Imagen de Miles Johnson del blog Bic naranja |
Odiaba las matemáticas, desde siempre, no había conseguido
entenderlas. Su madre se había empeñado en que hiciera unos deberes imposibles,
tres folios, nada menos, con ejercicios donde calcular áreas de círculos,
triángulos, y varias figuras geométricas más. Por la tarde había mirado, desde
la ventana a sus amigas, jugando en la playa. Esperó la inspiración para atacar
los ejercicios, pero en vano. Sintió, casi literalmente, sus neuronas
derritiéndose como una vela encendida.
La noche se coló de estraperlo por las persianas, sin que se
percatara del tiempo que llevaba sentada. No podía evitarlo, recordaba el
verano pasado, sin hincar los codos, tan libre como las palomas, siendo aún una
niña. Pero ya había empezado el Instituto, por desgracia, y le habían insistido en que ya
era mayor.
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Ser mayor implica obligaciones, a mas edad mas deberes. Feliz semana!!!
ResponderEliminarCierto, se queda uno con las ventajas de crecer, pero resulta que la edad conlleva responsabilidades.
EliminarUn abrazo y feliz martes
La libertad infantil perdida, inicio de la edad responsable. ¿Para qué?
ResponderEliminarUn beso.
Sobre los trece años, para nada, porque muchas niñas a esa edad siguen jugando con muñecas :-)
EliminarUn beso
El tiempo pasa tan rápido que el hacerse mayor es inevitable, pero siempre tendremos en nuestro rincón de la memoria ese niñ@ que todo llevamos dentro.
ResponderEliminarUn abrazo y una feliz semana.
En la memoria y en corazón. Yo la dejo volar, y creo que así alargaré la curiosidad y la sorpresa :-)
EliminarUn abrazo
Cuanto más mayor más responsabilidades, así son las cosas.
ResponderEliminarUn beso, Albada
Y es una pena además, pero tomar las riendas de la vida es asumir responsabilidades, y decisiones.
EliminarUn abrazo, y por un martes bonito
Cada etapa de la vida nos suma más responsabilidades y obligaciones, y nos deja menos tiempo de libertad.
ResponderEliminarAbrazos.
Tiempo libre, tiempo de jugar, sin ganar ni perder...qué de cosas perdemos...
EliminarUn abrazo, Patricia.
Qué pena... a partir de ese momento cada vez hay menos magia.
ResponderEliminarBesos.
Cierto, se nos va la magia, la inocencia y la alegría esa de ser niño
EliminarUn beso
Las matemáticas pueden ser todo un desafío.
ResponderEliminarUn abrazo.
Para algunas personas lo son, te lo podría jurar :-)
EliminarUn abrazo
yo en egb, bup y cou, afortunadamente nunca tuve que estudiar para septiembre, pero en la carrera no me libré ni un solo verano.
ResponderEliminaren la escuela de industriales de la politécnica de madrid, había que estudiar unas asignaturas imposibles, y además la gente era de lo más aburrido y antipático que te puedas encontrar. y lo curioso es que se casan y tienen hijos... me pregunto cómo lo harán para practicar el noble arte de la procreación.
abrazos!
jaj, esos profes...dónde encontrarían a las esposas ¿no?. hay materias que en verano se deben hacer muy cuesta arriba,seguro
EliminarUn abrazo y por un día sensacional
Ah qué tristes son los deberes escolares, ni modo, es un mal necesario. Yo la pasé muy mal este ciclo enseñando desde casa, esperemos cosas mejores. Saludos
ResponderEliminarSeguro que ha sido una odisea hacer de profe con esta pandemia, agotador.
EliminarPor los veranos sin tener que estudiar, ni hacer docencia :-)
Al final los años implican responsabilidades y cargas...para bien y para mal...un beso
ResponderEliminarAl principio es para mal, estoy segura, perdemos libertad y frescura, y se nos empieza a evaluar nuestras actitudes.
