Imagen collage Neogéminis |
Siguiendo propuesta de Neogéminis para este jueves, sobre el uso o inspiración de algún fragmento de novela, que ha tenido la paciencia de armar en un collage. He optado por el último.
Era Octubre. Le despertó el frío de la noche invernal, con su sonido a
viento colándose entre las rendijas de las
persianas y de los ojos tibios de ella.
Se puso un delantal. Era legendaria su fama de desaliñado. Y es que, por una vez, ahora que al fin el cartero le había
comunicado la llegada de una carta para él, quería llevarle el desayuno a la
cama, limpio y pulido, como el coronel
que una vez lució gallardo. Se puso a recitar el salmo que usaba para acertar
el tiempo de los huevos pasados por agua, y volvió a mirarla, allí, dormida, ajada por los verdugones de la vida y las promesas pospuestas mil veces. El gallo,
desde el corral, se dispuso a cantar, con el aliento de los últimos alimentos
que los viejos escatimaron de su propia dieta. Mientras
esperaba a que hirviera la infusión, sentado junto a la hornilla de barro
cocido en una actitud confiada e inocente expectativa, el coronel experimentó
la sensación de que nacían hongos y lirios venenosos en sus tripas.
Amaneció despacio. Sigilosamente. Casi de contrabando. Ella se desperezaba. Él se atrevió a alzarla en sus brazos, con la poca fuerza de sus músculos gastados. María se dejó
hacer, con la pregunta en su mirada y el ánimo reverdecido. Crujieron las maderas, con tus termitas derrotadas. Se desbordaron
los aromas de nostalgia, entre las paredes de azulejos desconchados. El gallo
de marras apareció en la puerta del cuarto deslucido, como alarmado. Si el cartero no había errado, y era lo más probable,
el coronel al fin tenía quien le escribiera.
Me ha parecido una propuesta genial, os sigo a casi todos los juveros y disfruto mucho con vosotros pero esta vez me parece de un ingenio enorme la idea de Neo y como la has resuelto. Abrazucos
ResponderEliminarEs muy buena propuesta, ya lo creo. Neo las arma estupendas, ya quí se lo ha currado
EliminarUn abrazo y muchas gracias, Ester
Bueno al fin obtuvo esa respuesta que tanto esperaba el Coronel.
ResponderEliminarMe ha gustado lo del gallo, menos mal que no le mataron ajajja. El libro es muy ameno y tu texto hizo una linda versión.
Un fuerte abrazo y muy feliz jueves.
No lo creo, el cartero se confundía muchas veces ¿eh?. Pero no quiero ser cruel, igual sí que había carta para el coronel, esta vez, podía acabar cobrando por los servicios en esa guerra que libró junto a tantos que siguen esperando la recompensa, una vejez tranquila.
EliminarUn abrazo grande, Campirela
Me gusta el relato, felicidades.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, Rafael, me alegro te gustara.
EliminarUn abrazo y feliz tarde.
Un giro de guión bien acertado ;)
ResponderEliminarUn beso.
Si el cartero acertaba, lo que está por ver :-)
EliminarUn beso
Estupendo relato. El coronel, al fin, si tenía quien le escribiera y se sintió feliz.
ResponderEliminarUn abrazo
Esperanzado, porque la carta del gobierno aún no la ha recibido :-)
EliminarUn abrazo, y a disfrutar de la tarde
Lleno de encanto el relato, mucha maestría en él, felicidades.
ResponderEliminarUn abrazo.
Intenté emular su estilo, pero Gabo es casi inimitable
EliminarUn abrazo, Amapola.
Creo que también le gustaría a García Márquez.
ResponderEliminarMuy bueno.
Besos.
Ay, muchas gracias, Toro. Un beso
EliminarTe has metido en el ambiente de la historia de ese coronel desgastado de García Márquez con el respeto y la coherencia que el atrevimiento merecía. Muchas gracias por sumarte a la propuesta Albada. Un abrazo
ResponderEliminarPelín temeraria, pero claro, si nadie le escribirá, el gobierno, se entiende, también era dejarlo así, como muy real.
