Siguiendo una iniciativa juevera de El viaje de tu vida, Alberto
Desde muy niña tenía la obsesión de ir a Egipto. Los faraones, con su magia milenaria, de alguna manera me cazaron el año pasado. Todo lo que pueda contar sobre el viaje, ya lo habrán escuchado. No esperaba, sin embargo, tanta suciedad, ni la ausencia de semáforos, ni la persecución de vendedores. La tarde sin actividad programada fuimos a pasear. Delante iba un limpiabotas, con su equipo, y se le cayó una caja circular de betún, que rodó hasta mis pies.
Un viajero y yo, amablemente lo recogimos. Le llamé, para dárselo. Él, muy
agradecido, se ofreció, por gratitud, a limpiarme los zapatos, y por yo, por condescendencia, ya que eran unos zapatos cómodos pero muy viejos, le dije que si. Despues, automaticamente, lo hizo con los de mi acompañante Al acabar, decidimos darle unas monedas de euro cada uno. Enfadado pedía diez dólares por cada par de zapatos, gesticulando, y pronunciando en un español pasable los exabruptos que conocía en nuestro idioma. Le dimos un billete de diez euros, pero seguía vociferando. Hice ver que un policía estaba cerca y grité ¡Police, help!. El tipo se largó a la carrera, pero la anécdota nos sirvió para muchos ratos de charla en el barco del viaje programado.
Por si les apetece, un texto, ficticio, de unas vacaciones para olvidar. EL cairo, lugar al que volvería
Con lo bonito que debía ser viajar hace cien años...
ResponderEliminarEn fin, es lo que hay.
Besos.
Seguro que era precioso. Mucho más caro y elitista, pero con certeza mucho mejor.
EliminarUn beso, Toro
Pues sí que es inolvidable!!! :)
ResponderEliminarEn todas partes hay quién intenta aprovecharse de los forasteros.
Un beso.
Es ficción. Me han pasado anécdotas similares, más en Marrakech, pero esta aventura reporteril le pasó a uno del grupo, de doce, tampoco éramos un regimiento :-) Decía que con esos diez euros el tipo viviría al menos tres días, y aceptaba haberlo dado. Se quejaba de las formas :-)
EliminarUn beso y feliz jueves, sin incidentes
La picaresca o la necesidad no tienen límites.
ResponderEliminarUn abrazo.
la necesidad, y recuerdo la lazarillo de Tormes, es el alimento del ingenio. No me cabe duda. Nuestros hijos están tan protegidos, que ante un chaval de su misma edad de otras latitudes, son inútiles bebés y torpes. No sobrevivirían.
EliminarUn abrazo y porque la picaresca no sea el modo de vida necesario para tanta gente
Viajar como antes se viajaba era lo más, ahora es cierto que da algo de yuyu, por lo menos a mi sí.
ResponderEliminarFeliz día Albada.
No debe date miedo, en absoluto. No soy viajera empedernida, pero si puedo, ahora que mis hijos son mayores, salgo un poquito. Esto le pasó a unos de mi grupo, pero nos sirvió. A mí me pasaron cosas más raras, piedras tiradas por ejemplo, por no querer pagar más de un euro porque me acompañaran unos veinte metros. Pero esas anécdotas sólo nos recuerdan lo bien que se está en casa :-). La mayoría de salidas, son una brir la mente y siempre van estupendamente.
EliminarUn abrazo grande
En cualquier país suceden anécdotas y hasta algún disgustillo pero algunos se prestan mas. En cualquier caso la forma de narrarlo es impecable. Saltibrincos
ResponderEliminarMe gusta que te haya gustado :-). No es mi anécdota, tampoco el post de la maleta, pero he disfrutado escribiendo, y eso es mucho.
EliminarUn abrazote y feliz noche, Ester
Buenas día , desde luego la anécdota no tiene desperdicio el señor era un avaro de mucho cuidado ..Bueno lo importante es ese viaje al lugar de los Faraones que debió ser impresionante , es algo que me gustaría realizar , sobre todo ver las pirámides y navegar por el Nilo.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz día .
Yo me disgusté con la revolución de la primavera árabe porque me daba pena, en primer lugar, y en segundo porque creí que la seguridad en precario me haría renunciar. No ha sido así, aunque el turismo tan sólo se ha recuperado en un treinta por ciento. Lugar mágico, al que quiero volver.
