Imagen de Todo colección |
Siguiendo la propuesta para este jueves de El blog de Mar, sobre el libre albedrío, mi aportación es la siguiente.
El tirachinas le había quedado fenomenal. La goma usada la había
robado del costurero de una tía abuela. Llevaba las rodillas con mercromina, y
se había vuelto a raspar una de ellas, pero ahí estaba, en lo alto del tejado
del granero del tío Ambrosio, mirando una paloma posada en un alambre. Tensó la
goma, apuntó con precisión, la que creía tener, y al final bajó su arma.
Cuarenta años después, y mil avatares por
medio, de nuevo miraba a su posible víctima. Había aceptado el encargo, los
cincuenta mil euros estaban en el cajón, junto a su pasaporte falso. La
posición era buena, la mujer estaba quieta,
leyendo su móvil. Hizo lo mismo que aquella vez, usar su libre albedrío.
Más relatos jueveros de este blog
Más relatos jueveros de este blog
¿Con el mismo instinto pero con distinto objetivo? Al menos que no tenga la precisión de su niñez, por favor.
ResponderEliminarSe me daba bien fabricarme de chico un tirabeque (en la ciudad del Norte llamaban así al tirachinas) y tenía buen tino, aunque el objetivo fuera mayormente un bote u objetos inanimados, y no es que fuésemos precisamente santos y condescendientes con las aves, no.
Muy ingenioso tu micro, me hga gustado mucho.
La vida le habrá llevado a ser un asesino a sueldo, imaginé, y, como en la infancia, al final es él quien decide qué hacer con su arma. Todos lo hacemos, cada día, eso de decidir qué hacemos con nuestras palabras, actos, respuestas...
EliminarSomos libres de elegir, y de equivocarnos, por supuesto :-). Un abrazo.
¿Sabes? A veces eso de la vida le ha llevado o le ha hecho o etc. que solemos decir suena a saco roto donde todo cabe para justiciar conductas abominables. A todos nos ha conducido una manera de vivir -más que la vida en abstracto- a hacer cosas de todo tipo. Puedo entenderlo como explicación, nunca como justificación, Deberíamos meditrar más sobre el mal que podemos causar a otros en lugar de buscar justificaciones o exenciones.
EliminarSiempre he pensado que sin madre se criaron muchos niños que no llegaron a ser mala gente. Lo mismo creo de quienes sufriendo penalidades etc. Si uno quiere justificar la violencia de un asesino, para mí es un error achacarlo a la infancia, si bien no dudo que pueda influir, pero no determinar.
EliminarUn abrazo más
Tengo uno magnifico que me hizo mi cuñado, luego lo voy a buscar seguro que la goma necesitará un recambio. Nos dejas con el final a nuestro libre albedrío, como su decisión. Es increíble lo bien que "juegas" a los relatos, pasas de la mercromina a la pena de muerte en un suspiro. Abrazos
ResponderEliminarEl tipo tuvo una infancia, y eligió, con su mercromina en las rodillas. Me pareció muy gráfico. Muchas gracias.
EliminarJuego, te diría que en todos los relatos, y en un boceto de novela que veremos cómo voy llevando , simplemente juego también. Un abrazo grande, Ester.
que interesante eso de la novela, todos los blogueros con ansias de escritores soñamos con hacer nuestro propio libro, a hacerlo realidad entonces, saludos!
EliminarVeremos, de momento lo inicio sin más, es un mundo, el editorial, que no me inspira confianza. :-)
EliminarUn abrazo
Que sorpresa, una novela!! Que hay que hacer para animarte?. Sabes que te leemos con muchas ganas así que nos encantaria leer un libro tuyo. Abrazos
EliminarNo sabría decir si el asesino nace o se hace, pero quien ya tiene en su niñez instintos criminales ya apunta maneras, je,je.
ResponderEliminarMe ha encantado este micro. También te habrás dejado llevar por el libre albedrío, ja,ja,ja.
Un abrazo.
Creo que cierta predisposición se tiene, porque he visto las caras de algunos niños, hablo de hace décadas, que disfrutaban haciendo rabiar a algún animal, pero también se hacen, rodeados de nulo amor, debe ser fácil.
EliminarMuchas gracias, Josep Mª. Un abrazo
Lo que cuenta es la predisposición.
ResponderEliminarEl otro día, alguien en una tertulia, dijo que ahora los niños no se pelaban las rodillas.
Un beso.
Puede ser, porque entre hermanos de igual crianza, alguno sale muy malo :-). No s pelan las rodillas, es evrdad, pero siguen peleando con la naturaleza, cuando les dejamos.
