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Siguiendo una iniciativa de El demiurgo de hurlingham, esta es mi aportación.
Hace un par de días regresaba de Madrid en el AVE, y me colé en primera clase como otras veces, pero esta vez creí soñar al descubrir a Joaquín, tras un libro. No puede ser, me dije. Es el autor que más esquinas del ser humano ha plasmado en sus canciones.
Le abordé sin alharacas, preguntándome por qué viajaría así, sin su equipo o su
mujer, e hice como que no le conocía.
—¿A
Barcelona?
—Parece
evidente, señora- me dijo, me resultó extraño que me hablara como farfullando-
—¿Por
trabajo tal vez?
—Por
visita médica- dijo con una sonrisa, evitando acto seguido mi mirada, y queriéndose proteger
con el libro de Proust. Precisamente con esta respuesta me sonreía, ¿Por qué
sonríes, cabrón?, me pregunté-
Saqué
mi ebook y me dispuse a leer, sin darle, ni darme , más minutos de conversación Fue él quien cerró su "En busca del tiempo perdido 6. La Fugitiva". Fue él quien aclarando su voz, rasgada y rota, empezó a
hablar de un caída tonta semanas atrás, y que no quería que nadie supiera que
iba a buscar una segunda opinión en la Ciudad Condal.
El
viaje no es muy largo, pero suficiente para que hablásemos de esos amores que
matan, de los hijos y los gatos, del pá amb tomaquet y de los bocadillos de
calamares del Brillante, de Chavela y de
Joan Manuel Serrat. Cuando le dije que había ido a ver a esos “dos pájaros de
un tiro” años atrás, se limitó a sonreír de nuevo. De lo que más habló fue de su mujer Jimena
y del miedo real a ser una carga para quien, tras tantas "aves de paso", anidó en
su corazón, de puntillas.
— Los "peces de ciudad" os debéis a quienes, huérfanos de campos verdes, bebemos de
caracolas marinas cuando estamos en Madrid- le dije, guiñando un ojo, antes de apearme en Tarragona-
—No
deje que "a la orilla de su chimenea" se plante quien no lo merezca- me respondió
con otro guiño, el suyo pícaro y certero
Al
bajar del tren recordé el instante exacto en que mi único amor me despedía diciendo " no quiero que viajes al pasado, y vuelvas del mercado con ganas de llorar ". Levanté
la cabeza, me subí las solapas de mi gabardina, y me quedé pensando en ese andén. Saboreando un viaje especial, a un poeta inmenso y a un pasado de besos con sal.
Muy bien contado, como si fueramos testigos de ese encuentro casual, en un tren.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cada encuentro con alguien es algo especial, con él creo que habría sido más especial :-)
EliminarGracias. Un abrazo y feliz jueves
Un bonito relato, te felicito.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, Rafael. Un abrazo
EliminarEs todo un recorrido por la trayectoria discográfica del gran Sabina. Gracias por llevarnos contigo en ese tren, Preciosa.
ResponderEliminarMe ha encantado.
Mil besitos con cariño ❤️
Era tentador hacer un texto con sus títulos de canciones, creo que son más de doscientos, pero me conformé con pequeñas pinceladas.
EliminarMuchas gracias. Un abrazo con cariño, Auro
No conozco a Sabina personalmente, pero sin saber si tu relato es real o ficticio, me lo he imaginado tal cual lo has descrito y sobretodo me lo has representado como yo creo que es.
ResponderEliminarMe gustó viajar en vuestro mismo vagón.
Es ficción, pero pudiera haber sido, e imagino que sería algo similar a lo que escribí. Así que me alegro que hayamos coincidido en imaginar :-)
EliminarUn abrazo
Sin duda ese viaje es como ir leyendo verso a verso un poema , en este caso las canciones de sabina que para mi son más versos de otra cosa ..Me gusto como ,lo enfocaste ..Muy bien guapa..ese tren nos llevó por recuerdos sin duda alguna .
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Es un poeta de una inmensidad poco usual. Desde su pongamos que hablo de Madrid, hasta el último disco, recorrer senderos, laberintos, amores y desamores como nadie. Y hasta escribe sobre una peluquera y se queda tan ancho :-)
EliminarSu poesía no te la acabas, ni queriendo :-). Muchas gracias. Un abrazo
Un bonito encuentro ;)
ResponderEliminarUn beso.