EliminarUn abrazo y feliz tarde
ResponderEliminarGracias por apotacion en el blog
me alegra que pases a visitarme
cuidate mucho
Besos
Lo hago con gusto. Un abrazo
EliminarMe has recordado que El coronel no tiene quien le escriba es una de mis múltiples asignaturas pendientes.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues ya es hora :-), te encantará, seguro.
EliminarUn abrazo, Macondo
Fantástico, también os sigo siempre y desde luego lo bordas.
ResponderEliminarPremio Pulitzer.
Un abrazo.
Pues muchas gracias. Usarlo en medio me pareció más fácil.
EliminarUn abrazo y feliz día
Gabo te ha guiado muy bien y has hecho un relato digno de su fragmento.
ResponderEliminarUn beso dulce.
Pues te agradezco el halago, inmerecido, Dulce.
EliminarUn abrazo y a por este viernes, con ganas
Yo nunca halago inmerecidamente.
EliminarUn beso dulce más y dulce fin de semana.
Pues muchas gracias, Dulce. Te agradezco de corazón. Feliz finde, aquí ya en la nueva normalidad, que veremos qué es :-)
EliminarLa vida la vamos construyendo con pequeños fragmentos, y tú has construido un bonito relato con el fragmento de García Márquez, y hasta has contado las palabras para no salirte de las normas, genial.
ResponderEliminarBesos enormes.
Pue sí, somos la suma de lo vivido, y de lo leído, fragmentos que se van hilvanando, a veces con malas puntadas de hilo, a veces con enorme coherencia y ritmo.
EliminarUn abrazote grande, para este viernes, para ti.
Cada vez entiendo más, porque no acostumbro a escribir los jueves.
ResponderEliminar!!!Haría el ridiculo!!!
Enhorabuena por la propuesta y por tu relato.
!Eres genial!.
Besos.
No lo creo. Quien propone el tema marca lo que escribiremos los participantes. En este caso había siete opciones o fragmentos para elegir, lo que simplifica que alguno sea de tu estilo.
EliminarMuchas gracias Juan L.. Un abrazo grande
Me lo he leído dos veces, y no porque no lo entendiera sino, porque me ha parecido precioso. El paso de la vida, el tiempo, la flaqueza... pero queda siempre una chispa... Y tú la has encontrado, Albada.
ResponderEliminarUn placer, de verdad.
Un beso enorme.
La chispa es la esperanza, no te quepa duda. Si has leído el libro, conoces de esa espera eterna, y yo quise poner el rayito de suerte al final.
EliminarMuchas gracias, Mag. Un abrazo grande y a por este día, que deseo espléndido para ti.
Curiosamente esta fue la última obra a la que asistí antes del confinamiento, un Imanol Arias se acaba de mostrar ante mí tal te iba leyendo. Me parece precioso tu aporte, lo he disfrutado mucho, Albada.
ResponderEliminarMil besitos con cariño para ti ♥
Lo que es la vida. El coronel ahí, en un escenario bien chico, soñando, esperando, luchando denodadamente contra el olvido y su propia memoria.
EliminarUn abrazo y por muchas obras adaptadas como la que viste.
Tu relato ha sido enriquecedor a la propuesta de ese fragmento que has elegido, nada fácil y bien logrado.
ResponderEliminarSaludos,
Te agradezco. Para mí es un autor de cabecera, pero a pesar de todo, no era fácil intentar emular.
EliminarUn abrazo y por un finde estupendo
Una pieza preciosa, Albada, y con mucho mérito teniendo en cuenta el reto.
ResponderEliminarTe felicito.
Muchas gracias. Las esperas eternas producen helechos en las tripas, y aquí quise dar un toque de esperanza, tal vez infundada.
EliminarUn abrazo, Ángeles
Realmente te felicito por como te metiste en esta novela de Gabriel García Márquez. Una zamullida genial. Gabo estaría orgulloso de ti.