EliminarUn beso y feliz tarde, Alfred
Ese tirachinas en mi casa estaba siempre en el orden del día, mi hermano era y sigue siendo un experto en tirar con él.
ResponderEliminarTu relato es muy bueno, deja al lector con la duda del trabajo del protagonista ..aunque se deduce cual es..interesante .
Abrazos amiga, ese suspense esta genial.
Y he usado, para hacer puntería a latas, básicamente, o piedras, y me gustan eso tenlo por seguro. De ahí a usarlo para hacer daño...ya no.
EliminarUn abrazo y muchas gracias, Campirela. Por una tarde bonita para tí
Que bien lo hiciste, me agrado
ResponderEliminarmucho tu relato, bravooo.
Besitos dulces
Siby
Muchas gracias. Un abrazo
EliminarMagnífico relato! Me ha encantado el uso que tu protagonista hace del libre albedrío. Un aplauso!
ResponderEliminarGracias por participar.
Bss.
Es que usamos todos, de hecho, pero aquí, de adulto, recuerda ese niño que no disparó a la paloma. O sí :-)
EliminarUn abrazo y gracias a ti, anfitriona.
Tirachinas tentador.
ResponderEliminarUn abrazo.
La tentación está a la vuelta, o dejar ir, de una goma :-). Un abrazo
EliminarEstupendo relato, Albada de un tirachinas provocador y con suspense genuino hasta el final. Me ha encantado, amiga.
ResponderEliminarAbrazos y feliz jueves !!!
Pues me alegro, no siempre son necesarias muchas palabras para definir o referirse a esa libertad de actuar :-)
EliminarUn abrazo y gracias, Joaquín.
usaba ese arma de chico y era bastante peligrosa eh, no la subestimemos.... saludos!
ResponderEliminarNo, en absoluto, eso de los tirachinas pueden ser armas peligrosas, ya lo creo. Un abrazo
EliminarCreaste un buen micro relato, con inquietante efecto. Hasta puede suponerse que la mujer en la mira del asesino, se llama Paloma.
ResponderEliminarBien contado.
Un abrazo.
Pues lo pensé, pero no tenía sentido ponerlo, es un nombre que me gusta mucho.
EliminarUn abrazo y gracias, Demi. Feliz tarde
Creaste muy buen efecto en este relato... recuerdo amigos de la infancia usar esos tirachinas y me parecía un arma mortal.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
De hecho lo es, para un pajarillo lo es, no te quepa duda. Me alegro que te trajera recuerdos, Ani.
EliminarUn abrazo
Es por lo menos curioso como me has llevado desde la nostalgia de mi niñez a la vida de un asesino...y sin despeinarte...
ResponderEliminarSiempre nos dejas con ganas de más...
Un beso
Bueno, creía que era interesante hurgar en el libre albedrío desde un tipo que vive de tener pocos escrúpulos :-)
EliminarMuchas gracias. Un abrazo y por una tarde estupenda para ti
Muy bien hilado y narrado, Albada, siempre me quedo encantada leyendo tus micros porque dan ese juego al lector de seguir ampliando con la propia imaginación. Te felicito una vez más.
ResponderEliminarMil besitos para tu tarde ♥
Pues me alegra mucho, porque le pongo ganas :-). Muchas gracias.
EliminarUn abrazo
Nunca me han gustado los tirachinas, ni de niña, cuando se puso de moda con los alambres en vez de gomitas o piedrecitas. Qué cruel y acertado puede ser lo que se consideraría un juguete. Empezó con una paloma y acabó, haciendo de su paciencia y juego, su forma de vida. Me imaginó que con los años no cabría hueco para el error aunque él viviera en algo que creía no lo es.
ResponderEliminarEsta historia negra me ha gustado la verdad.
Un beso enorme.
Bueno, muchos niños tiraron a a pájaros y no acabaron siendo sesinos, pero el tipo recuerda.
EliminarGracias, esperando una buena resolución, y, como el tema, lo dejé al libre albedrío del lector. Un abrazo
muy lindo leerte
ResponderEliminarMe siento bien aqui
afuera llueve y la lluvia
no me da placer
un abrazo bendiciones para tí
Pues quédate, quítate las botas, y te sientas con un té :-)
EliminarUn abrazo
Nunca utilicé un tirachinas, o una honda como le llamamos aquí contra un ser vivo, menos usaría creo yo un arma. Así que aquel hombre tal vez comprendió que la vida siempre es más importante.
ResponderEliminarUn beso dulce.
Yo lo he usado, para hacer puntería, pero entiendo que apuntar a un ser vivo es una cosa muy grande. No pude ni podré.