Bueno, no descarto que pudiera ser :-)
EliminarUn beso
Me ha gustado mucho ese viaje, mucho
ResponderEliminarUn beso grande
Pues te invito a montar en le mismo vagón, Carmela. y escuchar alguno d esus temas. :-)
EliminarUn abrazo y por un jueves gozoso
Un singular encuentro "a pañuelo de estación", donde " que eres una mujer, además de una dama".
ResponderEliminarAbrazos, Maripau.
Uf, pones dos temas, pero habría cientos. Muchas gracias por estar ahí, como le nano, cerca de sus versos cargados de hiel y mieles, de ironía y profundo amor.
EliminarUn abrazo grande vuela sobre el charco.
Oportuno relato, Sabina merece que se hable siempre de el pero recien salido del hospital aún más. y tu has hecho un recorrido presentacion genial, o tiene una inspiración bárbara o tu musa hace horas extras. Abrazos gordos
ResponderEliminarTengo a las musas amaestradas :-). Es broma, conozco docenas de canciones suyas, y desde esa calle Melancolía hasta ahora, casi todas son de unos versos rotundos, sabios, intrincados y muy humanos.
EliminarUn abrazo y por un jueves feliz, Ester
En un tren pueden ocurrir un montón de cosas, desde encuentros hasta desencuentros, y en este trayecto ha sido un maravilloso encuentro con Sabina, por cierto, ha estado mal últimamente, así que has hecho un bonito homenaje para él.
ResponderEliminarMe ha encantado tu viaje con uno de los grandes autores, siempre me han encantado sus canciones.
Un beso enorme.
Pueden gustar o no, porque hay temas que sobrevuelan a un pillo un poco villano, pero su poesía es inmaculada, y sobresale sobre todos los cantautores de lengua española. Bueno, tras la caída, que vaya disgusto, espero que quede muy bien y siga dando guerra.
EliminarUn abrazo y gracias, María
EL relato es una pasada!!
ResponderEliminarY si es con Sabina el viaje y la conversación,qué decirte!!Ya me gustaría a mí tener con él sólo un cuarto de hora para charlar de lo que saliera.Sin preparar nada
Es para mí el poeta de la calle,el mejor poeta que mejor escudriña el diccionario del barrio de la vida y sabe decir lo que a nadie se nos ocurriría
Besucos .Gran entrada!!
Gó
Su vocabulario es tan extenso que uno se asombra de cómo disecciona los sentimientos para hacerlos caber en versos como puñales, como estiletes de cirujano.
EliminarEs el mejor en español, no te quepa duda. Un abrazo y por los trenes
Muy bien traido el relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
Entre un personaje del pasado hubiera elegido a Madame Curie, pero luego pensé que mejor Sabina, porque me encantaría coincidir con él.
EliminarUn abrazo y a por el jueves
.... que saben a despedida, a vinagre en las heridas, a pañuelo de estación. Su lamento parece muy real. Felicidades por el relato
EliminarEsos besos con sal, por supuesto son para Sabina. Por las arrugas de mi voz
EliminarSe filtra la desolación
De saber que estos son
Los últimos versos que te escribo
Para decir "con Dios" a los dos
Nos sobran los motivos...
Un poema de cera y miel, de despedida de estación y de vía muerta. Un abrazo y gracias por tu paso por este rincón
Que fantástico paseo por tus letras y encontrar a Joaquin en ellas. Me encanto amiga. Saludos.
ResponderEliminarPues ya sabes, en un tren imaginario, viaja el poeta, en mi imaginación :-)
EliminarUn abrazo y por un día bonito, Sandra
Buen homenaje le has hecho.
ResponderEliminarMuy bueno.
Besos.
Bueno, merecido seguro, pero pobre, tras una caída :-)
EliminarUn beso
Pues ficciones aparte lo cierto es que los viajes en trenes procuran encuentros reales con gente metida en harina de otro costal, por ejemplo la música, la literatura, el arte en general. Al fin y al cabo son humanos.
ResponderEliminarSon humanos, por lo que habalr con ellos es enriquecedor en enorme medida. Me hubiera podido imaginar más encuentros, pero con Sabina, quien como persona no sé yo, pero como poeta es una maravilla, me pareció oportuno y deseable.
