Cuando una mujer florece
parece rosa que se abre
con un sonido inaudible,
sintiéndose vulnerable.
Duda, se inhibe, y lucha.
quiere saberse inmune
aunque al final sí sucumbe
a un tsunami que la inunde.
Se le ilumina la vista,
se indisciplina el latido,
se encienden viejas hogueras
de un corazón ya dormido.
Calibra muy bien el tiempo,
conoce el cercano invierno,
mas, si no se abre ahora
su jardín seguirá muerto.
Empieza a beber el agua,
sabiendo que es pasajera,
dejando que el río se embriague
de sabor a primavera.
Una mujer que se abre,
cual ramillete de flores
es el mejor alimento
para quien sabe de amores.
Alimento para dar vida
ResponderEliminarCrear primaveras
De fuentes caseras
Horizontes de conquista.
Bello poema el tuyo, para un día de mujer.
Un beso
La primavera que siente la mujer al florecer, no tiene edad.
EliminarMe alegra que te gustara, amigo. Un beso
Las mujeres debemos florecer todos los días, al nuevo día y bebenos cada sorbo de vida que nos de. Florezcamos...
ResponderEliminarUn abrazo y feliz semana.
No hay mejor consejo, hay que dejar que las primaveras sean cada día.
EliminarUn fuerte abrazo, Rosana.
Es un poema precioso.
ResponderEliminarQue sigan floreciendo.
Besos.
Que sigan , Toro, no hay mejor espectáculo que ver cómo una mujer florece.
EliminarUn beso
Las mujeres florecemos cada día, ponemos aire y calma al día a día, y tu además pones poesía. Unos abrazos
ResponderEliminarSomos realemnte fuente de vida, y de flores alegrando la vida.
EliminarUn fuerte abrazo, Ester. Gracias.
Muy bonito, ese florecer de la mujer.
ResponderEliminarCada día es un nuevo comienzo, por lo tanto, cada nos abrimos a la vida.
Un besazo.
Si el amor entra sin esperar, es una revolución completa.
EliminarUn abrazo grande, Campirela, y gracias.
Es un bonito reflejo el de ver a una mujer a travès de una rosa.
ResponderEliminarUn abrazo .
Como metáfora me pareció imposible de evitar.
EliminarMuchas gracias. Un fuerte abrazo, Rafael.
Cuando una mujer se abre, la vida se inunda de primaveras y se indisciplinan los latidos.
ResponderEliminarBello poema.
Besos.
Esos latidos indisciplinados, que algunos llaman mariposas en el estómago, son fuente de primavera en vena.
EliminarUn fuerte abrazo, querido Juan. Muchas gracias.
Gracias por tan linda Poesía!!
ResponderEliminarSomos rosa y espinas, somos el agua y el sol que entibia, somos todo lo que se nos presenta cada día.
Un abrazote Maripau:)
No hay rosa sin espina, y es verdad, pero nada opaca su belleza, ni esa primavera que despertamos si se nos provoca en nosotras.
EliminarMuchas gracias, Cecy. Un abrazo grande.
Cuando una mujer florece desafortunadamente me ha pasado que otros caballeros han podido detectar lo mismo.... SIEMPRE llego tarde....
ResponderEliminarCachis, qué mala pata. Pero yo como mujer sólo veo a esa primavera en la mirada de alguna, y me parece que se transforman en increíblementes bellas.
EliminarUn abrazo.
Me ensalma ese símil entre la rosa que se abre a la vida y la mujer que se apertura a la vida, para la vida. Mujer y rosa abiertas son vida. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarSin duda, somos vida y primavera, con nuestas espinas, claro, pero era una metáfora inevitable.
EliminarUn abrazo fuerte, Carlos, y gracias por comentar.
Siempre he considerado a las flores tan femeninas como las mujeres y tu poema lo confirma.
ResponderEliminarUn beso dulce y dulce semana.
Ver florecer un rosal y a una mujer yo creo que son espectáculos impagables.
EliminarUn fuerte abrazo, Dulce, y gracias.
Una mujer que hace versos desde el alma y el corazón siempre se abrirá oportuna al mundo con todos sus pétalos. Un abrazo dejo para ti.
ResponderEliminarEsa mujer en paz consigo misma, amada y segura, es la llave de la felicidad de todos quienes la rodean, estoy segura.
EliminarUn fuerte abrazo, amigo.
Bellissima poesia sullo sbocciare della donna che come un fiore apre i suoi delicati petali
ResponderEliminarUn carissimo saluto
Gracias, era una metáfora casi imposible de evitar.
EliminarUn abrazo, Giorgio.
Las mujeres florecen y las flores mujerean. Hablamos de lo mismo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bueno, es así, pero mujerean al hacerse mujeres, en la adolescencia, y aquí florecen cuando, en cualquier estación y edad florecen.
EliminarMuchas gracias, Macondo. Un fuerte abrazo.
Hermoso poema Pari Pau.
ResponderEliminarAbrazos.
Muchas gracias. Es bonito ver a una mujer enamorada y floreciendo.
EliminarUn abrazo fuerte.
Sigamos floreciendo estimada Albada. Este poema ha florecido de forma hermosa. Felicidades amiga Albada. Un beso
ResponderEliminarSigamos, sobre todo si el amor nos toca el alma y nos deja paz y alegría.
EliminarUn abrazo fuerte, Carmen, y gracias.
Qué elegancia en tus versos, con qué sensibilidad describes y nos cuentas ese resplandor del florecimiento femenino...
ResponderEliminarMe ha parecido precioso!
Un abrazo.
Mucahs gracias. Yo, por mi edad, lo veo menos que se ve en los institutos, pero ni te imaginas el gozo que es contemplar ese florecer.
EliminarUn gran abrazo Luna. Feliz martes.
Así, a su lado, las flores envidian su florecer.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Julio David.
Muy bellos tus versos floridos, que dicho sea de paso ya anuncian la primavera los retoños.
ResponderEliminarBeso
Así es, aquí la primavera entrará pronto, y ya se respirar un poquito.
EliminarUn abrazo fuerte, Malque. Gracias.
Precioso... Y después de haberlo escuchado en tu voz... una maravilla.
ResponderEliminarMuchísimas gracias. De verdad. Un abrazo fuerte.
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