Gentileza de Dulce. Muchas gracias, amigo. |
Habían coincidido en
el salón de baile, vestidos como en el siglo dieciocho y portando máscaras de
antifaz de diseño. A ambos se los había
regalado un amigo común, dulce como la miel y las piruletas, y que gozaba con convocar un baile anual de fin de año. Para otras personas la
noche era de matasuegras y sombreritos de cartón, cava en vasos de plástico y
música disco, pero en su fiesta de recibir el año nuevo, la música la ponía un cuarteto de cuerda, copas de cristal de Bohemia,
y el champagne dispensado era un Dom Pérignon
2008. Cristina había salido del local alquilado, con las mejillas arreboladas
por la vergüenza. Había escuchado a dos jóvenes haciendo apuestas sobre el
hecho de que no encontraría marido, porque era fea, gorda, y caminaba con cierta
cojera. Era consciente de que., además, no era rica, o no lo suficiente como
para tentar a nadie. Luis salió poco después a la acera también, a mirar su
móvil. Como él se quitó el antifaz para ver mejor la pantalla, ella observó la
belleza de esos ojos enmarcados en cejas como rejas de una pasión insondable.
Cristina se secaba una
lágrima cautiva y solitaria, cuando él la miró y le preguntó
— ¿Qué te pasa,
preciosa? No había impertinencia en su voz, ni en su mirada, lo que provocó que
Cristina se relajara un poco y sonriera
— Nada, no pasa nada,
que soy tonta por dejar que me afecten comentarios desagradables sobre mí.
—Seguro, hay que estar
loco, o ciego, para buscarte defectos
—Bueno, tampoco seas
tan cortés. Sé que mi peso no es el ideal, ni mi cara es de anuncio de
artículos de belleza, pero .dos jóvenes
se burlaban de mí, y no sé, me habrá pillado en una hora boba.-dijo sonriendo-.
—Como ves he salido a
mirar el móvil, pero también porque he visto que salías del local, y me ha
enamorado tu manera airosa de caminar. Y,
la verdad, hace calor.
—Pues yo estoy helada,
ya ves, hasta friolera debo ser.
—Te pondría mi levita
por encima, pero creo que mejor entramos y bailamos un vals o lo que sea que
esté sonando. Vaya, si quieres. Tengo le coche ahí, dijo señalando un mercedes,
y puedo llevarte a casa si lo deseas.
Entraron, con los
antifaces puestos de nuevos, al calor de la música, dejando que sus pies se enredaran con las notas musicales, con el miriñaque de ella y con el deseo de
ambos de que las manos explorasen los cuerpos, tan escondidos, salvo el pecho
de ella, que exuberante y altivo dejaba imaginar goces de miel con terciopelo.
La madrugada les
encontró en un rincón, con la peluca de ella sobre una silla, los antifaces en
el pico de una mesita baja y los labios latiendo unidos en un respirar acompasado y explorador. Sobraron telas, y gente, y tal vez alguna copa de champagne.
Faltó espacio, que ampliarían días
después, tiempo, que se concederían luego, caricias, que se ocuparían de encontrar.
Pero tuvieron lo suficiente de ganas, de magia, y de anhelo de continuar el
baile de primero de año, vestidos de ilusión y fantasía rococó.
Cuánto daño pueden hacer unos comentarios innecesarios. Bonito relato, abrazos
ResponderEliminarLa belleza, el cánon de belleza, que es relativo, deberíamos buscarlo en el interior, caducaría menos :-)
EliminarUn abrazo, Ester
No tiene desperdicio. Te ha quedado magnifico.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegro te haya gustado Macondo.
EliminarPor los bailes de primero de año, que duren todo al completo, de Enero a Diciembre. Un abrazo
Me ha encantado tu idea del baile. Millones de gracias por hacernos partícipes de ella.
ResponderEliminarY sí, deberíamos pensar menos en lo que dicen los demás pero, a veces, son tan crueles. A mí me encanta la gente que se quiere como es.
Millones de Besos y un feliz año, Albada :-)
Mira lo que pasa. Cuando está en armonía tu cuerpo y tu mente, se abre a través de los poros la felicidad que exhalas. Irradias armonía, y poco importa el peso, o los años :-).
EliminarUna ramillete de abrazos sincopados en un vals sin tropiezos.
Pero bueno que precioso baile nos has marcado , desde luego yo quiero que pase este día, y por cierto menos mal que hay hombres que ven más allá de la belleza física ..Me encanto amiga .