EliminarUn abrazo y feliz noche
Vaya relato más ilustrado y casi diría que poético. La imaginación lleva muchas veces a vivir hechos irreales como si fueran lo más natural que nos puede ocurrir.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sería casi natural porque bien mirado, bien usan aviones y trenes, eso sí, en espacios más privados que nosotros. Los aviones privados claro, ya se me escapan. Es una posibilidad real, te lo aseguro.
EliminarUn abrazo y a por una tarde bonita
Todo un paseo por obra y arte, y un guiño maravilloso con el que nos has hecho partícipes a todos. Poesía en las frases, sin duda alguna.
ResponderEliminarUna entrada que he disfrutado y mucho. Un viaje maravilloso.
Un beso enorme.
La verdad es que he disfrutados sugiriendo un título de libro, y un motivo, lo demás me ha parecido tan natural y normal que no quise poner cosas raras, sino cotidianas.
EliminarMuchas gracias, y un abrazo grande
¿Te atreves a mandar ese relato al cantante de Úbeda? Seguro que te lo agradecería.
ResponderEliminarBesos.
Si me lo aceptan en su web te lo digo.
EliminarUn abrazo
Si entras en su web, puede ver que sí me animé :-)
Eliminarhttps://www.joaquinsabina.net/caida-dolor-y-mejoria-de-joaquin-sabina/#comment-43231
Precioso y muy sentimental.
ResponderEliminarBesos.
Me alegro que te gustara, al final los miedos a ser cargas son muy humanos, nada de divismos en esas cosas.
EliminarUn abarzo
qué honor, conocer en persona a un cantautor tan exitoso y veterano!
ResponderEliminarlos famosos también tienen que ir al médico, y especialmente el artista que nos ocupa, ya que su vida canalla le ha ocasionado problemas de salud en alguna ocasión...
me imagino que en la sala de espera llevará gafas de sol para que no le reconozcan, y al nombrarle cuando llegue su turno dirán "joaquín ramón martínez", omitiendo el segundo apellido por discreción.
abrazos!
Querría verle por un agujerito, en la sala de espera, que imagino de poco tiempo. Con su vida canalla, como dices, lo raro es que esté, tras el ictus que ya tuvo, medio entero :-). Es un maestro del verbo, del verso, de la lengua española. Sin duda, un maestro con mayúsculas.
EliminarUn abrazo
Me has hecho sentir ser parte de ese encuentro amiga.
ResponderEliminarUn relato en honor a un encuentro vestido de arte.
Me ha encantado Albada.
Buen homenaje amiga.
Feliz tarde.
Un beso
Pues imagina que viajabas en el mismo vagón, y habrías visto a un hombre granado, de voz bastante cascada, explicando de recetas mejicanas y argentinas, por ejemplo. De esas musas de sus canciones y luego de su pánico a ser de verdad un incordio para quien, desde hace unas dos décadas, se ha colado en su corazón de corsario.
EliminarUn abrazo y feliz noche, Carmen.
Excelente relato que de haber sido real, me imagino, habría sucedido tal cual. Me lo imagino abierto y sin aspavientos... aunque con las celebridades nunca se sabe jaja. Un placer leerte. Un abrazo
ResponderEliminarNada de aspavientos, ni uno solo. No es hombre de espectáculos, sino bastante tímido, en contra de todo pronóstico, lo que pasa es que cuando arranca, no paar :-).
EliminarUn abrazo y a por una noche con canciones que nos hagan temblar
Todo un encuentro, aunque pienso que sería difícil no reconocer a Sabina, tendría que ir muy de incógnito. Que pueda recuperarse y volver a lo suyo. Un creativo relato con la coautoría de Sabina.
ResponderEliminarUn beso dulce.
Volverá, mala hierba nunca muere, dicen. En serio, lo suyo es jugar con las palabras, y eso no necesita de enorme fuerza, sino de talento, que le sobra.
EliminarUn abrazo y gracias, Dulce
jajajaj que bueno.
ResponderEliminarPorque el amor cuando no muere mata porque amores que matan nunca mueren...
Yo también te guiño. 😉
Besos.