EliminarUn abrazo y noche bella para ti
Es cierto que hay lugares a los que me encantaría ir, pero así como narras en tu historia, y como muchas otras anécdotas que se escuchan de esos lugares incluso más embarazosas, me hacen quizás apuntar hacia otros destinos.
ResponderEliminarY en cuanto al otro relato, decir que a veces organizamos un viaje para disfrutar y descansar, y al final resulta una trepidante y estresante aventura, por la que más hubiera valido la pena quedarse en casa, jajaja.
Un placer leerte, mi querida amiga. Buenos relatos ambos para hacer viajar la mente más allá del lugar de destino.
Un abrazo grande, y muy feliz día 😘
No hay peligro, de hecho hay policía de turismo en todas las zonas que lo son. Me sorprende, de verdad, la falta de semáforos, pero deben tener ángeles de la guardia y algunos agentes de tráfico :-)
EliminarMi consejo es que si era un sueño, lo cumplas, porque no hay riesgos, yendo en grupo, en solitario no lo veo yo para ir. Un abrazo y una noche plácida para ti, Ginebra
Al menos disfrutariás de todo lo que se programa en esas visitas. La vida y los países, no suele ser en color y fotograbado. Desgraciadamente.
ResponderEliminarBesos.
La verdad es que disfruté. Más de lo que pensaba. Madrugar para asistir con buena temperatura permitía siestas y buenos lugares que visitar
EliminarUn abrazo grande y feliz noche. Juan L
Algún día, cuando ya no me dé vergüenza, contaré cómo me engañaron una vez en París. Mejor dicho, cómo me dejé engañar, por tonta, porque ellos fueron muy ingeniosos. Eso sí, aún lo recuerdo, lo que convierte ese viaje en inolvidable ¿no?
ResponderEliminarUn beso
Esas cosas hacen inolvidables los viajes. Pero no temas, que sabemos que pueden timarnos de mil maneras. El ingenio español se queda corto con el de algunos aprovechados.
EliminarUn abrazo y feliz noche. Alis, Gracias por tu lectura.
Pues vaya jeta que tuvo ese tipo, la verdad es que hay anécdotas inolvidables, en tu caso, bien merece ser recordada, aunque lo mejor es quedarse con los bellos lugares del viaje.
ResponderEliminarUn beso enorme.
No fue en carne propia, pero lo recrearon con precisión. Los lugares sí valen la pena, casi todos, a pesar de anécdotas varias, muchas de ellas por una picaresca que el Lazarilllo de Tormes para sí quisiera.
EliminarUn beso grande y feliz viernes
Desde luego , hay que ver la cara tan dura que tiene el tipejo , en vez de darte las gracias y ya que te cobra , que hubiese sido la voluntad , ya que otro no le habría dado el bote del betún , en resumidas cuentas todo salio bien , pero así note puedes fiar , ya que no sabes lo que te van a pedir , te deseo una feliz noche besos de flor.
ResponderEliminarQue queda claro que a mi en Barcelona me han robado de la manera más tonta, en un metro. Esos listillos existen en todas partes. Sobre todo en lugares turísticos. A título de anécdota, en Venecia, muchos de los propios italianos no marcaban el tiquet del vaporetto. Claro, los turistas imagino que copiaban el gesto. Resumiendo, que nosotros éramos delos pocos que sí marcaban. Creo que el mediterráneo imprime una manera de entender la vida :-)
EliminarUn abrazo grande, Flor, y feliz viernes otoñal
XD Menos mal que no ha pasado a mayores. ¡Serían como 235 pesos por dos pares de zapatos!
ResponderEliminarNo sé, igual piensan que a nosotros los euros nos caen de los árboles. Cada lugar tiene sus cosas. Sus peculiaridades.
