Imagen del blog de ¿Y qué te cuento? |
Habíamos puesto la cámara por
haber encontrado, dos veces, rastros de que alguien había dormido o pasado la
noche en el replano de la terraza comunitaria. El encargado de la camarita viene
una vez a la semana para visionar lo filmado, y sí, confirmamos la sospecha de
que un vagabundo había tomado cierto
cariño a nuestro bloque de pisos, sobre todo porque la puerta de entrada, muy
pesada, queda abierta más de una vez.
Ser presidenta de la escalera
siempre es un incordio. Cuando el encargado me pidió esta vez que le acompañara
a ver lo filmado la última semana, me quedé helada. Mi marido salía en las
imágenes, cada día, con una mujer del brazo, que parecía recoger en la terraza y
que no traía a casa. Era como un holograma,
evanescente. Lo del telescopio por Reyes parecía haber
causado alguna alteración alrededor de él, pudiera ser, porque desde que sale
cada noche a mirar el cielo, es un ser
diferente, más amable, y hasta diría que más sabio. Cuando luego llega a casa
trae consigo un aroma indefinible, de quietud, lo que me había dado mucha tranquilidad
y despertado cierta sospecha a infidelidad, pero desde ahora estaré apoyándole
a que vaya a la terraza, a mirar los
astros.
Más relatos jueveros del blog
Más relatos jueveros del blog
Yo quiero un telescopio como ese.
ResponderEliminarBesos.
Te lo pido para Reyes :-). Un beso
EliminarCurioso cuento. Muy surrealista. Esa vigilancia...
ResponderEliminarUn beso
Enhorabuena. Es un cuento que hace pensar
Es surrealista, pero quién sabe si mirando el cosmos no nos toca su varita mágica de la armonía universal :-).
EliminarUn abrazo
Curioso modo de enfrentarte a las cámaras, siempre tienes un recurso original para estas aportaciones. Un abrazo
ResponderEliminarBueno, era un posible. En mi escalera estamos valorando ponerla, porque en verdad alguien ha pernoctado, así que me fue sencillo :-)
EliminarUn abrazo, Ester
Buen relato, Albada.
ResponderEliminarEse telescopio...
Besos
Es que sería mágico, seguro. Un abrazo
EliminarSiempre tienes una salida airosa para cada reto al que te enfrentas.
ResponderEliminarFeliz día.
Un abrazo.
En este caso es que era muy sencillo, por lo que le decía a Ester, pero claro, no esperamos captar imágenes tan oníricas :-)
EliminarUn abrazo y feliz día
Qué indiscretas son las cámaras. O qué torpes o ignorantes los maridos díscolos, ¿no? Esa conjunción astral y hombre te ha salido muy lograda. Y la ironía del aroma indefinible...ni te cuento. Pues no es sagaz una mujer para detectar aromas ajenos...
ResponderEliminarEs muy sagaz, yo digo que hay mujeres que servirían para encontrar drogas o lo que sea, qué olfato, por Dios.
EliminarUn abrazo y día bonito
No des ideas, que igual algún alto cargo de la demagogia dice que crearía puestos de trabajo.
EliminarCon tal de crear puestos donde enchufar a la familia...todo es buena idea :-)
EliminarVer las estrellas te lleva a una estancia superior, es como una atracción que te absorbe, pero eso sí es mejor hacerlo acompañado para estar con los pies en la tierra.
ResponderEliminarUn beso.
Seguro, mira el firmamento tiene esa magia atávica de lo insondable. Nos haría mejores personas sin dudarlo, aquí jugué con una imagen casi holográfica, que pudiera ser una mujer delgada, porque estas cámaras muy finas no son :-).
EliminarUn beso, Alfred
Tal vez lo más importante es esa salida matinal del marido con esa desconocida, y que su mujer después de tener una ligera sospecha se diera cuenta que las estrellas sirven para algo más que mirarlas..
ResponderEliminarMe gusto el giro que le diste a esa camara de vigilancia .
Abrazos amiga .
Es un giro posible, un pelín onírico, o no, porque la mujer puede ver como holograma lo que le conviene no ver.
EliminarUn abrazo y por jueves hermoso
El pobre hombre solo pretendía sentirse como en el cielo rodeado paz y de astros, je,je.
ResponderEliminarUn abrazo.
Fíjate que al escribir pensé en la paz que encontraba en la terraza, sin voces de la mujer, sin chicos jugando, sin tele ladrando...
EliminarUn abrazo y por un día soleado
lO malo es que el holograma, termine por tener "hologramitos" y le "estrelles" el telescopio.
ResponderEliminarMuy bueno.
Besos.
Jaj, esa es muy buena. No sé yo si no tendrá precauciones :-), siderales, por supuesto.
EliminarUn abrazo
Qué bonito!! Descubrir algo así deja un halo de serenidad. Que siga mirando a las estrellas, bonita.
ResponderEliminarMil besitos con cariño ❤️
Yo recuerdo como los mejores instantes de mi infancia , precisamente mirar nubes, de día y estrellas de noche, tumbada a la Bartola en un plano de un afinca familiar.
EliminarEs un perderse para encontrarse estupendo. Un abrazo
Tu relato deja algo de intriga, la protagonista tiene una visión muy subjetiva.
ResponderEliminar¿Hay alguna astrónoma en el edificio?
https://es.wikipedia.org/wiki/Amy_Mainzer
Tal vez sólo lo guía para donde apuntar el telescopio, por las constelaciones.
