Siguiendo la propuesta de Amores y relaciones, de Myriam, elegí la Frase 4. "Entonces me/le pareció que era el momento oportuno para contárselo todo".
Te veo así, en el ataúd, tan relajado
al fin, tan bien vestido por una vez, que me parece el momento óptimo para decirte
la verdad de mis jueves de bridge. No, Pablo, no eran tres amigas de la
Universidad, era una sola persona quien me hacía compañía cada jueves desde
hace quince años. Se llama José Luis, y tal vez jamás sea mi marido, pero en
parte sí ha sido mi compañero de vida. Odiabas
el arte en general, la poesía en particular. Por inútiles, decías. Y sí, he llevado a
nuestro hijo a encuentros de poetas, a exposiciones temporales de escultura y de
pinturas, a lugares de belleza arquitectónica. Porque tú no querías acompañarme,
y ellos sí. Aunque se quieran como amigos, no lo son. Se parecen en muchas cosas,
ahora que lo pienso, porque siempre le vi como nuestro hijo. Porque lo es.
¿Recuerdas cuando nació Pablito?
Qué ojos más azules, dijimos ambos. Sí, ahora te lo digo. No es tuyo, y lo supe
desde el primer mes de embarazo. Dudé
sólo unos minutos, el tiempo en mirar el calendario y confirmar mis sospechas.
Estabas en el congreso de oftalmología macular, ¿recuerdas?, de donde llegaste
enamorado de una nueva técnica que te apasionó. El tiempo te dejaba cada vez más
ensimismado en tus cosas, y José Luis es atento, romántico y detallista, así
que no vi nunca razón para echarle de mi lado.
Ahora, que dudo que te importe,
te digo que, igual que tú me hiciste feliz en muchas cosas, él me llena espacios
que tú no podías llenar. Descansa en paz, Pablo, con tu mención en la cátedra
de la Complutense y tus monografías exitosas. Te has ganado el lugar que te
corresponde por tu talento, y creo que te vas sin ninguna queja de mí. Hasta
siempre, amor.
Palabras 303
Si tengo tiempo libre, me quedo un ratito en tu espacio y te leo.
ResponderEliminarMe gusta como escribes, un monólogo que me ha recordado a una de las novelas del fallecido Miguel Delibes: Cinco horas con Marío.
Tú has puesto tu sello, tu talento y tu arte de escritora al seguir a Miriam. Felicitaciones y cariños para compartir.
Kasioles
Pues bienvenido, aquí espero que encuentres lecturas a tu gusto.
EliminarUn abrazo, y gracias
Cuánta verdad encierra este refrán: ojos que no ven, corazón que no siente. Pablo se fue en paz, ignorando la verdad que escondió su mujer durante tantos años.
ResponderEliminarQuizá su confesión llega tarde o quizá en un momento apropiado, cuando el engañado no puede hacer nada al respecto, je,je.
Un abrazo.
No lo imaginé triste, ni duro, ni tarde. Pero entendí demasiado a esa mujer, como en Cinco horas con Mario.
EliminarUn abrazo
No se si verlo como algo triste o no.
ResponderEliminarPor un lado, el hecho en si mismo me lo parece pero, por otro, a ella la veo... como si lo viera con naturalidad o, quizás, con resignación.
Veo mezcla de ironía, tristeza, indiferencia...
De todos modos te diré que a mi me gustan los escritos que no lo dejan claro y lo interpretas a tu aire por lo que, a mi, me ha gustado así que seguiré leyéndote muy atento.
No lo imaginé triste, sino sincero. Ella dio lo mejor de ella misma a su marido Pablo, seguro que él acabó siendo la mejor versión de sí mismo gracias a ella.
EliminarLos comportamientos humanos dan para miles de lecturas, aquí es un paréntesis simple, ella sentada frente al ataúd. Un abrazo
Contundente relato en modo de despedida.
ResponderEliminarBesos.
Pudo no deir nada, porque era su secreto, es fiel y sincera, a su manera.
EliminarUn abrazo
Que pasada de relato
ResponderEliminarGracias. Es un texto simple, me alegra que te gustara.
