burocracia que nos limita tanto, seguramente adrede. Mira, sin entrar en detalles, tenía que hacer el carnet de familia monoparental y mi hijo menor pronto cumpliría los dieciocho. Me lo denegaron por la falta de un papel. LLamé, y s eme dijo textualmente, señora, esperamos que se canse, y si acaso espere a que haga los años y ya no neecsitará ese papel. Lo hice. Me lo deniegan. Es que el hijo mediano ha trabajado, aunque estudie. Adjunte los ingresos del año pasado del joven. Era de telepizza, en finde, unas cuatro horas semanales, sobre 100 euros al mes. Pues tuve que adjuntar eso. Al fin me lo concedieron y resultó que no tenía descuento para la Universidad, sí para IRPF mío y para renfe. Nada más.
EliminarNo, está diseñado paar que te canses, como me dijeron. Un abrazo
Quizá el canibalismo no sea, en realidad, cosa de unos pocos, jeje. En la antigüedad, no era necesario estar loco para comerse a un ser humano. Hoy día eso ya no se lleva, aunque vete a saber de dónde o de quién procede la carne (sobre todo la empaquetada) que compramos, jajaja.
ResponderEliminarUn relato terrorífico cuyo personaje le hace la competencia a Hannibal Lecter.
Un abrazo.
Yo no quiero malmeter, pero no puedo saber de qué están hechas algunas cosas. No hablo de hamburguesas, pero tanta cosa china con salsas y tal, no sé yo. Es broma. El perro, por ejemplo, se come todavía en regiones chinas y mejicanas, que yo sepa. Y nos parece una barbaridad, pero no lo es, tal vez.
EliminarUn abrazo y tarde bonita
Son enfermos paranoicos y esquizofrénicos. Mentes enfermas que por desgracia llegan a cometer esas atrocidades que resultan incomprensibles.
ResponderEliminarTu relato describe perfectamente a esos desgraciados que a mí no me dan ninguna pena, solo me asombra la fuerza y el poder de la mente.
Un abrazo.
hay psicópatas a raudales, todos los que no pueden ponerse en la piel del otro, ni sentir afecto, o pena, o compasión. Esto es un texto, sobre una niña tan extraña y enferma como para haber matado y troceado a su padres. Es ficción,, pro supuesto, pero en las guerras, ¿cuántos psicópatas no están en la gloria?
EliminarUn abrazo y feliz tarde de miércoles
jajajajajajajajaja, un excelente "bocado" de humor negro
ResponderEliminarPaz
Isaac
Es el humor, el blanco si es posible, el negro de vez en cuando, lo que pone la sal a la vida y sus problemas.
EliminarUn abrazo, Isaac.
Qué asquete me ha dado. Puedes tomarlo como un cumplido. :D
ResponderEliminarUn abrazo enorme.
jaja, así lo tomo. Cosas de la ficción y el celuloide
EliminarUn abrazo, Dorotea