EliminarUn abrazo feliz día
Qué pena crecer... perder la inocencia de la infancia.
ResponderEliminarAbazos.
Para mí es una pena, cuando veo chavales de trece o por ahí, me resultan muy tristes, porque están en tierra de nadie.
EliminarUn abrazo y a disfrutar de un bonito martes
Hacerse mayor es una bendición, si se hacen las cosas como se deben hacer... La filosofía de la vida no se entendería con el paso de los años, quizás en vez de plantearse en jacer mayores, habría que pensar en saber adaptándose en cada época, sino como innovamos o avanzamos, estando paulatinamente en la novela rosa. No es así...
ResponderEliminarEl problema es que la sociedad nos encasilla como si fuéramos objetos perdidos o trastes, pero no hay como explicar a unos niños, a unos adolescentes a cualquier tipo de persona con ejemplos como hacían nuestros ancestros... En la vida sino espabilas, te espabilan... Por lo tanto hacerse mayor es ver que tu belleza externa, tiene arrugas mientras la la energía interior es más complaciente (por muchas responsabilidades que se tengan). Y sólo un apunte, saber que llevamos esa niña o niño dentro de nosotr@s es el arte de no tener prejuicios y ser libre (dentro de ese espacio que nos queda) La libertad global, solo existe en la tierra e los sueños...
Abrazos y feliz lunes, Albada.
Te doy la razón, nos empeñamos en prepararles mal para la vida, protegiéndoles demasiado. A mí los adolescentes me dan pena, pero a al vez les admiro, porque tienen la fuerza y convicción de esa edad, y siempre pienso en que ojalá la vida no le obligue a bajarse del ten de los sueños.
EliminarUn abrazo, y feliz martes, Joaquín
Pobrecilla. Aunque las suspendiera, dejarla así con algo ininteligible... qué menos que un poquito de ayuda. :)
ResponderEliminarUn abrazo.
La imaginaba y me generaba ternura, es que lo estaría pasando fatal.
EliminarUn abrazo
La vida cambia y los deberes asoman conforme crecemos, ya más adultos con suerte se puede disfrutar el verano.
ResponderEliminarUn beso dulce y dulce semana.
Pobres, si hasta les llevamos todavía done queremos...luego ya podrán disfruta de nuevas libertades, pero la imaginé agobiada y triste.
EliminarUn abrazo, Dulce
Te salió redondo !! Y qué ilustración!!Que te cunda la Inspiración !!!
ResponderEliminarLa imagen era impactante, y medio tristona. Muchas gracias.
EliminarUn abrazo
la pobre...es uno de los precios a pagar, el hacerse mayor. Y lidiar con contenidos en las escuelas e institutos que poco servirán en el futuro.
ResponderEliminarMuy real y hermoso tu relato,tan sencillo y tan bien escrito.
Un beso!
Esa lejanía entre materias de estudio y vida de adulto me preocupa siempre, la verdad. Pobrecita, a ver si la dejan salir a la playa pronto :-)
EliminarUn abrazo
Hola Albada.. Bueno aquí decimos "Qui dia passa any empeny" Cada dia, cada año es distinto en la vida del adolescente. Pero todo es experiencia y enseñanza..
ResponderEliminarUn abrazo.
Así es, mi suegra lo decía mucho, a medida que iba envejeciendo. Hay que ir pasando, de etapa en etapa, empujando la vida.
EliminarUn abrazo
Como me suena...
ResponderEliminarYo nunca quise crecer.
Besos.
Hasta los dieciséis no quise, luego me entraron prisas, y qué malas prisas.
EliminarUn abrazo, Laura, y por un feliz martes
Verano y matemáticas... ¡cómo me suena!!!
ResponderEliminarAbrazos
Es un clásico veraniego, los deberes de recuperación :-), qué penita
EliminarUn abrazo
Cuanto más mayores, más intensa es la carga de responsabilidad que tienen sobre sus hombros.
