Imagen de Google. |
Se había puesto un pantalón de
cintura baja, un suéter negro de cuello alto y unas zapatillas. De incógnito
total se situó a prudente distancia de la tertulia televisiva. Tal como
sospechaba, sus supuestos amigos murmuraban de él. En realidad le despellejaban
vivo cuando no estaba. Se fue al lavabo y regresó, ya al natural, siendo acogido con
falso fervor y vil camaradería. Qué hatajo de hipócritas, se dijo.
Lo peor fue cuando él empezó a
hablar mal de sí mismo. El grupo entonces, como una sola persona, saltó
indignado, echándole en cara que no podían consentir oír hablar así de un amigo
delante de ellos, y menos estando él presente.
Los encontronazos fueron a más.
La acritud era palpable, parecía que podía cortarse, formaba una especie de
nube por encima de las cabezas , casi visible cuando se pusieron en marcha las cámaras, para grabar el programa. Cada uno empezó a
hablar mal, tanto de sí mismo como de los demás. Tanta crítica y autocrítica
llevó a los tertulianos a un estado tal, que ya no sabían si al ejercer la crítica
se criticaban a sí mismos o a los demás. Seguramente tampoco importaba. La
cuestión era criticar.
Nos has conducido hasta la realidad de cualquier debate actual, la cuestión es criticar, tampoco hay que estar de acuerdo unos con otros, por otro lado cosa imposible ya que no se escuchan. Ellos me echaron de los debates. Tu me atraes a tus relatos geniales. Unos abrazos
ResponderEliminarA mí me han obligado, cuando hablan más de dos a la vez, a apagar la tele.La verad es que veo mucho Nestflix, gracias a ellos.
EliminarEs una pesadilla, de verdad. Un abrazo y gflizmartess
La crítica negativa, y cuanto más ácida e hiriente mejor, vende más que cualquier otro producto de consumo y la televisión lo es. La hipocresía también está en el orden del día; decir lo que no se siente o sentir lo que no se dice, es habitual en ciertos círculos de falsas amistades.
ResponderEliminarUn abrazo.
La cuota de visionado es alto cuanto más líos, malos rollos y críticas ácidas se arrojen en las tertulias, así que me cansan cada vez más.
EliminarUn abrazo y feliz martes, Josep M.
He dejado de ver debates televisivos. Ya sé de antemano, lo que va a decir cada uno. Una manera como otra cualquiera de perder el tiempo.
ResponderEliminarBesos.
Veo que ya somos mayoría hemos pasado de esos programas. Y es un apena, porque podían dar elementos de juicio desde visiones diferentes. Pero como dices, ya se sabe de antemano qué dirán, así que ara perder el tiempo, mejor hacer otra cosa.
EliminarUn abrazo y un bonito martes, Juann L.
Por desgracia es la realidad que tenemos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Penosa, por otro lado, pero me temo que es la realidad. Criticar, no importa el qué, o a quién.
EliminarUn abrazo y por un martes boonito
Una realidad muy bien contada y no solo aplicable a los debates televisivos.
ResponderEliminarAldaba, no he podido votar tu fotografía o no sé hacerlo o me deja por no tener perfil en google+ .
Que tengas mucha suerte.
Un abrazo.
Muchas gracias. La foto no era mía. En google plus ese comento algunos blogs cuyo soporte es ese.
EliminarLa realidad es así de burda. Las tertulias, que podrían ser tan educativas, son una pérdida de tiempo Un abrazo, Chelo y gracias por tu lectura
Que buena la vida que tenemos me hace sonreir en la mañana
ResponderEliminarEscribí sonriendo, imaginando el absurdo, que resulta ser bastante fiel ala realidad, así que me alegro de tu sonrisa. :-)
EliminarUn abrazo grande
Vales como moderadora, seguro, pero por favor coloca a cada uno en su sitio o tápales la boca.
ResponderEliminarQuién no sabe escuchar, que no pida ser escuchado.
Un abrazo.
Si me pusieran como moderadora, con esos sabios que hablan post cátedra, lo pasaría fatal. Tal vez podría collares eléctricos, de los que se usan para perros, y daría pequeñas descargas por cada interrupción. Tal vez aprenderían a conversar desde la divergencia, quién sabe.
EliminarUn abrazo grande y feliz martes
Hablan desde la verdad absoluta, una por cada uno. Esa vedad es dogma, por supuesto. En fin, un texto surrealista, acorde con los tiempos ;.)
ResponderEliminarUN abrazo grande
Los debates televisivos, como también los que ocurren en un grupo de conocidos, se han convertido en quien tiene la voz más fuerte y el que esgrime las mejores argumentaciones, se acerquen a una verdad o no. Los panelistas hablan todos al mismo tiempo y pronto se desdibuja el tema en discusión.
ResponderEliminarCon fina ironía hiciste una buena exposición de esas situaciones.
Besos, Albada.
Me lo planteé como un divertimento surrealista, lo malo, o mejor dicho, lo bueno es que ha resultado indicador de qué hartazgo hay ya sobre algunos programas de te diversas visiones, que apagan en un girigay que tan sólo invita a cambiar de canal, o mejor aún, apagar la tele y dedicarse a otras coas.