ResponderEliminarBeso enorme
Eso es decir demasiado, pero emularle no era fácil, si bien conozco bien su obra :-)
EliminarUn abrazo y a por este finde, con alegría y esperanzas fundadas.
Zambullida
ResponderEliminarSe entendía :-)
EliminarSobre lo que me dices de estar cerca de México, decirte que estoy aislada en casa de mi hija y 4 nietas en Montevideo, Uruguay a 7.550 km de Mx en linea, recta. Y mi apartamento está en Tel Aviv a 3.500 km de ¿tu casa?
EliminarBesotes
En España. El virus y confinamiento no fue nada dramático, afortunadamente. Un abrazo.
EliminarMe lo he tenido que leer dos veces porque no terminaba de entenderlo. Me ha encantado como lo has escrito, pero no te puedo aportar mucho más hoy a tu relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
De hecho poco hay que aportar, porque el fragmento en sí lo he usado en un contexto plausible. Gabo era bastante inimitable.
EliminarUn abrazo y por un viernes con sol y ratos amables
Me gusta como has hilvanado este texto a partir del fragmento que escogiste, que por otro lado, creo que era de los más difíciles, por ser quien es su autor. Te ha quedado muy bien, Albada.
ResponderEliminarUn beso.
Todos tiene su qué. Cortázar es muy difícil, eso seguro. Su Rayuela es el buque insignia, pero La casa tomada, por ejemplo, es un delirio magnífico, así que fácil no era tampoco :-)
EliminarUn abrazo y muchas gracias, Carmela
Te felicito sinceramente por tu brillante aportación, querida amiga. El fragmento fluye, y está enlazado entre tus letras, como si de la mano de García Márquez se tratase… Y la segunda parte, es verdaderamente preciosa…
ResponderEliminarUn placer leerte en esta noche…
Abrazos enormes 💙
Muchas gracias, Ginebra. He intentado contextualizar el fragmento, y haber leído la novela no sé si ha sido ventaja o inconveniente. De no haberlo leído, mi imaginación habría sido más libre.
EliminarUn abrazo y apro este día, con ganas
Entre fragmento y fragmento se van enlazando esta prosa donde con una cadencia y ritmo fluye como el río cuando lleva agua al mar. Me ha fascinado la manera de construir de la nada al todo. Enhorabuena, Albada.
ResponderEliminarAbrazos y buenas noches.
De la nada no es. Porque he leído la novela. Lo que me ha limitado la imaginación, pero he podido añadir la esperanza, tal vez infundada, de la alegría última del coronel, muerto de espera. Muchas gracias, Joaquín.
EliminarUn abrazo grande, y por un día estupendo para ti
Que bien lo has interpretado a "EL CORONEL NO TIENE QUIËN LE ESCRIBA":
ResponderEliminarMe gusto, lograste continuar ese clima que Garcia Marquez le daba a su cuento.
Felicitaciones.
Pues Muchas gracias. Disfruto, y creo que se nota, y Gabo es un autor favorito para mí desde los veinte años, cuando sus cien años de soledad me conquistó, sin poder dejarme ya. Le releo cada dos años más o menos, ya ves. Pero El Coronel., o Crónica de una muerte... Hojarasca, El perro azul, El general en su laberinto..toda su obra es fantástica y su estilo casi inimitable.
EliminarUn abrazo y por un feliz día
Lo has ambientado muy bien y con ese final esperanzador.
ResponderEliminarUn abrazo
Esperanza seguramente infundada, pero era dar un toque diferente a la novela.
EliminarMuchas gracias. Un brazo y por un finde genial
Un buen desarrollo ambientándolo.
ResponderEliminarImaginé la casucha, pero con la novela es que ya la había imaginado.
EliminarMuchas gracias. Un abrazo
Excelente Albada como siempre nos tienes acostumbrados.
ResponderEliminarBesotes al alma y feliz viernes.