En todo caso, le ha hecho mejorar el humor. Por eso, la conclusión de la protagonista.
Bien contado y acorde al tema.
Un abrazo.
La esposa narradora es muy sabia, creo. Porque le importa el qué ha pasado en su relación, sin entrar en que´haya podido hacer el esposo.
EliminarUn abrazo
Te reten con el tema que te reten, siempre sales airosa con tu imaginación y sentir.
ResponderEliminarMi felicitación Dulce.
Un abrazo
Ay, muchas gracias, Carmen, la imaginación no me falta, aunque piso el suelo siempre :-)
EliminarUn abrazo y feliz finde
¡Mira tú por dónde no hay mal que por bien no venga!
ResponderEliminarSi solo sale del brazo y los achuchones son "castos" pues mira, luego todo el amor del mundo, y si eso lo dulcifica y dice que ver las estrellas amansa a la fieras, mejor que mejor, ¿no crees? Aunque tengo la sensación de que él en vez de ver estrellas, ha visto a Estrella :-)
Un besazo :-) feliz semana.
Esa Estrella puede existir. Ahí está un poco el caso, que la cámara filma algo, difícil de interpretar.
EliminarUn abrazo y muchas gracias
Sorprendente relato.
ResponderEliminarBesos.
Variedad, que siempre gusta :-). Un abrazo, Amapola
EliminarDe tanto mirar los astros encontró un ángel al parecer, aunque si es terrenal ya no es tan bueno.
ResponderEliminarun beso dulce.
Pero si es terrenal , no sé si es malo, porque le hace mejor persona. Un Abrazo, Dulce
EliminarWow... que sorprendete, me gusto mucho la entrada ... un abrazo grande
ResponderEliminarEs muy simple, pero claro, lo filmado inquieta un poquito. Un abrazo, Susy
EliminarTienes la facultad de sorprendernos, al menos a mí, y de arrancarme una sonrisa con tus relatos.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias.
A ti, por la lectura. Cada relato, tan pequeño, esconde un algo, anodino a veces, inquietante otras y simple vida otras. Me alegro te guste pasar por aquí.
EliminarUn abrazo
Dejas el pabellón bien alto cada vez que te lo propones...
ResponderEliminarQue buen relato!
Que tendrán las estrellas,eh? jajaja
Besos.
El firmamento es tan amplio y nos hace sentir tan pequeños pero tan grandes a la vez...que sin telescopio, tendido boca arriba, es el universo ante nuestra vista.
EliminarUn abrazo, Laura
Albada querida,qué talento para la narración! Madre mía,me vas tener que dar un curso de inspiración! Logras tener a las musas de tu parte!
ResponderEliminarUn relatazo,sin duda!
Un beso admirado!
Las musas, si se esconden, parecen imposibles de localizar, pero casi siempre están ahí, al acecho, por si las necesitas :-)
EliminarGracias. Un abrazo y feliz finde
Qué buen relato, un final, sin duda diferente a cualquier cosa imaginada.
ResponderEliminarEstrellas estrellitas, que tendrán las estrellas jajaja.
Un beso grande
Tiene la magia de que tal vez la vida viene de un meteorito, y el abismo de mirar el firmamento nos atrae, porque siempre nos remueve algo dentro.
EliminarUn abrazo y por un viernes bonito
Muy original ese holograma y lo que ve en él.
ResponderEliminarBesos
Eso de filmar tiene ciertos riesgos, seguro :-). Un abrazo, Tracy
EliminarLe sientan bien las estrellas, no cabe duda.
ResponderEliminarMuchas gracias, Albada, por traer este relato a la convocatoria. Besos.
A quién sientan mal las estrellas, ¿verdad?, son como las sonrisas, que siempre sientan de maravilla :-)
EliminarUn abrazo
Jajalade cosas que uno se viene a enterar gracias a las dichosas camaritas! Jaja. Buen relato Albada. Un abrazo
ResponderEliminarSon chismosas, y recogen todo todito todo, cada vez más literalmente :-). Un abrazo, Neo
EliminarMuy bonito texto. Yo tengo un telescopio pero nunca he podido ver las estrellas, y eso de las cámaras no me gusta, quiero ser libre y mi marido me quiere vigilada. Saludos amiga.
ResponderEliminarjaja, mi recuerdos de estar tumbada mirando el firmamento siempre son relajantes, y las cámaras son casi inevitables, pero se les ha escapado del amanos, o no, quieren tener el control sobre los ciudadanos, a como dé lugar.
EliminarUn abrazo y feliz viernes
...Y si, también puede ser una gran solución tener un marido que se alimenta de las luminarias astrales ... Encantador relato, como todos los tuyos !! Y por sobre tod: Tan Humanos !! Cordiales saludos.
ResponderEliminarSon muy humanos, porque por supuesto, soy una persona que me muevo en el mundo normalito :-)
EliminarUn abrazo y muchas gracias.
Es que esto de las camaras es un arma de doble filo...Besos.
ResponderEliminarLo es, para bien, que detecta actos que si no quedarían sin resolverse, pero la contra es que perdemos intimidad.
EliminarUn abrazo y feliz día
Si le hace bien, qué mejor.
ResponderEliminarUn relato interesante, Albada
Abrazo
Hacerlo bien es poner esas cámaras donde sean útiles, pero respetando, en lo posible, la privacidad.
EliminarUn abrazo y a por el sábado