EliminarUn abrazo
Genial ...Me encanto que declaración en el momento exacto. La vida los llevo a compartirla y a su manera ambos fueron felices sin reproches en vida, solo viviendo lo que acontecía.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y te aplaudo hoy te saliste.
Lo fueron, les imaginé felizmente casados.
EliminarMuchas gracias, Campirela.
Los amantes clandestinos, en muchas ocasiones hacen felices (sin saberlo) a las parejas "oficiales".
ResponderEliminarEn fin... estas cosas pasan.
Un beso enorme
Felicidades por el relato que es muy bueno en su sencillez..
Es simple, pero inspirado en Delibes, el soliloquio daba juego.
EliminarUn abrazo
Muy original y una situación peculiar para realizar ese monólogo y dar un repaso a la vida.
ResponderEliminarUn abrazo y felicidades.
Es así, tal vez el mejor momento para decir lo que se calló.
EliminarUn abrazo, Rafael
Un buen relato, que nos deja en la reflexión.
ResponderEliminarFeliz día Albada. Un beso
Desde fuera puede parecer frívolo, poero ta vez no lo es.
EliminarUn abrazo
Yo creo que Pablo descansa en paz... en todos los sentidos.
ResponderEliminarSí, y ella también. Un beso
EliminarUma estória/relato/conto intensa e profunda que me deixou em reflexão
ResponderEliminar.
Cumprimentos cordiais
.
Pensamentos e Devaneios Poéticos
.
Reflexión sobre la felicidad en algunas parejas, gracias.
EliminarUn abrazo
Nunca es tarde para sincerarse; se desnudó y, en cierta manera, se liberó. Antes no les hizo falta a ninguno de los dos, por lo tanto, la paz es (era) mutua.
ResponderEliminarMuy bueno, querida amiga.
Siempre un placer leerte.
Abrazo grande 💙
(Me acaba de llegar tu poemario. Una verdadera MARAVILLA, pero no quiero decirte más porque estoy esperando recibir algunos otros libros, para hacer una publicación con las reseñas en “Paraíso De Letras”. Allí me explayo. Un verdadero deleite, amiga. Espero publicar el post en esta semana. Me faltan dos por llegar. Gracias, y ya te aviso!😉)
Es una propuesta de soliloquio, en este caso, redentor, porque ella queda tranquila. Pues gracias, espero que te guste. Será un lujo para mí.
EliminarUn abrazo
Una compenetración total y que benefició a los dos.
ResponderEliminarBuen relato. Un abrazo
En este caso no hubo daño, ni rencor ni nada, pero en la realidad sería duro.
EliminarUn abrazo
Efectivo como recurso narrativo el monólogo.
ResponderEliminarY parece que la infidelidad, más bien podría decirse la relación extramatrimonial le funcionó bien a la narradora. Y no daño al matrimonio, sino que lo benefició.
El esposo no era mal, sólo poco inclinado a ciertas emociones.
Bien contado. Un abrazo.
Gracias. Era una mujer infiel monógama, lo que pone el marco al soliloquio.
EliminarUn abrazo, y por la verdad, siempre.
Me encanta el relato, muy bien desarrollado. Es un relato que invita a la reflexión, de ellos, probablemente existan muchos en la vida real.
ResponderEliminarUn matrimonio que no funcionaba pero tampoco le hacía ascos y lo aguantaba.
Un gran abrazo Albada y feliz resto de semana.
Tal vez era una manera de ser feliz ambos. Nunca se sabe qué hay en los universos de las pareja.
EliminarUn abrazo, y gracias
Que descansado y tranquilo se ha quedado Pablo.
ResponderEliminarUn beso Albada.
Ella es quien queda descansada, creo :-). Un beso
EliminarMás vale tarde que nunca, aunque en este caso solo sea para aliviar la conciencia.
ResponderEliminarUn beso dulce.
Alivio seguro, tal vez muy tardío ¿eh?. Un abrazo, Dulce
EliminarTremendo.