ResponderEliminarBesos y abrazos con todo cariño .
La belleza es ser quien uno es, y dejar que los demás opinen lo que quieran, porque tampoco hay unanimidad en tallajes, y una mujer puede verse suculenta para unos y gorda para otros :-).
EliminarPor un baile que dure y dure, como las pilas duracell, con la mirada en el otro, sabiendo que pueden latir en una misma canción. Un abrazo grande
La belleza no debe saber ni de kilos, ni de tallas ni de "afeites". Hay que mirar más hondo para encontrarla.
ResponderEliminarPara aquel que la encuentra la música del baile es eterna.
Bonito relato.
Besos.
De acuerdo por completo, para bailar, de hecho, ni música se necesita, sino ese mirarse a los corazones que acompaña a quienes ven más allá de la apariencia, que por cierto, es caduca.
EliminarMe alegro que te gustase. Soy de bailar poco, aunque por mí lo haría a menudo, pero una pierna sigue en modo enter off y stand-by, así que mea punto a bailar con la imaginación. Un abrazo y feliz año
I enjoyed this. Happy 2020. ��
ResponderEliminarGracias. Igualmente
EliminarMe ha encantado este relato hermoso, sensible, lleno de belleza y verdad.
ResponderEliminarLa atracción, el amor, el sexo no saben de kilos, el canon de belleza tradicional, los convencionalismos.
Si fuera así habría que ser modelo (tanto una mujer como un hombre) para enamorarse, emparejarse o casarse y eso no funciona así. La sonrisa, la energía, estar en el lugar adecuado, el azar, saber escuchar o bailar... todo son magníficas cualidades para el amor y el sexo.
Besos y Felicidad
Feliz 2020, Albada
Ana
La energía que se desprende es lo que hace a una persona atractiva, cada día lo tengo más claro. Una sobrina se maquillaba, para mi gusto, en exceso, y si bien estaba preciosa de anuncio, este año, cuando en nochebuena la vi, me pareció mucho más bella, tal vez porque iba casi sin maquillar y hacía que su sonrisa brillara mucho más.
EliminarPor un año espléndido. Un abrazo grande
Lo primero es agradecerte tu participación en mi Baile y que luzcas en tu espacio tu máscara, y este buen relato que has creado enmarcado en esta fiesta. Un relato que nos muestra un lado latente de la vida, donde lo físico es un culto y muchas veces lo más importante, cuando no debe serlo sino lo que cada persona es. Gracias nuevamente.
ResponderEliminarUn beso dulce y Muy Feliz Año.
A ti por dedicarme ese antifaz que encuentro precioso. Entiendo la filosofía de los bailes de disfraces, su magia, su poder de atracción. Sin embargo quise que sin antifaces, las miradas pudieran hablar.
EliminarUn abrazo y por un año de baile sin fin.
Las miradas siempre hablan y mejor que las palabras. Por cierto, creo me has confundido con Mag al poner su enlace en la máscara :)
EliminarUn beso dulce más.
Qué verdad, amigo. Un fallo como una casa :-)Ya Rectifico. Gracias.
EliminarUn abrazo dulce y un finde fantástico
Hay gente insensible que disfruta haciendo daño gratuitamente. Ha sido hermoso encontrar en el relato el contrapunto.
ResponderEliminarDos Almas se han encontrado y lo demás no importa. Precioso baile de disfraces donde el interior reina sobre las apariencias.
Besicos, Alba.
El encuentro de esas almas es lo que acabará por perdurar, tal vez poco, tal vez mucho, pero sin fecha de caducidad.
EliminarBurlarse el otro indica la debilidad del que ofende, cada día lo tengo más claro. Un abrazo
O amor de aquí te cojo y aquí te mato, para honrar San 31 de diciembre. Claro que otro intento de narración habría sido empezar por el final (no necesariamente para acabar como al principio) Estimulante y sugerente.
ResponderEliminarFlechazo o aquí te pillo y aquí te mato. Una lectura perfecta cuando en la realidad puede darse, cada día más. Quise dotar al cuento de un instante que se daba tregua para seguir durando. :-)
EliminarUn abrazo
No es la altura ni la anchura,
ResponderEliminares la gracias de la criatura...
Esta es una frase mía de cuando empece por estos lares.
Y es cierto, las mascaras no dejan ver lo que dicen los ojos ni el corazón.