Ya te digo, amiga, aquí con sus títulos de canciones solamente podría haber hecho un relato completo y muy largo. Aunque ahora, a estas hora de la noche, LO niego todo :-).
EliminarUn abrazo, Laura
Ya leí en tus respuestas a comentarios que el texto es ficticio, pero me lo hubiera creído perfectamente como real. Precioso homenaje, bien traídas sus letras y creo que muy bien reflejada su personalidad.
ResponderEliminarUn abrazo grande
Cuando uno imagina, lo hace en colores...como los sueños tal vez :-)
EliminarMuchas gracias, Alis. Te paso uno de sus sonetos, perfectos, redondos, lúdicos y lúdicos
Amanece peor cada día,
Y, a pesar de las horas hermosas,
las goteras son tan enojosas
la ira de Dios tan impía
que al final, con el alma vacía,
uno deja que pasen las cosas
como trenes, como mariposas
que no saben morir todavía.
Yo prefiero soñar que mañana,
de repente por una ventana
se me cuelen volando las musas,
y feliz, surcando esa ola
enrojezco como una amapola
y me pongo a cantar sin excusas.
Hola Albada, me pregunto que tendrán los jueves para los encuentros, yo creo que son esos momentos inesperados que te pueden asaltar, lo mismo puede ser con un gurú que con Sabina. El personaje elegido te ha regalado un mundo creativo que sin quererlo te lo ha lanzado antes de que salieras del vagón. Me ha gustado esa propuesta y esta historia y es que a mí estas cosas inesperadas, como a tí, me enganchan. Un abrazo, feliz finde!!!
ResponderEliminarTiene magia, tal vez por ser el día el medio :-). Sí, imaginé el personaje, y cuando opté por Sabina, lo ubiqué en un tren. Tampoco es un escenario muy especial, la verdad. Si viajaba de incógnito pues era posible ese encuentro :-)
EliminarUn abrazo y por una tarde bonita
hermoso texto con algo de sabinas mi preferido
ResponderEliminarSon hilachas, esquirlas tan sólo, pero quise acometer su persona y su obra en muy poco espacio.
EliminarUn abrazo
Qué bonito, te ha quedado fabuloso.
ResponderEliminarUn encuentro que resume toda una vida. Dos vidas que buscan *cada una por su lado) la plenitud.
Felicitaciones
Un abrazo
Los dos somos somos granaditos, el mucho más que yo, pero lo justo como pr compartir bagajes y equipajes de vida.
EliminarUn abrazo y porque todas las noches sean bodas de miel.
sin ser fan reconocí algunos títulos de él, te guste o no es un artista popular. Y se de sus problemas médicos porque siempre son noticias. Creo también que seria así en persona, entre simpático y guarro ja, besos para vos...
ResponderEliminarTe pueden gustar más o menos sus canciones, y seguramente poquito su vida, pero como poeta es difícil acercarse a él. Hemos coincidido en imaginarle :-).
EliminarUn abrazo
Es buenisimo!! Y eso que yo como bicho raro no me conozco muchas de sus letras. Genial!! Besos.
ResponderEliminarHe usado realmente muy poquita cosa suya, pero golosa. Me alegro que te gustara, porque, para variar, disfruté escribiendo
EliminarUn abrazo
Me has hecho visualizarlo y ha sido un bonito trayecto
ResponderEliminarAbrazos, Albada
Pues me basta y sobra, era mi pretensión.
EliminarMuchas gracias y por un finde sensacional. Un abrazo
Ah! Qué magnífico relato y que buenísimo encuentro con el gran Sabina de "incógnito".
ResponderEliminarMuy muy bueno, Alba! Felicitaciones!!👏🏼
No me ocurrió otra manera, factible, de estar con él unas horitas :-)
EliminarUn abrazo y a por este día, con ganitas
Me declaro fan de los viajes en tren y de Sabina... aunnque yo no sé si me atrevería siquiera a dirigirle la palabra, seguramente me lo quedaría mirando... Me he quedado pensando que sus letras dan para más de un relato.
ResponderEliminarUn besote.
Le dirigirías la palabra, seguro, porque es cercano, aunque arisco en primera instancia. Sus letras, de hecho, algunos versos tal cual, son historias de amor o desamor completos, con una capacidad de concreción que es admirable.
EliminarUn abrazo