ResponderEliminarA veces la incomunicación,los silencios, los "mirar para otro lado" conducen a esto.
Excelente relato, absolutamente sincero y desolador.
Un beso!
Poca comunicación y poco en común, pero ella realmmente no hizo daño.
EliminarUn abrazo
Maravilloso, Albada. Me deleito con tus relatos tan bien depurados y amenos.
ResponderEliminarMil besitos para ti y feliz noche ❤️
Bueno, son sencillos, en su mayoría, no creas.
EliminarUn abrazo, y gracias, siempre
Una historia muy bien contada. Que complicada hacemos la vida.
ResponderEliminarBesos.
Tal vez con la sinceridad habría hecho la vida más complicada, no se puede saber.
EliminarUn abrazo, y bonito día
Muy buena historia. hay momentos en que las verdades no duelen y lo elegiste justo.
ResponderEliminar¡¡Aplausos!!
mariarosa
Ya no duele, y ella se queda tranquila, si bien no hizo daño al marido con su infidelidad.
EliminarUn abrazo, y gracias
Momento oportuno para calmar su conciencia. Y vengarse un poquito! Jajaja. Un abrazo
ResponderEliminarTal vez...porque coincidían en pocas cosas, y ella no se resignó :-)
EliminarUn abrazo
Hola, Albada!
ResponderEliminarNunca es tarde para liberar nuestra conciencia y sentirnos libres. Una historia muy real además, que muchas veces por tontos prejuicios preferimos callar. En este relato me encantó la confesión. Dicen que el cuerpo muere pero el alma no, permanece siempre ahí y creo que Pablo escuchó todo y se fue en paz. Los mejores recuerdos se llevan en el corazón.
Un fuerte abrazo guapa. Gracias por tu cálida visita a mi casita bloguera.
Confesar es quedar en paz, si bien los sentimientso de culpa aquí no aparecían.
EliminarQué bien que te gustara. Un abrazo grande
Vale mas una mentira que te haga feliz que una verdad que amargue la vida. Excelente texto amiga. Saludos.
ResponderEliminarHay mentiras piadosas, que no sé si aquí puede aplicarse, tal vez sí.
EliminarUn abrazo
Ja, ja, ja... No me parece a mí que Pablo se vaya sin ninguna queja por parte de ella. Pues menudo responso que le está soltando al ya fiambre. Creo que ella se sentía muy abandonada, traicionada por la Oftalmología. Menos mal que existían esos jueves que, según parece, dieron lugar a otra existencia, la de Pablito. Y es que José Luis era magnífico, según parece.
ResponderEliminarBuen relato, Albada
Un beso
No sabemos si José Luis estaba casado a su vez, y abocaba en ella su romanticismo. Pero imaginé que quiso decirle a Pablo la verdad, cuando ya no había nada que perdonar o entender.
EliminarGracias. Un abrazo, y feliz día.
Me ha divertido mucho esta conversación con un difunto y, efectivamente, a Pablo ya poco le va a importar porque de hecho, ni se enterará de lo que le dicen. Buena aportación. Saludos
ResponderEliminarNo le puede importar, eso seguro :-). Y ella se queda más tranquila.
EliminarUn abrazo
A él no le servía nada ni antes ni ahora. Hay cosas que es mejor no contar. Qué hubiera cambiado. Si ella de siente mejor así estupendo pero ya era feliz antes.
ResponderEliminarVeo tu relato como una confirmación, como si la historia la contará a un amigo que si la escucha bien y si no, también
Un beso enorme.
Pues igual, pero la imaginé diciendo, tarde, una verdad que no era conveniente decir, y menos cuando lo hace.
EliminarUn abrazo, y feliz tarde
Me ha encantado este monólogo que has hecho.
ResponderEliminarDEP
Besos.
Él descansa en paz, y ella. Un abrazo, María, y por un bonito finde
EliminarUn monólogo soberbio que me recordó a "5 horas con Mario" de Miguel Delibes. Excelente momento para largarle todas las verdades al muerto que no puede hacer ningún reclamo. jajajajaja. Excelente.