EliminarUn abrazo grande, mIrella. feliz noche
Hace tiempo que no veo los debates televisivos, no me gusta que gana el que grita más con razón o sin razón...esto es un asco.
ResponderEliminarSabes que programa no me pierdo, pasa palabra, jajajaja...me encanta.
Un abrazo y gracias por tu presencia.
No te pierdes nada, la verdad. El texto era un puro divertimento del absurdo, pero era inevitable situarlo en un grupo. Podía ser de compañeros de trabajo, pero me pareció mejor ese grupo de tertulianos.
EliminarUn abrazo y gracias por tu lectura. Feliz noche
Espero que pronto se extingan... por la salud mental de todos.
ResponderEliminarBesos.
Esos animales televisivos y del papel couché no desaparecen, se reproducen, Una pena
EliminarUn beso Toro
En cada programa de "telebasurianos" hablan con un aire de que ellos —precisamente ellos— están prestigiando ese tipo de emisiones con su señorío, porque no son igual que los demás. Y al final terminan siendo todos iguales o parecidos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo esos de naranjas, limones y viceversas la verdad es que no los veo. Son tiempos de banalizar todo, y de la crítica por la crítica.
EliminarSuerte de algunas emisoras de radio y de informarse por otros medios. Un abrazo
Qué cierto, querida amiga. Al final uno ya ni recuerda cuál era el tema a tratar. Se atacan unos a otros sin más argumentos que lo absurdo y el insulto o menosprecio fácil.
ResponderEliminarY lo has reflejado magníficamente. Bravo.
Un abrazo grande, y muy feliz noche 😘
Cuando entran en juego las descalificaciones, sale por la ventana la objetividad, aun la que se pretende defender. No hay manera de escuchar a esta gente que se pida la palabra.
EliminarUn abrazo grande y gracias por tu lectura
Con lo divertido que es, ver un grupo de gente haciéndose la enterada en el temaa discutir, siempre los mismos hablando de diversas cuestiones y siempre imponiendo criterios en plan verdad absoluta.
ResponderEliminarUn beso.
Si no fueran tan ruidosos conm sus egos, sería de verdad divertido, tomándolo por ese lado :-)
EliminarUn beso, Alfred, y feliz día
Muchos viven de eso, de criticar a los demás, de estar pendiente de la vida ajena y por supuesto de las apariencias.
ResponderEliminarUn beso dulce.
De profesión " sus cotilleos", podría decirse, o tener un máster en lengua bífida. No estaría mal, ya puestos, una diplomatura en cotilleos :-)
EliminarUn abrzo grande, Dulce. Por un día bonito para ti
Hola Alba , acabas de describir a la perfección el programa de tele 5 el sálvame naranja y limón , yo no he visto cosa igual y lo que no se como no han acabado a tortas , ya que es chabacano a mas no poder , pero esto es lo que realmente lo que quiere la gente , yo soy más de ver toda una tarde , películas o series , te deseo una feliz noche besos de flor.
ResponderEliminarLa cinco en concreto jamás lal pongo, pero en ocasiones voy a ver a una tía a la residencia de ancianos, y ni un sola ve hay otra cadena sintonizada. Me ha sorprendido, peo luego he pensado que como muchos están sordos, igual es para que oigan bien :-)
EliminarUna mañana tranquila para ti, y un abrazo grande, Flor
¡Qué divertido! :D Aunque es triste la situación real que te inspira.
ResponderEliminarPuro divertimento, en clave de humor y surrealismo, pero denota una realidad.
EliminarUn abrazo, Silvia
Cada vez veo menos televisión y especialmente esos debates con enteradillos que solo chillan y malmeten de todo el mundo, pero eso es lo que vende porque cada vez prima más chillar que decir la verdad.
ResponderEliminarBesos
La tele está empezando a ser una barbaridad, porque no hay, o muy poco, cariz pedagógico. Una lástima, pero es así, vende más lo que es chillón y u chabacano. Se está incorporando a los políticos y eso me parece grave.
EliminarUn abrazote y feliz noche
Hola, hoy por fin me paso por aquí.
ResponderEliminarLo primero pedirte disculpas por no hacerlo más habitualmente, intentaré cambia. No sabes lo que te agradezco cada comentario tuyo.
Ahora centrándome en este relato, me parece genial y muy actual. Es como cuentas, criticar por criticar y no importa a quien. Muy bueno.
Besos.
No te preocupes. Disfruto mucho pasando por tu blog, es un paseo por tal diversidad de estilo y temas, que siempre es una grata sorpresa.
EliminarSí, son tiempos de banalidades y egos, y se nota. Un abrazo grande y feliz jueves
Ya no se debate sino que se denigra y se ataca al otro. Todo el mundo quiere tener razón.
ResponderEliminarMuy bien texto...
Besos a montones
El debate, bien entendido, está obsoleto, parece, y es una pena.
EliminarUn abrazo, Ana, porque alguien descubra que habría público para los debates