Muchas gracias, pero no creas, al final escribo como sale.
EliminarUn abrazo y feliz viernes para ti, Paula
Fantástico, Albada. No hubiese podido distinguir cuál es el párrafo de García Márquez si no lo hubiera visto y no lo resaltaras con la cursiva. Inmensa ternura en esta decadencia que retratas, incluso en ese amanecer que llega casi de contrabando (me encantó esto).
ResponderEliminarMe parece realmente fantástico. Te felicito. Y me muero de envidia de lo bien que escribes, jajaja.
Un abrazo enorme
Pues te excedes. Te agradezco pero en este caso era conocer la novela y buscar acomodo al fragmento. Emuler si estilo es lo que intenté en el segundo párrafo, pero a sabiendas de que podía chirriar.
EliminarUn abrazo grande y muchas gracias, Alis. Por un finde excelente para ti.
Genial relato amiga, te has lucido con tu aportación. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Sandra. Disfrutar es el objetivo, y ese caso, siempre lo logro :-)
EliminarUn abrazo y feliz día.
Con García Márquez resulta una apuesta segura.
ResponderEliminarMe ha encantado esta selección.
Un abrazo.
Si, es una apuesta estupenda, si bien emularlo no es tan sencillo.
EliminarMuchas gracias. Un abrazo.
Una fantástica resolución del tema, me ha parecido estar de incógnito en la casa del Coronel e incluso oír el inconfundible crujir de las maderas provocado por las termitas, nos has transportado hasta allí incluso haciendo que el famoso gallo apareciera en escena.
ResponderEliminarTe felicito con un fuerte abrazo.
Muchas gracias. El gallo lo metía sí o sí :-). Me alegro que pudieras imaginar lo que imaginaba yo.
EliminarUn abrazo grande y feliz finde
Muchas gracias. Es que la vi ayer en la Red y la vi tan adecuada que no me contuve, y la puse.
ResponderEliminarUn abrazo y por una tarde estupenda.
Disfruto mucho de los textos con giro de tuerca y éste, extraordinariamente escrito, es uno de ellos. Felicidades Albada, chapeau.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues está por ver si ese cartero, mil veces preguntado, habrá leído bien el destinatario de la carta, espero que sí.
EliminarUn abrazo
Fantástica tu aportación con ese micro con García Marquez como base sobre al que hacer tu historia, ahora ya tiene el Coronel quien le escriba.
ResponderEliminarTe felicito muy buena, muy buena.
Un abrazo Albada
Puri
Sí, dependiendo del cartero y de si en verdad llegó esa recompensa en forma de pensión a los excombatientes.
EliminarMuchas gracias, Puri. Un abrazo y feliz tarde
¡Ya lo siento, Albada! Leí el otro día tu texto y creía haberte comentado, pero parece que no lo hice. Me ha encantado leer tu relato. Es como si García Márquez reinventase la historia de su famoso coronel, pues has adecuado a la perfección el estilo y el lenguaje. De verdad que me ha encantado leerte.
ResponderEliminarUn abrazo enorme.
Internet, que pierde cosas :-). Me alegro que te haya gustado, porque disfruto mucho escribiendo y Gabo me ha gustado y gustará siempre.
EliminarUn abrazo, y por una tarde bonita para ti
Besos
ResponderEliminarBesos, Myriam
EliminarUn placer leerte, hacerlo es recuperar esa sensación de sorpresa y alegría de encontrar una joya literaria buscando en una pequeña librería abarrotada de libros de segunda o tercera mano.
ResponderEliminartransportas al lector a la situación que deseas, lo haces tomándonos de la mano y arrullándonos con tus equilibradas palabras. Felicidades
Muchas gracias. El fragmento era un guía importante, y había leído la novela, así que podía imaginar el contexto exacto, y lo que me atreví es a emular el estilo y a dejar caer la posibilidad de que sí hubiera llegado la carta mil veces esperada.
EliminarUn abrazo y vamos a ir por lecturas que nos llenen, que nos alimenten.
