Translate

sábado, 29 de septiembre de 2018

El envase de ensaladilla

Imagen de Google


Sebastián ha cumplido los cincuenta hace dos días. Se mira en el espejo y tras acomodarse el pelo, cano ya en muchas zonas, se agacha a acariciar a Sansón, el perro lobo blanco que le acompaña desde que lo rescatara de un taller de coches viejos donde estaba, siendo apenas un cachorro, amarrado a un poste. Ese chucho sucio y delgado como un santo cristo había sido, tal vez, su salvación. Tras ducharse, le enseña la correa. Es manso, y paciente.  Es su mejor amigo, tal vez el único que le queda. Ríete tú de la movida madrileña. Él ha vivido en La Mina desde los ochenta, y eso sí que era un carrusel de emociones, de heroína y de navajazos.  Su paso por la Modelo, hoy ya convertida en un lugar bonito de ver, fue peor para su adicción que estar fuera del trullo. En los diez años que permaneció por robo con violencia, hasta el noventa, iba sabiendo cómo sus amigos iban cayendo, uno a uno, por el SIDA. La heroína  inundaba las galerías radiales, y aún no sabe cómo no sucumbió al VIH, porque el treinta por ciento de presos lo tenían, pero superó la prueba.

Había conseguido desengancharse de la droga dentro, uno de los pocos en realidad de tal proeza, pero no del ambiente de su barrio. La heroína inundaba las galerías y pasó a ser la que mandaba en la cárcel, pero un médico le salvó a tiempo de una sobredosis, y no sabe cómo entendió que no hay otra vida, y que una segunda oportunidad la mayoría de sus amigos no la habían tenido, y en un arranque de decisión, decidió dejarlo.

El barrio le volvió a acoger, con sus leyes, sus vicios, sus rincones oscuros, ya con las ausencias delictivas que habían sido su vida y su familia. Pudo recaer, pero al enterrar a su hermano comprendió que la única salida era seguir limpio. Nunca dejará de agradecer al azar haberse topado con el perro rubio del mecánico más guarro y eficaz que había conocido nunca. Arreglaba casi todo con alambres y cinta americana, y dijo que sí cuando una pena inmensa rozó el alma de Sebastián ante Sansón y solicitó podérselo llevar. Fue el regalo del milenio. De hecho lo adoptó  el día posterior a los Reyes.  Tal vez fuera el perro, con la rutina que comporta  tenerlos, quien hizo que se levantara pronto a diario, buscara curro y pudiera buscar un piso para ellos dos. Allí vivía todavía, en la Barceloneta, cercano al restaurante donde le contrataron de pinche de cocina, a pesar de sus antecedentes penales.

El perro le ha acompañado y defendido de todo y de todos en estos años. Hoy, cuando he visto a Sebastián en el parque, haciendo su rutina de ejercicios bajo la atenta mirada de su guardián blanco, no he podido dejar de observar cómo cuida que tenga siempre agua en un envase vacío de ensaladilla rusa del Mercadona, que siempre lleva consigo.

34 comentarios:

  1. Hay mucha sensibilidad en el fondo de este relato que nos dejas.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La hay, porque hasta en los seres más oscuros, hay rincones de luz, de amor de niño, de lealtad a quien les es leal. Imagino que más de un perro puede salvar de sí mismos a muchos Sebastianes

      Un abrazo

      Eliminar
  2. Todo tiene su doble utilidad, y Sebastian debe estar acostumbrado a encontrar varios usos. Una historia feliz dentro de la miseria.Bien relato. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ese recipiente simboliza mucho más que un tupper para la mascota. Como bien imaginas.

      Un abrazo y feliz noche

      Eliminar
  3. Para mí: un héroe!!!

    Mi aplauso para él.

    Y para ti también por este magnífico relato.

    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Toro. Tú imagino que sí sabes de ese lumpen de la miseria, de estancias carcelarias del hambre y el desamor. Seguro que hay Sebastianes, pocos, pero los hay, que son héroes, porque ser bueno es fácil si la casa donde se ha mamado y el barrio que te cría son buenos. Serlo en inferioridad de condiciones es mucho más difícil. Casi heróico.

      Un beso, Toro. Gracias nuevamente

      Eliminar
  4. Ese envase plástico que podría ser reciclado o ser tirado en cualquier lugar, contiene la vida, la savia suficiente para anteponerse al olvido, a la soledad de dos seres marginales que en casos extremos disfrutan de una misma agua.

    Entre tanto yo, sigo y disfruto de tus relatos. Dejo mi abrazo y mi beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eres realmente amable, Guillermo. El envase plástico, puntual ante el perro, es la manera de darle un fondo realmente humano y bueno a un hombre que había caído, y que había sabido levantarse.

      Un abrazo grande desde la orilla de este mar Mediterráneo, lejano para ti

      Eliminar
  5. Yo creo que es un valiente, y un ejemplo para otros, ya que dentro de la miseria está ese afán de superación. Magnifico relato.

    Besos Albada.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sin ese afán no hay redención posible del hecho de haberse caído. Todos podemos hacerlo, a pesar de que por supuesto, es mucho más fácil ser un ser marginal, delincuente o drogadicto cuando se nace y vive en barrios de pobreza.

      Besos, Rafa, y feliz domingo

      Eliminar
  6. La desinteresada amistad de un perro despierta la sensibilidad del hombre más duro.
    Buen relato.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Son seres en verdad extraordinarios. Siempre pienso que opino así porque en casa hemos tenido una perrita fea que fue magnífica, con mis hijos y conmigo, pero en este relato, pura ficción, es en verdad el centro de la humanización de ese hombre. La lealtad es muy valiosa para quien sabe de las falsedades de los demás.