EliminarUn abrazo, Dulce
¡Qué recuerdos me han traído ese tirachinas, la mercromina y el tío Ambrosio que mencionas! Ha sido como regresar a mi infancia y mis veranos en el pueblo. El vecino de mi abuela se llamaba, y se llama Ambrosio. Un relato muy evocador.
ResponderEliminarQuiero pensar que ni entonces ni ahora tu personaje hace uso de su arma.
Un abrazo.
P.D.:voy a echar un ojo al blog de Mar.
jaj, no podemos saber si hizo uso del arma en la infancia, o no.Peo me gsuat que queda abierto.
EliminarUn abrazo y feliz noche
Q bueno ❤
ResponderEliminarPues muchas gracias, cortito, eso sí
EliminarUn abrazo
Hola Albada.. Jose Saramago creo que dijo.. “¿Qué clase de mundo es éste que puede mandar máquinas a Marte y no hace nada para detener el asesinato de un ser humano?”
ResponderEliminarEs que el mundo y la vida es así.. muy buen relato
Un abrazo..
Muy acertada la cita. Y matamos, demasiado, no te quepa duda.
EliminarUn abrazo y por una noche con buenas lecturas
Uf qué fuerte!
ResponderEliminarUn relato impactante,justamente porque usando nuestro libre albedrío,podemos imaginar tantos finales... Tremendo( yo elegí el más duro)
Qué buen relato. Realmente te admiro!
Un beso fuerte!
El más duro deja ver la paloma muerta y la mujer también, pero es un final lógico, vista su ocupación actual :-)
EliminarUn abrazo, y muchas gracias, Luna
¡Qué recuerdos me traen los tirachinas!, aunque sea por otros motivos por el final libre que le he dado a tu relato, que también has dejado a nuestro libre albedrío por seguir el tema que nos han propuesto.
ResponderEliminarUn beso fuerte.
Claro, ha de quedar al libre albedrío del lector, y así paloma o mujer se salvan, o no
EliminarUn abarzo grande
Ya de chico fue templando el instinto... lástima que no aprovechó la puntería para algo menos violento.🖒😁 un abrazo
ResponderEliminarNo sabemos si bajó el tirachinas sin haber disparado. Eso es el lector quien lo imagina, ¿eh?
EliminarUn abrazo y muchas gracias, Neo
Recuerdo a los niños de mi infancia usar los tirachinas, gracias por trasladarme hasta allá mientras he leído tu relato. A mí nunca me han gustado porque pueden hacer mucho daño.
ResponderEliminarMe encantó tu relato.
Un beso enorme.
Yo sí usaba, y me gustaba. Luego no llegué a ser mala genet :).
EliminarUn abrazo grande, María
Tan bueno como impactante. Magnífico giro. Me encantan las imágenes de la primera parte; un buen preámbulo para crear la sorpresa final.
ResponderEliminarMuy bueno, querida amiga.
Abrazos enormes, y feliz noche 💙
La primera parte es el recuerdo, y la toma de escenario del argumento, me alegro que te gustara.
EliminarUn abrazo y feliz noche, Ginebra
Hola guapa, vaya con el tira chinas, espero que este viaje si a de matar a la mujer que espero que no, la mate con el tirachinas, muy bueno tu relato te deseo mucha suerte. Te deseo una feliz noche, besos de flor.
ResponderEliminarPd, Espero que te haya gustado mi regalo para ti, ya que va dedicado a ti, mi abuela pluma... Besitos de flor.
Caray, acabo de leerlo y no me di por aludida, muchas gracias, vuelvo a tu blog, Flor
EliminarUn abrazo grande y por una noche perfecta, sin dolores
Cariño es todo tuyo, ya que para mí es todo un orgullo que tengas un regalo mío en tu blog, si no lo puedes coger dímelo y te lo paso por mail vale, esta noche más besos.
EliminarDe pequeño ya apuntaba maneras pero supo elegir de la misma forma que lo hace de mayor.Buen relato, besos.
ResponderEliminarSeguro, apuntaba maneras, luego quién sabe si continuó con esa actitud de apuntar a seres vivos.
EliminarMuchas gracias. Un abrazo
Muy bueno el relato.Yo quiero creer que no fué capaz de volber a usar el arma.Sólo recordando su niñez...
ResponderEliminarPero quién sabe.
Dejas la mente trabajando a tus lectores y eso es bueno!!
Besucos y un apaluso!
Gó
Muchas gracias. La gracia :-) está en que el lector pueda interpretar el antes y el ahora, que pude ser diferente, ya que la edad nos hace modular los instintos.
