Quedé colgada de un hilo
al borde de tus pestañas
El cielo quedó estrellado
Se ruborizó la luna
al vernos en la mañana
desnudos y enmarañados
deshaciendo telarañas.
Decapamos las pinturas
que habíamos adoptado
para creer ser felices
estando desorientados.
Y que fácil resultaba
vivir siendo engañados
por las posturas reinantes
como buenos ciudadanos.
Se pinchó el globo, la farsa,
y quedamos retratados
bajo el cielo de esa noche
rendidos sobre la cama
Maripau González, La Pineda 2 noviembre 2022
A mi ya me engañan poco.... con los años he ido aprendiendo.
ResponderEliminarBesos.
Bueno, hay ilusiones que nos dejan niebla en la vista, creo.
EliminarUn beso
Pero cuánto nos gusta engañarnos a nosotros mismo, cuánto.
ResponderEliminarUf, hacemos trampas al solitario muchas veces, y lo peor aún, nos boicoteamos, un poema, vaya.
EliminarUn abrazo
No pasa nada si nos mentimos alguna vez, que no nos acomodemos en ese engaño y lo vayamos renovando. Un abrazo
ResponderEliminarAuto engañarse es muy fácil, demasiado. Por ejemplo en los funerales. Qué bellos recuerdos he escuchado de un finado que hasta ayer era el déspota odioso, pero el viud@ agranda sus bondades, y recuerda la mejor versión del que ya no está. Es curiosa la mente.
EliminarUn abrazo
Bonito este pequeño romance que nos dejas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Rafael. Un fuerte abrazo
EliminarDe las pocas virtudes que tengo, la de no ser engañada, es una, casi siempre he visto el engaño. antes de que me hiciera daño. Pero claro, no siempre es así.Ahora los años me tienen más despierta. Un beso Albada.
ResponderEliminarClaro, el escarmentado sabe mejor cómo detectar los engaños, pero hay los autoengaños, muy comunes, que son mecanismo de defensa.
EliminarUn abrazo, Carmen, y feliz tarde
La luna es muy buena observadora de todo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es es espectador de piedra que vigila. A veces también inspira, eso si.
EliminarUn abrazo, Amapola
El cruce de engaños, cuando queda descarnado, iluminado por la luna o por el sol del día a día, da igual, acaba incomodando más del placer proporcionado.
ResponderEliminarUn beso.
Porque no compensa el daño. Pero eso sólo lo sabe quien lo vive. Igual sí valió la pena esa alegría. Es un decir, Alfred. Es ficción.
EliminarUn beso
Si la dama plateada se dio cuenta de esas miradas , es amor . Bello poema .
ResponderEliminarUn besote.
La luna también a veces se olvida las gafas de ver, no creas.
EliminarUn abrazo, Campirela, y gracias por tu lectura
Hay gente que se engaña toda la vida, las pinturas solo engañan a quién quiere serlo. Buen retrato, me gustó. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias. Hay quien necesita ser engañado, porque necesita esa mentira, no creas.
EliminarUn abrazo, y muchas gracias
El amor siempre tiene algo de engaño o autoengaño, pero nos dejamos.
ResponderEliminarUn beso dulce y dulce fin de semana.
No sé si cabe la sinceridad y trasparencia totales, tal vez si. No lo sé, la verdad.
EliminarUn abrazo, Dulce, y buen finde
Nos engañamos a menudo... ¡qué remedio!
ResponderEliminarAbrazo, buen finde
Tampoco creo que sea un tragedia. A veces es terapia sin más.
EliminarUn abrazo
Boa de sexta-feira. Obrigado pela visita e comentário. Aproveito para desejar um bom final de semana. Texto maravilhoso minha querida amiga Alba.
ResponderEliminarGracias ti por tus entradas de ese país inmenso.
EliminarUn abrazo, Luiz
Dos guerreros rendidos sobre la cama, pero sin duda victoriosos
ResponderEliminarPaz
Isaac
Así lo entendí, o lo imaginé.
EliminarUn abrazo, Isaac
A veces, sin darnos cuenta nuestra, la mente nos lleva a caminos insospechados...Quizá no quiere que suframos viendo la realidad...precioso !
ResponderEliminarAbtazos.
Hay realidades que duelen, y casi que la mente organiza la mentira como supervivencia.
EliminarUn abrazo, y feliz domingo
Pero... al fin de cuentas fue una noche locamente bella.
ResponderEliminarGracias por visitarme.
Un abrazo.