      Un abrazo

      Eliminar
  7. Lo importante es la redención del hombre, que lo fué por un perro, y lo mismo pudo ser por un amor o por un amigo muerto.
    La lección de sobreponerse a todos los condicionantes negativos, es lo que nos puede interesar más de este brillante relato con didáctica moraleja.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En esta ficción es un perro. Ha habido muchas mujeres tras procesos de redención, y ala inversa, pero en este caso me pareció una imagen de fidelidad y lealtad más allá de cualquier duda. Todos necesitamos a alguien, con dos o cuatro patas, que sea la referencia de equilibrio, de acompañamiento activo hacia nuestros objetivos.

      Sí, ahora, mirado con visión crítica, eso de escribir a vuelapluma tiene sus desventajas, hay una moralina que no es intencional. Un abrazo grande Juan L.

      Eliminar
  8. Una historia de alguien que puede decir le ha ganado a la vida y sus dificultades y ese compañero también es un buen apoyo. Cuando los demás fallan, los animales suelen ser fieles.

    Un beso dulce y dulce semana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sin la decisión humana, no hay mascota que por ella misma pueda hacer cambiar a una persona, pero aquí fue un gran apoyo.

      Un beso. Y para ti una buen asemana

      Eliminar
  9. Hay relaciones que perduran por encima de todo.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por supuesto. Pena que los perros tengan una vida corta respecto a la humana. La fidelidad de alguna spersonas es similar, eso es seguro.

      Un beso Alfred

      Eliminar
  10. Tu protagonista ha sido muy afortunado al poder quedar limpio, encontrar un curro a pesar de sus antecedentes y, sobre todo, hallar un amigo fiel, que nunca le traicionará y le querrá sin reparos y sin esperar nada a cambio, que le ha dado lo que le faltaba: las ganar de vivir.
    Un relato muy realista sobre los que han tenido la mala suerte de vivir entre la sordidez de los barrios deprimidos y caer en la mala vida.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es un ser afortunado, por supuesto, porque por el mismo camino han caído muchas, demasiada personas. La sordidez y la miseria son malos lugares para crecer, y es difícil salir. Pero quien lucha y lo consigue, puede un día echar la vista atrás y sentirse muy orgulloso, y con razón.

      Un abrazo

      Eliminar
  11. Me ha encantado tu relato
    Gracias por tu visita y comentario
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra te haya gustado, Anna. La vida, con pequeños seres leales, es más amable, menos dura.

      Un abrazo

      Eliminar
  12. Hola Albada Dos , que buen relato me a gustado mucho , sabes por una vez en la vida una persona , que a tenido tanta mala suerte en la vida , como es el protagonista al final pudo enderezar su vida , ya que son muy pocos los que en aquella época se salvaban de morir por la droga y más en esos barrios , te deseo una feliz semana besos de flor.
    Pd , Te diré que tú al igual que yo llevamos el mismo apellido , yo soy Alba , ¿Qué curioso , verdad? jajjajajajaj más besos preciosa ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Enderezar la vida es una gesta heroica en algunas situaciones. La moraleja es que puede, mejor con un fiel amigo. Pero se puede.

      Sí es curioso, Flor. Un abrazote y feliz miércoles

      Eliminar
  13. Es un relato de superación y perseverancia. Al final es eso. Y el cariño de un perro es algo que no se puede explicar hasta que lo conoces.
    Felicitaciones 👌👌👌

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es desear de verdad salir de esa espiral de los barrios marginales. Con perseverancia, sin duda, y con mucha fe en uno mismo. El perro aquí juega un papel principal, pero podría ser una amistad de infancia, un profesor que te haya inculcado respeto, o cualquier otra figura

      Gracias. Un abrazo grande

      Eliminar
  14. Ficción o realidad, eso no es importante lo que sí lo es es el como y elporqué se recuperó tu protagonista. Buen relato. Un abrazo .

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, es igual porque la ficción suele estar inspirada por la realidad. El protagonista es un ganador, casi héroe.

      Un abrazo grande

      Eliminar
  15. Magnífico relato, mi querida amiga. Intenso y real, y con una gran carga emotiva que va in crescendo.
    Un bonito ejemplo de superación. Además de ese aliciente y amor incondicional de ambos.
    Me ha encantado.

    Bsoss enormes, y muy feliz tarde 😘

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro que te haya gustado. Es de superación, de levantarse cuando la vida te ha hecho caer, y de un fiel amigo, presente durante muchos años. De hecho el pero rubio está en sus últimos meses de vida, por ser muy mayor, y ha visto y colaborado en ese renacer de Sebastián

      Un beso grande. feliz día para ti

      Eliminar
  16. Me gusta este tipo de historias de amor :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Son historias con final feliz. Los humanos podemos renacer tras las cenizas, sin apoyo que la propia fe, pero con amigo, es más llevadero.

      Un abrazo

      Eliminar
  17. Precioso perro fiel... Menos mal que se terminó librando de todo. Los 80 fueron muy malos, cayeron demasiados...

    Muchos besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cayeron muchos en esa década prodigiosa de finales del XX en España. En consumo de frogas se llevó, junto al VIH a muchos que podrían haber tenido una viva plena. Luchar sirve, se puede reinventar uno, con constancia y fe, pero sobre todo, con alguien al lado.

      Un abrazo grande

      Eliminar

Ponen un gramo de humanidad. Gracias por leer.