EliminarUn abrazo y por un día bonito para ti
El más duro tiene a veces un buen fondo que termina imponiéndose en las situaciones límite. Intuyo que ambas —paloma y mujer— fueron indultadas. En el primer caso sin consecuencias para él. En el segundo, con las imprevisibles consecuencias de quien no ha visto realizado un encargo por el que ha pagado.
ResponderEliminarMe ha encantado el relato.
Un abrazo.
Pues lo imaginé, en el instante de apretar un gatillo, recordando cómo indultó a la paloma de la infancia. Son instantes, los álgidos, en los que se mezcla instinto, sentido del deber, sentimiento de culpa y todo lo vivido
EliminarMuchas gracias, Macondo, por tu lectura hoy. Un abrazo grande
Nunca he comprendido como un niño es capaz de apuntar con un tirachinas a un ser vivo y dispararle.
ResponderEliminarPara mí, aunque veo que no coincido con la mayoría, ese niño no llegó a disparar el tirachinas, apuntó pero no disparó. Ahora, en la actualidad, ha aceptado un encargo de matar a alguien. El haber aceptado ese dinero, ya le predispone a realizar el acto, pero espero que llegado el momento, decidiera actuar como hizo con la Paloma.
Un beso!
Pues es sí, no es algo tan extraño, pero suerte que luego cambian :-). Imaginé que ha matado, pero ante esa mujer, Paloma tal vez, recuerda su infancia y hace lo que entonces, no disparar.
EliminarUn abrazo y gracias por tu comentario, Carmela
Toc , toc , soy yo flor ... tu pedido va de camino , mira en tu correo
ResponderEliminargracias por todo mi querida amiga , te deseo una feliz mañana y mejor fin de semana
besos de esta que te estima y te aprecia flor.
Muchas gracias, ahora en un momento lo remato y publico,porque tu regalo me ha conmovido. De nuevo mi agradecimiento, Flor.
EliminarUn abrazo y finde de lujo
Ahhhh un relato negro.
ResponderEliminarCorto y preciso con una carga provocativa
Dejando a nuestro libre albedrio la resolución del mismo..
Me ha gustado.
Besos
S
Claro, me pareciño lo más oprtuno, y me alegra que se haya entendido así.
EliminarUn abrazo y feliz tarde.
Por dos mil euros ya hay quien lo hace.
ResponderEliminarOjalá y recuerden a ese niño que fueron, que dudó antes de soltar el tirachinas, pero dos mil euros es venderse muy barato ¿eh?
EliminarUn beso
A veces pienso qué cosas pasan por la cabeza de un asesino antes de apretar el gatillo.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho
Pues me pasa lo mismo. No sé qué piensan, recuerdan, esperan...dicen, los que han estado en guerras, que el primer muerto les impacta mucho, y lo creo, los remordimientos han de ser enormes.
EliminarUn abrazo y feliz día
Mi hermano tenía uno (y una puntería increible) Me lo has recordado. Gracias. Besos.
ResponderEliminarEs que había, y hay, auténticos artistas en eso de la puntería.
EliminarUn abrazo y por un sábado bonito para ti
Decisiones que marcan nuestro camino
ResponderEliminarMi hermano tenía una resortera de pequeño, pero apuntaba a latas, la usé, tenía pésima puntería, hasta que sin querer le di a mamá en la falta, ahí terminaron esos "juguetes"
Abrazo
Caray, qué mala experiencia de tu infancia. Ir a dar, por error, a una madre...ya es tener mala suerte, pero tal vez vino bien eso de arrinconar el artefacto :)
EliminarUn abrazo
O no, porque das por sentado que dispara ambas veces :-), aunque es verdad que hay malos hábitos, que cuando se cogen de jóvenes, ya no se van.
ResponderEliminarUn abrazo
Original método de matar (personas) para un asesino a sueldo.
ResponderEliminarComo ves, imagine a la mujer bien muerta.
Besostes
Es que puede estar más que muerta, como la paloma de antaño :-)
EliminarUn abrazo y gracias por comentar.
Intrigante y magnificamente narrado para crear ese final sorpresivo. Me ha gustado mucho. Un beso
ResponderEliminarMuchs gracais, María José, por tu lectura. Que tengas un lunes etupendo. Un abrazo
EliminarMe ha gustado el final. Increíble tu forma de contar.
ResponderEliminarAplausos
Besos
Muchass gracais, Maite. Disfruto ecribiendo, e imagino que se nota.
EliminarUn abrarzo, y proque esta semana sea bonita para ti.
Me ha gustado mucho el paralelismo entre los dos párrafos, tan parecido y tan diferentes al mismo tiempo. Y el misterio que no se resuelve. :)
ResponderEliminarUn abrazo.