Qué buen zurcido de fragmentos de los autores escogidos, para darle sustento a la novela de El coronel no tiene quien le escriba. Respecto de esta novela, Gabo contó en una entrevista, que la pensó primero como una pieza de teatro, pero después desechó la idea. El coronel es el reflejo de su abuelo, que fue actor por el partido liberal, en la última guerra civil colombiana, y estuvo en Aracataca, donde nació Gabo, a la espera de su pensión como veterano de la guerra. Un abrazo. carlos
ResponderEliminarSe ha presentado en forma de pieza teatral, como comentaban un bloguero, porque el escenario es tan reducido, que lo permite. No conocía la anécdota, pero no me sorprende, porque a través de pequeñas o grandes anécdotas de su propia vida, Gabo hacía obras de arte, encaje de bolillos en realidad. Zurcidos y remiendos de pedazos de realidad, pero cosidos con hilos de mágica seda y la habilidad de artesano, esso que, frase a frase, nos zambullen en la literatura más preciada, la que llega...y se queda.
EliminarUn abrazo y a por una finde estupendo para ti, Carlos.
"Se dejó hacer" me encantó esa línea...
ResponderEliminarlinda propuesta sí, hubiese elegido la anterior porque quiero tanto a Julio... saludos
La mujer se deja hacer, ante un coronel que en parte regresa a un estado vital perdido, y creo que merece ser alzada en volandas por la alegría o esperanza del protagonista.
EliminarCortázar me fascina. Me ha fascinado siempre. Su prosa es tan onírica como precisa, y leerle siempre es un gozo, que me remueve el alma, me sacude las neuronas. Se fue tan pronto que dejó un agujero en posibles textos enorme. Siendo amante de sus letras, La cas tomada, o los relatos inverosímiles de vomitonas de conejitos, son piezas como caramelos, que se puede degustar de rato en rato y nunca defraudan. Un abrazo
Qué bien contado¡ y qué bien transmitido¡ es curioso como podía sentir hasta el crujir de la madera...ójala esa carta fuése como él esperaba...se merecía ser feliz...
ResponderEliminarUn beso
Pues si he conseguí que sientas en parte lo que imaginaba, es que, por un vez, supe plasmar lo que quería :-).
EliminarMuchas gracias, Amando.. Por un finde con buenas lecturas. Yo releeré a Zafón, seguro.
Un relato precioso. Es cierto que todos esos libros acaban formando parte de nosotros mismos.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz fin de semana.
Nos conforman la mente, creo que nos ayudan a buscar nuestra mejor versión.
EliminarUn abrazo, y por un día bonito
UN CORONEL QUE REGRESA QUIZÁS AL FINAL DE SUS DÍAS, SIEMPRE ES BUENO UN PEQUEÑO REGRESO A LO QUE REALMENTE NOS VUELVE A LA VIDA
ResponderEliminarPara el coronel, fue un renacer, la esperanza de recuperar la fe. En la novela no llegan a escribirle, pero aquí me dí la licencia, para iluminar su vejez.
EliminarUn abrazo y feliz día
Ese cartel es una amenaza, y es así, para que negarlo, somos lo que leemos y lo que hemos vivido, lo que nos ha marcado, lo que no hemos hecho, lo que hemos soñado. Y a ese coronel que no tiene quién le escriba. Una escena con cadencia, con significado, sencilla, humana, llena de cariño, entrañable, y ese retazo de Marquez. Gracias. Un abrazo
ResponderEliminarLa imagen del final me pareció cierta. Somos lo vivido, por supuesto, pero lo leído también. Díme a quiénes lees y te diré quién eres :-)
EliminarEl fragmento del coronel pretendí usarlo con coherencia. Un abrazo y feliz finde
Muy bueno! Somos aquello que hemos vivido... también entre líneas.
ResponderEliminarFelicidades, gran trabajo.
Cierto, entre líneas, Galilea.
EliminarUn abrazo