ResponderEliminarAbrazos
Es lo malo de crecer. Tengo una hermana que con cincuenta años o más, le decía a mi madre, ay mamá, me quedaría haciendo de hija una temporadita en tu casa :-).
EliminarUn abrazo, y bonito martes te deseo
Y siempre habrá gente a su alrededor que se lo recuerde... Es como si crecer a saltos agigantados fuese una obligación.
ResponderEliminarMe ha encantado tu relato, Albada.
Mil besitos para tus sueños ❤️
Somos crueles, si ya irán viendo que eso de crecer tiene trampa, pero les recordamos que ya son mayores, que ya no deben tal o cual cosa. Somos malos :-)
EliminarUn abrazo y un día genial te deseo
-No quiero ir a la escuela a aprender cosas serias -le dijo con vehemencia-. No quiero ser mayor.
ResponderEliminar(Peter Pan)
Qué sabia frase de Peter Pan. La subscribiría, con la misma vehemencia, si pudiera tirar para atrás :-) En serio, mantengo viva a esa niña de once o doce años. La uso mucho, además.
EliminarUn abrazo
¿No te llamas, por casualidad, Alicia?
Eliminar"Por último, imaginó cómo sería, en el futuro, esta pequeña hermana suya, cómo sería Alicia cuando se convirtiera en una mujer. Y pensó que Alicia conservaría, a lo largo de los años, el mismo corazón sencillo y entusiasta de su niñez, y que reuniría a su alrededor a otros chiquillos, y haría brillar los ojos de los pequeños al contarles un cuento extraño, quizás este mismo sueño del País de las Maravillas que había tenido años atrás; y que Alicia sentiría las pequeñas tristezas y se alegraría con los ingenuos goces de los chiquillos, recordando su propia infancia y los felices días del verano."
(Lewis Carroll, Alicia en el país de las maravillas)
jaja, pues no. Ignoro si estaba bajo la influencia de sustanciosas al escribir, pero Lewis en ese fragmento hace una declaración de intenciones que suscribo. No me imagines orate, no llamo la atención, pero me permito que salga la niña que nunca dejé que se escapara de mí :-). Un abrazo
EliminarA mayor edad, mas obligaciones... No me gustan las matemáticas, saludos y abrazo amiga. Lindo relato que me trae recuerdos antiguos....
ResponderEliminarMás obligaciones y responsabilidades, más duro que vivir en casa con los padres, ya lo creo
EliminarUn abrazo
Deberían avisar que ese cambio tiene secuelas...
ResponderEliminarMuy buen relato. Y la imagen es muy buena!
Un abrazo grande
Deberían avisar, en efecto, te encuentras con un día se ve raro encuentran raro que quieras jugar sin más. Y da pena. :-)
EliminarUn abrazo enorme, y por un feliz día para ti
A medida que crecemos, aumentan nuestras preocupaciones y deberes.
ResponderEliminarLos niños siempre quieren crecer y cuando lo han hecho muchos se arrepienten, je,je.
Un abrazo.
Es verdad, nos quedamos con la idea de poder hacer lo que queramos de mayores, cuando de mayores cada vez podemos hacer meno lo que queremos :-)
EliminarUn abrazo
Tanto suspirar por ser mayor y la verdad es que no tiene ninguna ventaja.
ResponderEliminarUn abrazo.
Si es que hasta nos coartan la imaginación, y lo que es peor, la curiosidad :-)
EliminarPorque la infancia, el paraíso perdido, estuviera siempre anidando en el corazón. Un abrazo
Quienes insisten en que uno ya es mayor son unos esaboríos, sin más :D Y tu relato -y la imagen- lo refleja muy bien y con sutileza, como la luz de una vela ;)
ResponderEliminarDesaboríos de todo. Que dejen que anide la infancia, el paraíso perdido, en el corazón por siempre, hombre ya :-)
EliminarGracias, Ángeles. Un abrazo
Esa etapa llega, y nos cae como un ladrillo, porque sentimos las alas rotas.
