Me recosté en el sillón.
Caminando, de su mano,
íbamos a la farmacia
de la plaza encantadora
de la ciudad de mi infancia.
Las oraciones del viernes.
Los martes con su mercado.
La algarabía de los niños.
Las monjas con sus rosarios.
Aprendí que la lectura
es mucho más que un placer.
Que el arte alimenta el alma,
y nos ayuda a crecer.
Me reconozco en sus frases,
en sus gestos y consejos,
en sus facciones tranquilas,
cuando me miro al espejo.
Y mi novela descansa,
dejada en una mesita,
mientras mi padre me guarda
en la niña que me habita.
Recordando con un poema a cualquiera mujer
Entre la memoria evocadora y el homenaje que gratifica, tu poema entrañable gustaría al mencionado. Y es que vivimos toda la vida. y más cuanto más mayores somos, acompañados de ellos.
ResponderEliminarCierto. Tan acompañados por ellos, padres y madres, que los llevamos dentro, pero no hablo del ADN, sino que con su crianza nos regalaron una visión del mundo, de un hacer y de un sentir.
EliminarUn abrazo, y gracias.
Estamos contigo..acunando el presente con amor...y cariño que habita en nuestros recuerdos.. abrazos prima.. hasta el frío desaparece de las gélidas mañanas por calles y plazas camino del colegio...
ResponderEliminarY anda que no hacía frío, prima, pero nos ponían guantes, nos daban la mano, nos atemperaban la gelidez de una ciudad tan noble como bella, pero fría en invierno, ya lo creo :-).
EliminarMuchas gracias por comentar y por haber sido una compañera inestimable en el encuentro de la extensa familia. Un abrazo infinito.
Un recuerdo, un homenaje magnífico, cuantas cosas recordamos, cuantos momentos maravillosos, menos mal que existen los recuerdos porque sino habría que inventarlos. Un abrazo
ResponderEliminarSi no existen, la vida ya no es nuestra vida. Por eso, los instantes que vienen a la memoria, dulces y cálidos, nos hacen saber quiénes somos, de dónde venimos.
EliminarMi padre eran amante de la lectura y del arte, pintaba acuarelas básicamente y eran un fan de cada pinacoteca. Y eso lo he heredado. Un abrazo, y gracias.
Qué emotivo tu poema!!!
ResponderEliminarTe dejó hermosos recuerdos.
Hoy, un abrazo.
Gracias, es verdad, me dejó muy buenos recuerdos.
EliminarUn beso.
Bonitos esos recuerdos que nos dejas en forma de poema.
ResponderEliminarSomos recuerdos y emociones, sin ellos no somos nada. Un besote grande.
Qué linda foto de la comunión y de tu padre. Un besote grande.
E Alzheirmer por eso es tan cruel. Somos lo que fuimos.
EliminarUn fuerte abrazo, Campirela. Muchas gracias.
Entrañable y emotivo homenaje, que me ha emocionado. Máxime, cuando en tu comentario a mi entrada, (llevada por la amistad), estableces parangones que de ninguna manera merezco.
ResponderEliminarGracias por todo y besos.
Gracias, tu eres una persona exelente, y siempre sé que en blog hallo sentimientos, opiniones, recuerdos y una enorme y sabiduría.
EliminarUn fuerte abrazo, Juan.
Bonitos recuerdos.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz día.
Lo son, mi infancia fue muy feliz.
EliminarUn abrazo grande, Rafael.
Recordar es vivir, las fotos guardan cierto aire de homenaje, y el poema que acompaña lo explica todo. Maravilloso.
ResponderEliminarEs que vivir sin recordar no es vivir para el ser humano. Muchas gracias.
EliminarUn abrazo.
Unas palabras super especiales para un día como hoy. Esos recuerdos que nunca se pueden olvidar, porque nos han ayudado a ser como somos. Un besote!
ResponderEliminarNo se olvidan. Yo en concreto guardo especial recuerdo de cómo nos enseñaba a nadar en el río Jerte. Paciencia, cariño, cuidado...y eso no se borra.
EliminarUn abrazo grande, y muchas gracias
Todo buen padre deja su huella indeleble en su forma de enseñarnos esos primeros pasos en la vida. Muy bonito homenaje a tu padre y a esa niña que te habita.
ResponderEliminarUn beso dulce.
La mayoría son buenos padres, tal vez sin vocación, pero acaban siendo entrañables y recordados con amor.
EliminarGracias, un abrazo grande, Dulce.
Tiernamente nostálgico. Qué mejor loa al padre. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarAquí hay un refrán. Bendita sea la rama que al árbol sale. Si, el espejo es inapelable. Muchas gracias.
EliminarUn abrazo Augusto.
Boa tarde de terça-feira. Memória efetiva, rica e muito interessante, minha querida amiga Alba.
ResponderEliminarGracias, Luiz, un padre es algo que se recuerda toda la vida, las madres aún más.
EliminarUn abrazo y feliz entrada de primavera, aquí.
Me emocionaron tus palabras, yo me acuerdo mucho del mío, era muy completo, pintaba, hípica, clases de matemáticas, jardinero y de todo, bueno no, de todo menos poeta, era incapaz.
ResponderEliminarTu padre era o es muy guapo y esa típica foto de comunión creo que la tenemos guardada todas las de la época.
Entrañable entrada.
Muy polifacético el tuyo. Me alegra que tengas tan buenos recuerdos.
EliminarEsas fotos...en sepia y ayer, casi todos las tenemos, es verdad. Un abrazo grande.
Un homenaje de calado, para un padre que nunca está ausente del todo.
ResponderEliminarUn beso.
No se van, por mucho que se fueron. Y eso es saber de dónde venimos.
EliminarUn beso.
La sencillez de unos versos preciosos, con la imagen del padre en la memoria y en los gestos heredados.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, al final la sencillez cabe en pocas palabras para tantos recuerdos.
EliminarUn fuerte abrazo, Macondo. Creo que ayer era tu santo, felicidades.
Preciosos recuerdos que son un tesoro. ❤❤❤
ResponderEliminarLo son, y ahí quedarán, ojalá nunca los pierda en mi mente.
EliminarUn abrazo, y gracias.
Somos lo que somos por que recordamos, por las personas que nos acompañaron, ni qué decir en el caso de nuestros padres. Me encantó el sillón de leer, en esta vida en la que parece que tienes que hacer mil cosas a la vez, olvidamos que para hacerlas bien basta hacerlas de una en una. Leer, en tu sillón de leer, sin nada más es uno de los momentos más placenteros que puede haber. Un abrazo
ResponderEliminarSin duda, mi sillóm de leer tiene una mesita al lado. Allí, a veces entre lecturas, dejo que una palabra me capture, o un recuerdo me secuestre, y es lo que acaba siendo mi yo de ahora. No renuncio al ayer ni de mi infancia.
EliminarMuchas gracias, David. Un fuerte abrazo