ResponderEliminarMuchas gracias, Albada, por haberte sumado a mi convocatoria.
Es oportuna...tal vez podía ahorrárselo pero quiso, y sí mientras escribía recoradaba a Delibes.
EliminarUn abrazo
Fueron felices a su manera y el tercero en discordia colaboró en esa felicidad, aunque él no lo supiera. Muy buen relato, besos.
ResponderEliminarPues era un trío curioso pero funcional :-)
EliminarUn abrazo
Odié este relato.... No preguntes porqué.
ResponderEliminarEs ficció, pero igualmente gracias, por leer. Un abrazo
Eliminar¡Hola, Maripau! ¿Cuántas confesiones inconfensables se realizan en un velatorio? El momento que nos demuestra que todo es relativamente importante. La vida no es muy larga, aunque lo suficiente para que durante la misma nuestras necesidades y sentimientos se transformen año a año. Este matrimonio vivió feliz, cada uno encontrando la manera de satisfacer sus necesidades. Muy buen relato que me trajo a la memoria aquel Cinco horas con Mario de Delibes. Un abrazo!!
ResponderEliminarNos demuestra la poca importancia de casi todo, hasta affaires de la pareja. Pero yo creo en la comunicación y la sinceridad. Sí, imaginé un matrimonio feliz, la verdad.
EliminarUn abrazo, David
Seguro que ella no carecía de " nada " pensaba su difunto, pero el oftalmólogo era miope perdido en atenciones a su esposa viva y muy viva. El tiempo no arregla nada, si no que pone las cosas en su sitio. Un abrazo
ResponderEliminarEra miope, qué bien llevado. Me encantó, porque hay miopías galopantes en algunos matrimonios. Por ambas partes.
EliminarUn abrazo
Yo entiendo que hay cosas que no hace falta contarlas, más si no perjudican a nadie y hace bien. Fueron felices, unos en la ignorancia y otros en su realidad, al final es lo que se llevan.
ResponderEliminarUn buen lugar para confesiones :-) Maripau.
Un besote grande.
Era el mejor lugar para confesiones. Estoy segura, si bien yo no sería capaz de llevar una mentira a cuestas tantos años.
EliminarUn abrazo, Mag, y feliz domingo
Al final queda los recuerdos y no es conveniente poner nada en la balanza, solo recordar.
ResponderEliminarUn placer leerte
Beso
Es suficente, recordar bien a quien partió.
EliminarUn abrazo
Debo de ser algo cruel porque me he reído con muchas ganas, no sin cierto escepticismo con el comportamiento de ella porque eso de hacer a pelo y a lana pero debe de ser cosa de las disparejas que tienen tienen tiempo para todo. Muy bueno, como cada semana, disfruto leyéndote.
ResponderEliminarBesos.
Bueno, yo sonreía al escribir, así que me alegra tu reacción. Cada pareja es un universo, que desde fuera es dificl a veces de enteder. Ni falta que hace :-)
EliminarUn abrazo
Que pasara ahora que la dama ha quedado libre de alguien a quien no amaba plenamente?
ResponderEliminarNo se casará con Jose Luis, o yo no lo imaginé así, sino viuda y sigueindo la vida de antes, más o menos.
EliminarUn abrazo
Un maravilloso texto que me ha recordad en su exposición a "Cinco horas con Mario" de Delibes.
ResponderEliminarTu protagonista como la suya eran dos buenas mujeres ,pero es de no coincidir en la pasión por el arte, es como el coincidir, es IMPRESCINDIBLE-
Claro, me inspiré en Delibes, pero sí, demasiadas aficiones no coindicentes.
EliminarUn abrazo, Tracy
El amor no es suficiente. Todos contebtos, cada uno con su version, o su pedacito de ña historia.
ResponderEliminarBesosss amiga prolija (ahora he mirado y prolija significa ,"detallista y minuciosa" , cuando yo pensaba que rra "de produccion abundante". Es igual, las dos cosas me sirven.
Pues soy prolífera me temo, pero poco prolija :-)
EliminarPor el amor, sin mentiras. Un abrazo, amigo