EliminarPor un viernes bonito Silvia
Todo lugar distinto tiene sus pros y sus contras, buena anécdota
ResponderEliminarUn abrazo
Sí, y qué verdad. En España les sorprende la hora de cenar o el calor que anima a la siesta :-)
EliminarUn abrazo y feliz viernes
Todos los viajes nos deparan mil y una anécdotas, unas buenas y otras no tanto. Afortunadamente nos quedamos con las buenas, así el viaje nos deja un buen sabor de boca.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo no cambio ese destino milenario. Por muchas anécdotas desafortunadas que haya habido, vale la pena, porque vale la alegría, el asombro y el sueño hecho realidad de tocar esos jeroglíficos, con tanta historia y sin embargo tan de estreno para mis ojos, y mis manos. Las anécdotas son sólo eso, y hay que echarles un poco de gracia y humor.
EliminarUn abrazo y que le viernes te deje aromas de buenos ratos
Estrategia de supervivencia que tiene la gente con los turistas!inicia el acercamiento con un agradecimiento y después pretende cobrar cualquier cosa. Muy buena anécdota para compartir. Beso
ResponderEliminarEs supervivencia, a mí no me cabe duda. Se las han de ingeniar para poner cuscús en sus casas, y es absurdo pensar que con la nula industria, salvo la turística que tras la primavera árabe quedó muy tocada, puedan sobrevivir. No existen esos conceptos de baja, o de paro. Pero es un episodio que me pareció jocoso, la verdad. La picaresca la poder.
EliminarUn abrazo
Si es que hay que tener mucho cuidado en estos lugares. Yo me vi en otra parecida en marruecos por fotografiarme con un mono. Al menos cumpliste tu sueño de viajar a Egipto.
ResponderEliminarMuchas gracias por participar Albada.
Un beso grande
Es otro mundo. En Egipto te quieren cobrar, y lo hacen, por decirte dónde colocarte para hacerte una foto, en Giza, y en Marrakech por señalizarte un lugar. La medina es tal laberinto qeu hasta ellos se pierden, así qte te asaltan tres o cuatro en doscientos metros, pero hay que ir mentalizado, no hay de otra.
EliminarUn abrazo y gracias por tu lectura. Feliz noche
Os aguó un poco la fiesta, pero es lo que pasa en esos paises, la persecución es constante. Bueno espero que os quedárais con lo mejor.
ResponderEliminarUn abrazo
nos quedamos con lo mejor, que no es su gente. Qué pena pensar en estos milenios, qué bajón de cultura, de arte, de humanidad. Y por supuesto, no discuto que los esclavos, que no eran exactamente tales, vivieran en la misma miseria que la mayoría de los actuales egipcios
EliminarUn abrazo, y feliz noche de viernes
Soy rarilla porque eso de visitar piedras no me va mucho, con el tiempo pensar en visitar un pais asi me produce inseguridad (es que eso de ir con bastones y silla me impone) llevo años conociendo España y Francia y con eso me conformo. Muy bien contado, besos.
ResponderEliminarYo estoy recurriendo a muleta o bastón desde hace unos años, y te doy la razón. Por Europa puedes moverte bien, pero norte de África hay que plantearselo, sólo con precauciones organizativas. España tiene tantos paisajes, texturas y arte, que una vida no da para conocerla entera. Las piedras hablan, no son inertes. Cuando una edificación emerge, con vida, nunca sosn piedras sobre piedras. Pobres romanos :-)
EliminarUn abrazo y feliz sábado
Ingenuos y confiados, porque no tienen interiorizado la suerte que es no vivir con miedo a la picaresca. Que luego en sus casas se enfrentan a miles de situaciones de picaresca, de igual modo, pero se vive diferente.
ResponderEliminarUn abrazo grande, Julio David
A veces por ayudar... Pero lo importante es el viaje.
ResponderEliminarBeso viajero.
Por echar una mano. Pero en definitiva no me pasó a mí, sino a unos compañeros de viaje, y se aprende de todo. Costumbres y modos. Así que para mí fue un viaje encantador. Repetiré, si es que puedo, cuando abran el nuevo Museo, que están construyendo tocando a las pirámides, dicen que en primavera del año que viene, veremos
EliminarUn abrazo grande y feliz noche
Se eclipsó la belleza del lugar por los contratiempos. De todas las experiencias se aprende.
ResponderEliminarUn beso
Los malos ratos nunca deben empañar el recuerdo de un viaje soñado. Se aprende más de las malas que de las buenas experiencias, por eso todas dejan un poso de sabiduría
EliminarUn beso y feliz lunes