Feliz 2020 querida amiga.
Un beso
Es bien verdad. No hay minusvalía ni defecto físico que importe cuando el alma se expresa desde su verdad. La que perdura.
EliminarUn abrazo y por un año genial
Me ha parecido una entrada preciosa, has recreado el ambiente, el momento, la ocasión... y has ponderado ese lado mísero que late en algunas personas. Las mismas que se niegan a conocer lo mejor de cada uno. El interior. Me alegra que le dieras ese toque romántico y sensual para empezar el Año. Un placer estar contigo en ese baile, bonita.
ResponderEliminarMil besitos para ti ♥
Un toque romántico me parecía imprescindible para no dejar a dos seres bailando el compás de una pasión efímera. Que las hay, y nos las juzgo.
EliminarUn abrazo y por un año magnífico para ti
Cierro los ojos para ver un baile así, y unas figuras, tal y como las relatas...
ResponderEliminarUn abrazo en la tarde.
La mejor manera de imaginar, ya lo creo.
EliminarUn abrazo y que el año sea repleto de versos en la boca.
Cuánta inspiración nace desde el maravilloso regalo e invitación de Dulce León...
ResponderEliminarEstoy maravillada con tanta belleza!
me encanta Albada!
Un beso.
Tampoco era para tanto, pero imaginé el momento y vestimenta. Esa pequeña dificultad de enredarse en escuchar censuras hacia nosotros y puse a quien miraba más allá de lo físico.
EliminarUn abrazo y por un baile de buenos ratos que te llenen el año nuevo
Qué relato tan elegante!!!!
ResponderEliminarMe ha parecido verlo todo.
Magnífico!!!
Besos.
Muchas gracias, Toro. En mi imaginación era muy bonito.
EliminarUn beso
Ya se sabe, en esta vida ocurren estas cosas y lo que uno rechaza el otro lo desea. Me alegro que tuviera un final feliz, y a los otros...¡que les den! Un abrazo, Albada.
ResponderEliminarDespreciar al otro es una señal de poca seguridad. No conozco rico que desprecie al pobre ni bella que desprecie a la poco agraciada. Por eso de las críticas, hay que escuchar las positivas, pero no las que machacan por machacar.
EliminarUN abrazo, Rita y por un año feliz.
Una elegante manera de empezar ela año. Un baile precioso con un final apasionado donde triunfa la belleza interior. Te felicito.
ResponderEliminarMil besos
Había de triunfar, porque imagino que, tras los nervios y agobios para vestirse y prepararse para el baile, Cristina quedara triste, sola y abochornada.
EliminarUn abrazo grande, Maite. Por una año nuevo de pasos de baile, etéreos y gozos
La verdadera belleza esta en el interior pero no todos saben verla. Muy lindo relato amiga. Saludos y abrazo.
ResponderEliminarReside donde ha de residir, en lo que prevalece. Que los guapos tienen ventajas en todo, casis eguro, pero que los poco agraciados tienen y han de saber explotar sus fortalezas, eso seguro.
EliminarUn abrazo, Sandra, por dar los primeros pasos de un año que será mágico
Me ha encantado tu relato del baile junto con la preciosa máscara, qué placer es leerte, mi querida Albada, aunque estos días ando algo alejada, no he querido perderme tu entrada, así como venir a desearte un feliz año 2020.
ResponderEliminarBesos enormes.
Creo que el mérito es de Dulce. Su convocatoria, esas máscaras tan bellas y la magia de las fechas hacen el resto. Disfruta de estar un poco alejada de los blogs.
EliminarUn feliz año 2020 para ti, dulce María.
Qué malas somos a veces las personas. Porque es tan real... Me ha encantado ese juego de disfraces, telas, miriñaques... Puedes imaginar la escena sin problema.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, pretendía que se pudiera imaginar. Y sí, la gente prejuzgamos desde lo más externo, cuando no debería ser así.
EliminarUn abrazo y feliz día
Moraleja: Elegir la propia máscara es el primer gesto voluntario de los seres humanos. Y es en solitario.
ResponderEliminarUn gran abrazo mi estimada amiga.
Elegir qué máscara es decisión del que toma partido, es verdad. Como me gusta tanto eso de ir sin careta, no sé si iría a ese baile, pero clero, por un día, tal vez elegiría una similar. ;.)
EliminarUn abrazo grande y feliz año, amigo.