ResponderEliminarNos confunden, y acabamos confundidos. La etapa de la adolescencia cada vez dura más, y les entiendo, quieren tirar para atrás bastantes ratos. Pues oye, que sigan siendo niños lo que se pueda.
EliminarUn abrazo, y por un bonito día para ti
Un abrzo
Nos sentimos un poco identificados.
ResponderEliminar¿Aprendimos a no repetir los errores de nadie o los seguimos cometiendo?
Feliz verano.
Un placer leerte
Los seguimos cometiendo. Nos dejamos colgar la etiqueta. Es médico, es soldador, tiene dos hijos, siempre veranea en la playa... Con lo poliédricos que somos, que pobreza tienen las etiquetas, ¿verdad?.
EliminarUn abrazo
como se le pasó el tiempo a esta mujer! ja...
ResponderEliminar¿a quién le gustan las matemáticas? je... saludos
En esa edad el tiempo de fin de curso no llega nunca, pero luego resulta que te has de vestir más formal de un día para otro :-). Las mates son siempre el hueso duro de roer :-)
EliminarUn abrazo, y gracias
Eres de los míos, ser mayores para lo necesario, pero no todo el rato, ni pagando el precio que parece que hay que pagar.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Hola, Albada!
ResponderEliminarTe cuento que mi última hija tiene 12 años. Me cuesta un poco aceptar que ya es una pre-adolescente jijijiji. Sin embargo debo respetar su espacio y dejar que se haga grande. Me gustó tu post. Tierno y dulce.
Un abrazo.
Les pedimos responsabilidad, les pedimos que se hagan serios, formales, pero siguen a horcajadas entre la infancia y la adolescencia, y hay que darles espacio, claro, y tiempo. A mí no me gusta que crezcan, la verdad pero así ha de ser. Disfruta mucho, con sus contradicciones, porque es un edad preciosa.
EliminarUn abrazo y tranquila. Yo sobrevivirás a tres adolescencias, de varones, y mira, tiene sus ratos magníficos. Eso si, compra paciencia :-)
siempre se nos encasilla, sea la sociedad, los amigos o la familia, y un día, sin venir a cuento te dicen: has crecido ya no eres el niño que ayer si eras. Y tu mundo se viene abajo, por que te eres lo que te sientes, no lo que te dicen
ResponderEliminarEres lo que sientes, qué verdad, lo de las etiquetas es nefasto, máxime cundo te la ponen de un día para otro. Con lo bonito que es ir cambiado. :-)
EliminarUn abrazo y feliz tarde
De pequeños, no nos dejan ser niños. de grandes, nos dicen que somos ya muy mayores para muchas cosas.
ResponderEliminarEl tiempo de nunca jamás pareciera existir solo en los cuentos.
Un beso.
Y es una pena, cuando querríamos montar en un columpio y no podemos, por vergüenza, me parece un atentado ala sensibilidad de cada quien.
EliminarPor el tiempo que sentimos, no por la edad del carnet de identidad. Un abrazo.
Crecer y madurar tiene su precio. Cuesta dejar atrás una época en la que todo parecía más fácil.
ResponderEliminarMuy bueno👏🏼
Ya lo creo que cuesta. La infancia es ese paraíso al que que queremos regresar siempre.
EliminarUn abrazo, y gracias.
Un relato precioso. Hacerse mayor... y no poder con las responsabilidades es terrible. Hay que tener siempre un tiempo para el juego, la contemplación y la amistad...
ResponderEliminarUn beso
Es que pierdes mucho, y nadie nos avisa. Es el paraíso perdido al que querremos regresar.
EliminarUn abrazo
Terrible perder un verano por las matemáticas.
ResponderEliminarUn beso enorme
Es una tragedia, pobrecilla, :-) Un abrazote
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